La señora confió en entrevista lo “poco” que sabe del estado de salud
de su hijo, pues menciona que los resultados de los estudios médicos
que le practicaron a Marco, así como su expediente clínico, no han sido
entregado a la familia, ni al Instituto Nacional de Neurología y
Neurocirugía donde atienden a Marco desde el viernes 9 de febrero.
Sentada en una cafetería de la Ciudad de México, Edith recuerda entre
sorbo y sorbo que en el Instituto Nacional de Pediatría solo de palabra
la doctora tratante – que ella identificó por el apellido de Revilla—
le informó que los estudios que le practicarían a Marco consistían en
una resonancia magnética, un encefalograma, un estudio de sangre, uno
toxicológico y “otras varias cosas que yo no entiendo”.
Detrás de sus lentes oscuros, y debajo de un chal en tonos verdes, la
madre de Marco reconoce que a pesar de que estuvo día y noche en el
hospital, no sabe si le practicaron esos estudios. “Una vez sólo me
llamaron para ayudarle a las enfermeras a que le hicieran un
encefalograma, pero lo que encontré fue a mi hijo muy sedado, tanto que
parecía que tenía retraso mental: no podía articular palabra alguna,
babeaba, ni siquiera se podía sostener. Fue muy lamentable. Imagínese yo
como su madre qué pensaba, sentía ganas de sacarles los ojos”, dijo.
De acuerdo con su relato, el primer hospital que pisó Marco Antonio
Sánchez Flores, una vez que lo encontraron en el municipio de Melchor
Ocampo, fue el Hospital Psiquiátrico Infantil “Dr. Juan N. Navarro”.
-¿Quién escogió el traslado al hospital psiquiátrico? ¿Usted lo decidió?
-No, los de la Procuraduría General de Justicia (PGJ-CDMX) lo llevaron directamente ahí.
-¿Qué estudios le practicaron a Marco en ese hospital?
-Ahí no le practicaron ninguno, sólo le hicieron una revisión muy
superficial y nos dijeron que lo iban a enviar al INP para que les
hicieron unos estudios porque ellos no tenían aparatos.
En el INP estuvo once días. Flores Rojas comenta que llegó a
“Urgencias” y que ahí, en una camilla, atendieron a Marco por cuatro
días.
Comenta que en la hora de visitas encontró a Marco amarrado con
vendas por las muñecas y los tobillos, “que porque no sabían de qué otra
manera tratarlo. Que estaba sedado. Y que el ruido de los demás
pacientes, la luz, el ajetreo de las enfermeras alteraban al muchacho”.
Por eso Edith Flores se quejó ante la Comisión de Derechos Humanos de la
capital porque insistió en que el trato no era el adecuado.
– No lo bañaron, lo bañaron ya hasta el tercer día que llegó ahí y
eso porque me quejé. Tenía los pies como niño de la calle, apestaba. O
sea nada más le pusieron la bata y lo acostaron. Eso fue ya en el de
Pediatría, porque en el Navarro simplemente lo vieron muy
superficialmente.
-¿Desde cuándo lo sedaron?
-Siempre estuvo sedado.
-¿Y usted autorizó que lo sedaran?
-No, yo no autoricé nada. O sea yo no puedo autorizar cosas médicas porque está usted de acuerdo que no soy médico.
-¿Pero nunca la consultaron?
-No.
-¿Ni porque fuera menor de edad?
-No. Se suponen que los médicos le ponían lo que ellos creían conveniente y se supone que estaba en manos de especialistas.
La también trabajadora administrativa de la UNAM insiste en que ella
siempre se quejó del trato que recibía su hijo de parte de los doctores
del INP. Dice que al principio reconoció en el cuerpo de Marco hematomas
en uno de sus costados, el pie inflamado, golpes en el ojo, en la boca y
marcas en sus muñecas y en el cuello.
Señala que estuvo presente cuando su hijo parecía presentar
convulsiones. “Pero los doctores me decían que no se trataba de
convulsiones, sino de distonía. A mí me dejaron igual, porque no me
dijeron de qué se trataba”.
Al tercer día en Urgencia, cambiaron a Marco al cuarto piso del INP.
“Estaba en un cuarto solo. Con las enfermeras habituadas a entrar y
salir, mi hijo se alteraba mucho y tenía una luz prácticamente en la
cara. Entonces otra vez me quejé de que no estaba de acuerdo con su
traslado, porque incluso había un ventanal muy grande, que era muy
peligroso. ¿Cómo lo iban a tener ahí y luego con el estado tan irritable
en que estaba? Ahí también lo amarraron, mi hijo todo el tiempo en el
INP estuvo amarrado; ¿eso no es violar sus derechos? Además lo sabía la
CDHDF, yo les dije porque estaba en contacto con ellos”, sostiene.
Sin entregarles nada por escrito la madre de Marco asegura que los
únicos resultados que de voz le presentaron los médicos fueron los
toxicológicos, donde le dijeron que había salido positivo en todo tipo
de drogas sintéticas.
-Está usted de acuerdo que un tipo que anda en la calle, muerto de
hambre, deshidratado – como supuestamente encontraron a mi hijo– ¿cómo
va a tener dinero para drogas?— preguntó la madre de Marco.
-¿Específicamente qué tipo de drogas le señalaron?
-Todas.
-¿No le especificaron?
-No. Que tenían anfetaminas, marihuana, de todo lo que hay.
-¿Pero nunca se lo dieron por escrito?
-No.
Un segundo informe, también oral, fue que Marco presentaba síndrome
encefálico del delirio y que era consecuencia de una inflamación en el
cerebro. También que en el encefalograma se evidenció que de nacimiento
“tiene como un quiste en la parte frontal, aunque me dijeron que eso no
le afecta al estado que tiene ahora”, comentó.
Por separado, Simón Hernández León, abogado del Instituto de Justicia
Procesal Penal (IJPP), una de las tres organizaciones que lleva la
representación legal de la familia, fue consultado respecto a las
denuncias de la madre.
El litigante explica que el parte médico tuvo que haber recabado
cierto consentimiento para la aplicación de sedantes, así como haber
explicado los alcances del tratamiento.
A través del amparo 102/2018-5 por desaparición forzada, se
notificará al Juzgado Cuarto de Distrito de Amparo en Materia Penal,
además de que se formalizará una queja ante la Comisión de Derechos
Humanos local.
“Formalizaremos una solicitud ante la CDHDF y también lo vamos a
hacer a través del amparo en relación hacia cierto trato que ha tenido
el hospital hacia Marco, porque creemos que no es tratamiento adecuado.
Estamos diciendo que no ha habido una atención adecuada y estamos
solicitando que se le dé un tratamiento distinto al de los pacientes que
tienen de manera ordinaria por las condiciones y la situación que
pasó”, agrega.
Sin embargo, el abogado indicó que se presentará de manera cautelar y no como un expediente de queja.
“Lo que estamos priorizando es que en este momento se le atienda de
manera adecuada, si eso ya deriva después en un procedimiento para
señalar responsabilidad, sería otro momento. Queremos que ahorita se
atienda de manera urgente y que se emita algún tipo de medida al
respecto”.
Como parte del amparo por desaparición forzada, dice que también
existe una petición de juez federal al INP para que se entregue el
expediente médico al Instituto Nacional de Neurología.
Complicaciones
El jueves 15 de febrero, Hernández León informó que la Procuraduría
General de la República abrió una carpeta de investigación por el caso
de Marco Antonio, como parte de las acciones que determinó el Primer
Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer Circuito, ante el recurso
de amparo por desaparición forzada que presentó la defensa el 26 de
enero, cuando Marco aún estaba desaparecido.
El caso comienza a complicarse, pues según indica Hernández León,
existen nueve procedimientos legales que se llevan por el caso de Marco.
A nivel nacional corre una investigación por extravío en la Fiscalía de
Servidores Públicos de la PGJ-CDMX y la PGR abrió carpeta de
investigación por desaparición forzada en la Fiscalía Federal. Además,
hay otra investigación en Tlalnepantla.
“Lo que nos han dicho es que una carpeta más de investigación que se
abrió en el municipio mexiquense, pero no tenemos el detalle de lo que
se está investigando o si ya se cerró una vez que encontraron a Marco”,
comenta el litigante.
En la Comisión de Derechos Humanos local existe una queja por
desaparición y por presuntas violaciones a derechos humanos y en la
Comisión de Derechos Humanos del Estado de México hay otro
procedimiento, como consecuencia de las medidas cautelares que exigió la
CDHDF en el mismo Estado.
También corren dos juicios de amparo: uno por desaparición forzada y
otro por las filtraciones y la exposición en medios a la que fue sujeto
Marco.
En materia internacional, al inicio de la desaparición, los abogados
recurrieron al Mecanismo de Naturaleza Urgente del Sistema de Naciones
Unidas por desaparición forzada, mismo que el 15 de febrero notificó que
ya se le pide información al Estado sobre el curso de la investigación y
del estado de salud del menor.
También el 14 de febrero se presentó información a la Relatora sobre
los Derechos de la Niñez de la Comisión Interamericana de Derechos
Humanos (CIDH), Esmeralda Arosemena de Troitiño, la misma que lleva el
caso de los 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural Isidro Burgos,
desaparecidos desde el 2014.
El abogado señaló que se mantienen en alerta pues una práctica
recurrente consiste en abrir averiguaciones previas que terminan
fragmentando la averiguación inicial.
Hasta el 13 de febrero por la noche, los abogados de la Red por los
Derechos de la Infancia en Mexico (Redim), la Oficina de Defensoría de
los Derechos de la Infancia y el Instituto de Justicia Procesal Penal
(IJPP) tuvieron acceso completo a la carpeta de investigación. De los
videos, les falta analizar si la PGJ-CDMX los entregó sin editar.
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