6/13/2017

Próxima estación: México 2018


CELAG

Las elecciones celebradas el pasado domingo 4 de junio en los Estados de México, Nayarit, Coahuila y Veracruz volvieron a poner en el centro de mira el debate en torno a las prácticas fraudulentas de obtención del voto, una cuestión recurrente en la frágil institucionalidad democrática mexicana. Con ese telón de fondo inescindible de la lectura de los comicios, el PRI triunfa –aunque de manera preliminar– en Coahuila y consigue retener el crucial Estado de México. La alianza PAN-PRD se impuso en Nayarit y tuvo un muy buen desempeño electoral en Veracruz –donde se elegían autoridades municipales– prefigurando una cada vez más probable alianza nacional entre estas dos fuerzas rumbo a 2018. Morena quedó a las puertas de hacerse con el Estado de México, bastión histórico del PRI además del Estado más importante del país, y mostró un buen desempeño en Veracruz, ganando distritos clave como Xalapa.
Lejos de ser una herramienta discursiva esgrimida para el posicionamiento de sectores opositores, como se vio recientemente en el caso de la elección presidencial de Ecuador y antes en Argentina, los delitos electorales son una realidad fehaciente en México. Las denuncias involucran tanto al gobernante PRI como al PAN y al PRD, entre otros partidos. Solo el día de los comicios, la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales (Fepade), entidad dependiente de la Procuraduría General de la República (PGR), recibió 1247 denuncias de posibles delitos electorales provenientes de los cuatro Estados en que se realizaron elecciones. Ello sin contar las denuncias previas y posteriores que abarcan delitos de financiamiento irregular, exceso en los topes de gastos de campaña (sobre todo del PRI), acarreo de votantes, coacción y compra del voto, uso indebido de instituciones públicas para la consecución del voto, entre otros.
De esta manera, los Estados de México y Coahuila irán a una batalla legal por la revisión y anulación de los resultados en la elección a gobernador que puede durar meses en los tribunales electorales. En Nayarit y Veracruz el conflicto postelectoral se centra en algunos distritos donde habrá impugnación de resultados. En Edomex, Morena solicitó la anulación en cinco distritos cuyo resultado considera que podrían dar vuelta el resultado de todo el Estado en favor de Delfina Gómez. Otros partidos de oposición como el PAN, el PRD y el PT también solicitaron la anulación de los comicios por diferentes vías jurídicas debido a las irregularidades detectadas. En Coahuila, el PAN encabeza los reclamos de la oposición solicitando la nulidad de la elección al encontrarse irregularidades en al menos el 20% de los paquetes electorales del Estado.
De hallarse procedentes estas solicitudes deberían repetirse elecciones en las circunscripciones afectadas bajo la figura de “elecciones extraordinarias” contemplada en la legislación electoral mexicana ante casos de anulación de resultados, no poco frecuente en el país. Como antecedentes, el mismo 4 de junio en los Estados de Oaxaca y Tlaxcala se llevaron a cabo comicios extraordinarios en algunas localidades, cuyos resultados obtenidos en junio de 2016 fueron anulados, hubo empate entre los contendientes o se registraron incidentes como la quema de urnas y otros hechos violentos.
En resumen, tras las elecciones del 4 de junio, el PRI resiste con dos cerradas y cuestionadas “victorias”; el PAN retrocede y arrecian sus pugnas internas para definir la estrategia camino a Los Pinos; Morena avanza consolidando el liderazgo de AMLO como único candidato presidencial instalado y el PRD resurge electoralmente y eso le permite posicionarse como el partido “llave” para la elección presidencial: podría aliarse tanto con Morena como con el PAN para buscar desalojar al PRI de Los Pinos, siendo la última la opción hasta ahora más factible.
Estado de México
· Estado más poblado del país y bastión histórico del PRI, que gobierna desde hace ocho décadas.
· El conteo rápido y los resultados preliminares dados a conocer por el Instituto Electoral del Estado de México (IEEM) durante la misma jornada electoral otorgaron una victoria preliminar por escaso margen al priista Alfredo del Mazo (33,72%) sobre la candidata de Morena, Delfina Gómez (30,82%). El cómputo de las 45 juntas distritales arrojó los siguientes resultados: Del Mazo (PRI-PVEM-PANAL-ES) 33,69%; Gómez (MORENA) 30,91%; Zepeda (PRD) 17,89%; Vázquez Mota (PAN) 11,28%. Según informó el IEEM, se trata de resultados no oficiales, pues el cómputo estatal definitivo se dará a conocer a mitad de junio.
· La participación electoral fue del 53%, equivalente a 6.079.559 electores del total de 11.3 millones registrados en los padrones estatales.
· El PAN, el PRD, Morena y el PT han objetado la transparencia de los comicios. Morena, con el apoyo de otros partidos de oposición, solicitó el recuento de la totalidad de los paquetes electorales, pedido rechazado el órgano electoral (solo se recontó el equivalente al 20% de las casillas de votación). Luego del cómputo distrital, la estrategia de Morena consiste en impugnar los cómputos en los 45 distritos y solicitar la anulación de las elecciones a gobernador en cinco: los distritos rurales de Valle de Bravo, Atlacomulco, Tejupilco, Ixtlahuaca y Jilotepec.
· La fecha límite para que las autoridades electorales resuelvan las impugnaciones es el 16 de agosto.
Coahuila
· Uno de los Estados que limitan con EEUU, y uno de los más violentos del país. Sus electores representan 2,42% del padrón electoral nacional.
· Elección cerrada entre la coalición del PRI y el PAN. El cómputo oficial otorgó una ventaja mínima de 36 mil votos a Miguel Ángel Reyes (38,9%), candidato de la coalición Por un Coahuila Seguro integrada por el PRI, PANAL, PVEM y otros partidos locales sobre el candidato del PAN, Guillermo Anaya (36,4%) (primo del presidente nacional del partido y potencial candidato presidencial Ricardo Anaya). Morena se posicionó como tercera fuerza estatal con el 11,99%.
· El PAN convocó la creación del Frente por la Dignidad de Coahuila respaldado por otros partidos de oposición (PRD, Morena, PT) y candidatos independientes, con el objetivo de canalizar las denuncias y solicitudes de transparentar la elección. La estrategia abarca la vía judicial y la presión popular mediante la movilización de la ciudadanía. En un hecho político inédito en el Estado, decenas de miles de personas salieron a las calles para reclamar transparencia en el escrutinio.
· Las sospechas de manipulación en los resultados derivan de los recientes nombramientos en el Instituto Electoral de Coahuila (IEC) de miembros afines al actual gobernador priista Rubén Moreira. Para sumar suspicacias, en la noche electoral, el PREP (programa de resultados preliminares) frenó el conteo con solo el 71% de las actas procesadas, cuando Riquelme tenía una ventaja de 1,5%, y el conteo rápido otorgó un empate técnico con ventaja para Anaya.
· Durante el cómputo distrital, los representantes de la oposición abandonaron las mesas de conteo de las juntas distritales con el objetivo de deslegitimar el proceso y anunciaron que solicitarán ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) la impugnación de los resultados y la nulidad de la elección.
Nayarit
· Hasta ahora gobernado por el priista Roberto Sandoval. Sus electores representan apenas el 0,96% del padrón electoral nacional.
· La coalición PAN-PRD-PT y el partido local PRS se hizo con la gobernación del Estado al obtener su candidato, Antonio Echevarría el 38,63% de los votos. El candidato del PRI-PVEM-PANAL, Manuel Cota, quedó a doce puntos de distancia (26,51%). En tercer lugar se ubicó el independiente Hilario Ramírez (12,34%) y en cuarto Morena (11,98%).
· La participación electoral fue de 62,84%. El PAN controlará además 10 de las 20 presidencias municipales de la entidad y el Congreso del Estado, elección donde se impuso en 15 de los distritos.
· El gobernador electo Antonio Echevarría es hijo del exgobernador de igual nombre que desalojó por primera –y hasta ahora única– vez del poder estatal al PRI en 1999.
Veracruz
· Estado gobernado desde junio de 2016 por el PAN en coalición con el PRD (tras la fuga y detención del exgobernador del PRI, Javier Duarte). En esta oportunidad se eligieron autoridades de 212 ayuntamientos. La entidad representa el 6,65% del padrón electoral nacional.
· De las 212 alcaldías en juego, la coalición PAN-PRD obtuvo 167 (67 más que las que había ganado en 2013). El PRI sigue en caída libre, luego de perder las elecciones a gobernador a manos del PAN-PRD en 2016, en esta elección perdió además el puerto de Veracruz (distrito más poblado de la entidad) y Xalapa, capital del Estado, quedándose con un total de 36 alcaldías (57 menos de las que obtuvo en 2013). Morena obtuvo 17 alcaldías, ubicándose como el tercer partido más votado detrás de las coaliciones PAN-PRD y PRI-PVEM. Obtuvo victorias importantes como la capital del Estado y cuatro de las diez localidades más pobladas.
· Días antes de la elección, las autoridades locales del PAN y del PRD anunciaron que impulsarán la candidatura presidencial del actual gobernador Miguel Ángel Yunes, actual miembro del PAN que desarrolló previamente su carrera política en el PRI.
· El clima de violencia electoral fue un componente notorio en los comicios locales de esta entidad. Se sucedieron graves hechos durante los días previos y posteriores a la jornada de votación que incluyeron el incendio de varios consejos municipales, saqueo de documentación pública, robo de paquetes electorales, entre otros.
Lectura de las elecciones estatales camino a 2018
En términos generales, retener en su poder Edomex es para el PRI una victoria amarga signada por el desgaste acumulado. Si bien conservar en su órbita al Estado de México es un balón de oxígeno de cara al año próximo (tanto en términos simbólicos ya que es su bastión histórico, como también en términos materiales ya que constituye una fuente de recursos propia), en comparación con la elección anterior la caída es de alrededor de un millón de votos y en términos porcentuales de casi 30 puntos. El actual gobernador, Eruviel Ávila había sido electo en 2011 con el 62% de los votos y una diferencia sobre el segundo de 40 puntos. Esta vez Alfredo del Mazo, primo de Enrique Peña Nieto, solo logró superar a Morena por 2,7 puntos porcentuales.
Los efectos en la opinión pública de la corrupción generalizada, la violencia en ascenso, la situación crítica de los derechos humanos y la falta de resultados económicos están erosionando fuertemente la credibilidad del otrora partido hegemónico mexicano. En términos de desempeño electoral, desde 2015 el PRI viene en declive. Además, con la aprobación del presidente Enrique Peña Nieto en caída y ante la ausencia de un candidato presidencial instalado, el camino a la presidencial se torna escabroso.
Para Morena, aún si el resultado preliminar en Edomex fuera ratificado por los tribunales electorales, el balance es positivo, pues consiguió en solitario (sin alianza con el PRD) poner en aprietos, en un distrito donde nunca hubo alternancia, a un PRI que incluso compitió en alianza con otros partidos (el satelital Partido Verde, Nueva Alianza y Encuentro Social). Con ello, el partido de AMLO muestra músculo electoral para posicionarse como alternativa real de gobierno en 2018.
La alianza del PAN-PRD en distintos territorios va prefigurando lo que podría ser la estrategia electoral de ambos partidos a nivel nacional. Al PRD le queda poco y nada de izquierda. Su derrotero derechista tuvo un hito clave en el apoyo al “Pacto por México” (reformas encaradas por EPN con el apoyo del PAN y del PRD al iniciar su mandato) que motivó la ruptura del PRD y el surgimiento de Morena. La presidenta nacional del PRD, Alejandra Barrales no descartó en declaraciones recientes una alianza con el PAN, aunque también dejó abierta la posibilidad de alianza con Morena, lo cual da cuenta de la “flexibilidad ideológica” de su partido.
El presidente nacional del PAN, Ricardo Anaya es uno de los grandes perjudicados de la jornada electoral. Lejos queda la figura de líder joven en ascenso catapultado por el resultado de las elecciones de junio de 2016, en las que su partido se hizo con siete de las 12 gubernaturas en juego. Su liderazgo y su potencial candidatura presidencial se encuentra fuertemente cuestionado. El PAN está sumido en una fuerte pugna interna entre el propio Anaya, Margarita Zavala y Rafael Moreno por hacerse con la nominación del partido para encabezar la candidatura presidencial de cara a 2018. Por el momento no existe una estrategia definida y una candidatura unitaria. Su principal contendiente interna, Margarita Zavala cuestionó abiertamente el desempeño electoral del PAN y el liderazgo de Anaya afirmando que el partido “se está debilitando como la opción real de cambio para el 2018”.
Gisela Brito / Investigadora CELAG

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