CELAG
Las elecciones
celebradas el pasado domingo 4 de junio en los Estados de México,
Nayarit, Coahuila y Veracruz volvieron a poner en el centro de mira el
debate en torno a las prácticas fraudulentas de obtención del voto, una
cuestión recurrente en la frágil institucionalidad democrática mexicana.
Con ese telón de fondo inescindible de la lectura de los comicios, el
PRI triunfa –aunque de manera preliminar– en Coahuila y consigue retener
el crucial Estado de México. La alianza PAN-PRD se impuso en Nayarit y
tuvo un muy buen desempeño electoral en Veracruz –donde se elegían
autoridades municipales– prefigurando una cada vez más probable alianza
nacional entre estas dos fuerzas rumbo a 2018. Morena quedó a las
puertas de hacerse con el Estado de México, bastión histórico del PRI
además del Estado más importante del país, y mostró un buen desempeño en
Veracruz, ganando distritos clave como Xalapa.
Lejos de ser una
herramienta discursiva esgrimida para el posicionamiento de sectores
opositores, como se vio recientemente en el caso de la elección
presidencial de Ecuador y antes en Argentina, los delitos electorales
son una realidad fehaciente en México. Las denuncias involucran tanto al
gobernante PRI como al PAN y al PRD, entre otros partidos. Solo el día
de los comicios, la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos
Electorales (Fepade), entidad dependiente de la Procuraduría General de
la República (PGR), recibió 1247 denuncias de posibles delitos
electorales provenientes de los cuatro Estados en que se realizaron
elecciones. Ello sin contar las denuncias previas y posteriores que
abarcan delitos de financiamiento irregular, exceso en los topes de
gastos de campaña (sobre todo del PRI), acarreo de votantes, coacción y
compra del voto, uso indebido de instituciones públicas para la
consecución del voto, entre otros.
De esta manera, los Estados
de México y Coahuila irán a una batalla legal por la revisión y
anulación de los resultados en la elección a gobernador que puede durar
meses en los tribunales electorales. En Nayarit y Veracruz el conflicto
postelectoral se centra en algunos distritos donde habrá impugnación de
resultados. En Edomex, Morena solicitó la anulación en cinco distritos
cuyo resultado considera que podrían dar vuelta el resultado de todo el
Estado en favor de Delfina Gómez. Otros partidos de oposición como el
PAN, el PRD y el PT también solicitaron la anulación de los comicios por
diferentes vías jurídicas debido a las irregularidades detectadas. En
Coahuila, el PAN encabeza los reclamos de la oposición solicitando la
nulidad de la elección al encontrarse irregularidades en al menos el 20%
de los paquetes electorales del Estado.
De hallarse procedentes
estas solicitudes deberían repetirse elecciones en las
circunscripciones afectadas bajo la figura de “elecciones
extraordinarias” contemplada en la legislación electoral mexicana ante
casos de anulación de resultados, no poco frecuente en el país. Como
antecedentes, el mismo 4 de junio en los Estados de Oaxaca y Tlaxcala se
llevaron a cabo comicios extraordinarios en algunas localidades, cuyos
resultados obtenidos en junio de 2016 fueron anulados, hubo empate entre
los contendientes o se registraron incidentes como la quema de urnas y
otros hechos violentos.
En resumen, tras las elecciones del 4 de
junio, el PRI resiste con dos cerradas y cuestionadas “victorias”; el
PAN retrocede y arrecian sus pugnas internas para definir la estrategia
camino a Los Pinos; Morena avanza consolidando el liderazgo de AMLO como
único candidato presidencial instalado y el PRD resurge electoralmente y
eso le permite posicionarse como el partido “llave” para la elección
presidencial: podría aliarse tanto con Morena como con el PAN para
buscar desalojar al PRI de Los Pinos, siendo la última la opción hasta
ahora más factible.
Estado de México
· Estado más poblado del país y bastión histórico del PRI, que gobierna desde hace ocho décadas.
· El conteo rápido y los resultados preliminares dados a conocer por el
Instituto Electoral del Estado de México (IEEM) durante la misma
jornada electoral otorgaron una victoria preliminar por escaso margen al
priista Alfredo del Mazo (33,72%) sobre la candidata de Morena, Delfina
Gómez (30,82%). El cómputo de las 45 juntas distritales arrojó los
siguientes resultados: Del Mazo (PRI-PVEM-PANAL-ES) 33,69%; Gómez
(MORENA) 30,91%; Zepeda (PRD) 17,89%; Vázquez Mota (PAN) 11,28%. Según
informó el IEEM, se trata de resultados no oficiales, pues el cómputo
estatal definitivo se dará a conocer a mitad de junio.
· La
participación electoral fue del 53%, equivalente a 6.079.559 electores
del total de 11.3 millones registrados en los padrones estatales.
· El PAN, el PRD, Morena y el PT han objetado la transparencia de los
comicios. Morena, con el apoyo de otros partidos de oposición, solicitó
el recuento de la totalidad de los paquetes electorales, pedido
rechazado el órgano electoral (solo se recontó el equivalente al 20% de
las casillas de votación). Luego del cómputo distrital, la estrategia de
Morena consiste en impugnar los cómputos en los 45 distritos y
solicitar la anulación de las elecciones a gobernador en cinco: los
distritos rurales de Valle de Bravo, Atlacomulco, Tejupilco, Ixtlahuaca y
Jilotepec.
· La fecha límite para que las autoridades electorales resuelvan las impugnaciones es el 16 de agosto.
Coahuila
· Uno de los Estados que limitan con EEUU, y uno de los más violentos
del país. Sus electores representan 2,42% del padrón electoral nacional.
· Elección cerrada entre la coalición del PRI y el PAN. El
cómputo oficial otorgó una ventaja mínima de 36 mil votos a Miguel Ángel
Reyes (38,9%), candidato de la coalición Por un Coahuila Seguro
integrada por el PRI, PANAL, PVEM y otros partidos locales sobre el
candidato del PAN, Guillermo Anaya (36,4%) (primo del presidente
nacional del partido y potencial candidato presidencial Ricardo Anaya).
Morena se posicionó como tercera fuerza estatal con el 11,99%.
·
El PAN convocó la creación del Frente por la Dignidad de Coahuila
respaldado por otros partidos de oposición (PRD, Morena, PT) y
candidatos independientes, con el objetivo de canalizar las denuncias y
solicitudes de transparentar la elección. La estrategia abarca la vía
judicial y la presión popular mediante la movilización de la ciudadanía.
En un hecho político inédito en el Estado, decenas de miles de personas
salieron a las calles para reclamar transparencia en el escrutinio.
· Las sospechas de manipulación en los resultados derivan de los
recientes nombramientos en el Instituto Electoral de Coahuila (IEC) de
miembros afines al actual gobernador priista Rubén Moreira. Para sumar
suspicacias, en la noche electoral, el PREP (programa de resultados
preliminares) frenó el conteo con solo el 71% de las actas procesadas,
cuando Riquelme tenía una ventaja de 1,5%, y el conteo rápido otorgó un
empate técnico con ventaja para Anaya.
· Durante el cómputo
distrital, los representantes de la oposición abandonaron las mesas de
conteo de las juntas distritales con el objetivo de deslegitimar el
proceso y anunciaron que solicitarán ante el Tribunal Electoral del
Poder Judicial de la Federación (TEPJF) la impugnación de los resultados
y la nulidad de la elección.
Nayarit
·
Hasta ahora gobernado por el priista Roberto Sandoval. Sus electores
representan apenas el 0,96% del padrón electoral nacional.
· La
coalición PAN-PRD-PT y el partido local PRS se hizo con la gobernación
del Estado al obtener su candidato, Antonio Echevarría el 38,63% de los
votos. El candidato del PRI-PVEM-PANAL, Manuel Cota, quedó a doce puntos
de distancia (26,51%). En tercer lugar se ubicó el independiente
Hilario Ramírez (12,34%) y en cuarto Morena (11,98%).
· La
participación electoral fue de 62,84%. El PAN controlará además 10 de
las 20 presidencias municipales de la entidad y el Congreso del Estado,
elección donde se impuso en 15 de los distritos.
· El gobernador
electo Antonio Echevarría es hijo del exgobernador de igual nombre que
desalojó por primera –y hasta ahora única– vez del poder estatal al PRI
en 1999.
Veracruz
· Estado gobernado desde
junio de 2016 por el PAN en coalición con el PRD (tras la fuga y
detención del exgobernador del PRI, Javier Duarte). En esta oportunidad
se eligieron autoridades de 212 ayuntamientos. La entidad representa el
6,65% del padrón electoral nacional.
· De las 212 alcaldías en
juego, la coalición PAN-PRD obtuvo 167 (67 más que las que había ganado
en 2013). El PRI sigue en caída libre, luego de perder las elecciones a
gobernador a manos del PAN-PRD en 2016, en esta elección perdió además
el puerto de Veracruz (distrito más poblado de la entidad) y Xalapa,
capital del Estado, quedándose con un total de 36 alcaldías (57 menos de
las que obtuvo en 2013). Morena obtuvo 17 alcaldías, ubicándose como el
tercer partido más votado detrás de las coaliciones PAN-PRD y PRI-PVEM.
Obtuvo victorias importantes como la capital del Estado y cuatro de las
diez localidades más pobladas.
· Días antes de la elección, las
autoridades locales del PAN y del PRD anunciaron que impulsarán la
candidatura presidencial del actual gobernador Miguel Ángel Yunes,
actual miembro del PAN que desarrolló previamente su carrera política en
el PRI.
· El clima de violencia electoral fue un componente
notorio en los comicios locales de esta entidad. Se sucedieron graves
hechos durante los días previos y posteriores a la jornada de votación
que incluyeron el incendio de varios consejos municipales, saqueo de
documentación pública, robo de paquetes electorales, entre otros.
Lectura de las elecciones estatales camino a 2018
En términos generales, retener en su poder Edomex es para el PRI una
victoria amarga signada por el desgaste acumulado. Si bien conservar en
su órbita al Estado de México es un balón de oxígeno de cara al año
próximo (tanto en términos simbólicos ya que es su bastión histórico,
como también en términos materiales ya que constituye una fuente de
recursos propia), en comparación con la elección anterior la caída es de
alrededor de un millón de votos y en términos porcentuales de casi 30
puntos. El actual gobernador, Eruviel Ávila había sido electo en 2011
con el 62% de los votos y una diferencia sobre el segundo de 40 puntos.
Esta vez Alfredo del Mazo, primo de Enrique Peña Nieto, solo logró
superar a Morena por 2,7 puntos porcentuales.
Los efectos en la
opinión pública de la corrupción generalizada, la violencia en ascenso,
la situación crítica de los derechos humanos y la falta de resultados
económicos están erosionando fuertemente la credibilidad del otrora
partido hegemónico mexicano. En términos de desempeño electoral, desde
2015 el PRI viene en declive. Además, con la aprobación del presidente
Enrique Peña Nieto en caída y ante la ausencia de un candidato
presidencial instalado, el camino a la presidencial se torna escabroso.
Para Morena, aún si el resultado preliminar en Edomex fuera ratificado
por los tribunales electorales, el balance es positivo, pues consiguió
en solitario (sin alianza con el PRD) poner en aprietos, en un distrito
donde nunca hubo alternancia, a un PRI que incluso compitió en alianza
con otros partidos (el satelital Partido Verde, Nueva Alianza y
Encuentro Social). Con ello, el partido de AMLO muestra músculo
electoral para posicionarse como alternativa real de gobierno en 2018.
La alianza del PAN-PRD en distintos territorios va prefigurando lo que
podría ser la estrategia electoral de ambos partidos a nivel nacional.
Al PRD le queda poco y nada de izquierda. Su derrotero derechista tuvo
un hito clave en el apoyo al “Pacto por México” (reformas encaradas por
EPN con el apoyo del PAN y del PRD al iniciar su mandato) que motivó la
ruptura del PRD y el surgimiento de Morena. La presidenta nacional del
PRD, Alejandra Barrales no descartó en declaraciones recientes una
alianza con el PAN, aunque también dejó abierta la posibilidad de
alianza con Morena, lo cual da cuenta de la “flexibilidad ideológica” de
su partido.
El presidente nacional del PAN, Ricardo Anaya es
uno de los grandes perjudicados de la jornada electoral. Lejos queda la
figura de líder joven en ascenso catapultado por el resultado de las
elecciones de junio de 2016, en las que su partido se hizo con siete de
las 12 gubernaturas en juego. Su liderazgo y su potencial candidatura
presidencial se encuentra fuertemente cuestionado. El PAN está sumido en
una fuerte pugna interna entre el propio Anaya, Margarita Zavala y
Rafael Moreno por hacerse con la nominación del partido para encabezar
la candidatura presidencial de cara a 2018. Por el momento no existe una
estrategia definida y una candidatura unitaria. Su principal
contendiente interna, Margarita Zavala cuestionó abiertamente el
desempeño electoral del PAN y el liderazgo de Anaya afirmando que el
partido “se está debilitando como la opción real de cambio para el
2018”.
Gisela Brito / Investigadora CELAG
Artículo publicado en: http://www.celag.org/proxima- estacion-mexico-2018/
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