Como responsable de coordinar el informe para dar respuesta –el
pasado martes 13– a las recomendaciones que formuló en 2015 el Comité
contra la Desaparición Forzada de la ONU (CED por sus siglas en inglés),
el subsecretario para Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos de la
Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), Miguel Ruiz Cabañas, adelantó
una semana antes a un grupo de familiares de víctimas, así como a
representantes de organizaciones sociales, que en lo que resta del
gobierno de Peña Nieto se mantendrá la negativa a que se realice una
visita oficial a México por parte de expertos de la ONU, y tampoco
admitirá la competencia del órgano para conocer de casos individuales.
La reticencia del gobierno de Peña Nieto resulta grave ante la
posición que guarda México en el CED, es decir, el país al que más
acciones urgentes ha dirigido. De las 419 comunicaciones que el órgano
de la ONU envió de marzo de 2012 a octubre de 2017, 304 corresponden a
México, y 2015 fue el año en el que más acciones urgentes envió al
Estado por desapariciones forzadas: 166.
“En el fondo sigue habiendo renuencia a que órganos internacionales
vengan a darse cuenta del desastre del país que tenemos y de la tragedia
que cada vez es mayor, porque las desapariciones, ya sea forzadas o por
particulares, se dan día a día”, comenta Rocío Culebro, directora
ejecutiva del Instituto Mexicano de Derechos Humanos y Democracia
(IMDHD), quien asistió al encuentro con Ruiz Cabañas.
La reunión fue posible luego de que el pasado 26 de enero alrededor
de 30 colectivos de familiares de víctimas de desaparición, junto con
organizaciones sociales que los acompañan, solicitaron una audiencia con
motivo del informe que debe rendir el Estado mexicano ante el CED y que
no ha sido compartido con la sociedad civil, como se esperaba.
Según Culebro, bajo el pretexto de la entrada en vigor de la Ley
General en Materia de Desaparición Forzada, Desaparición por
Particulares y del Sistema Nacional de Búsqueda de Personas, Ruiz
Cabañas argumentó que no era necesario reconocer la competencia del CED y
que tampoco se requería una visita de expertos, como lo ha solicitado
el órgano desde 2013.
Durante su informe anual ante el Consejo de la ONU, en octubre del
año pasado, la presidenta del CED, Suela Janina, recordó que México es
el país que más acciones urgentes ha registrado en los últimos cinco
años, y desde mayo de 2013 el Comité ha inquirido al país sobre la
posibilidad de una visita, “lo cual ha rechazado”.
En marzo de 2015 el CED consideró que en México hay “un contexto de
desapariciones generalizadas en gran parte del Estado, muchas de las
cuales podrían calificarse como desapariciones forzadas”, y citó como
ejemplo paradigmático el caso de los 43 normalistas de Ayotzinapa.
Entre las 18 recomendaciones que el CED hizo a México –a las que
tenía que dar respuesta el martes 13–, urgió a “reconocer la competencia
del Comité para recibir y examinar comunicaciones individuales e
interestatales (…) con miras a reforzar el régimen de protección contra
las desapariciones forzadas”.
Pero Culebro dice que Ruiz Cabañas fue enfático en señalar que el
gobierno de Peña Nieto “no está en esa disposición, toda vez que ya hay
un marco normativo que es la Ley General, a lo que en mi intervención
advertí que no es posible que un instrumento que está firmado y
ratificado por el Estado mexicano, como lo es la Convención contra la
Desaparición Forzada, se use a medias; no podemos decir que aceptamos
una parte de este instrumento sí y otros no”.
Además, advierte, “no se puede poner de pretexto las normas internas
para no aplicar los tratados internacionales; peor aún, si algo está
demostrado en este país es que las leyes no funcionan, las instituciones
no funcionan, se necesita la asistencia internacional. Casos como el de
Veracruz, en donde están siendo procesados 19 exfuncionarios por
desaparición forzada, son muestra de que el Estado mexicano está
rebasado”.
En cuanto a la visita solicitada, apunta, el funcionario aseguró que
“ellos han sido muy abiertos y ha habido una gran apertura para la
visita de relatores y de grupos de trabajo, pero que esto no es
necesario, toda vez que hay un plan de trabajo establecido ya entre el
CED, lo que para nosotros fue una sorpresa porque no tenemos
conocimiento de la existencia de dicho plan, que se comprometió a darnos
a conocer la próxima semana”.
La directora del IMDHD resalta que otro punto de preocupación para
las organizaciones, los familiares y el propio CED es la necesidad de
responder a las acciones urgentes y solicitudes de medidas cautelares,
recurrentemente ignoradas por el Estado mexicano.
Al respecto, el funcionario de la Cancillería les comentó “que iban a
ver cómo darle cauce, junto con la Secretaría de Gobernación y la
Procuraduría General de la República; que iban a analizar el
procedimiento para tomar en cuenta esas acciones urgentes” que de manera
recurrente no son atendidas.
El IMDHD e IDHEAS, Litigio Estratégico en Derechos Humanos, han
formulado al menos siete solicitudes de intervención del CED, que ha
emitido seis acciones urgentes y medidas cautelares en beneficio de al
menos 130 personas, entre desaparecidas e integrantes de colectivos de
búsqueda, quienes no han tenido una respuesta adecuada.
Uno de esos casos es el de seis jóvenes detenidos en operativos de
las llamadas Fuerzas Tácticas –integradas por policías estatales, de la
Agencia Veracruzana de Investigación (AVI), de la Secretaría de Marina y
elementos del Ejército Mexicano–, realizados entre el 6 y el 11 de
diciembre de 2013 en la colonia Formando Hogar en Veracruz. Las acciones
urgentes y medidas cautelares del CED se emitieron a favor de Yonathan
Isaac Mendoza Berrospe, Víctor Álvarez Damián, Marco Antonio Ramírez
Hernández, Pablo Darío Miguel Hernández, José Armando Cortés Rioja y
Marisa Arrioja Reyes. (Proceso 2050).
Perla Damián Marcial, madre de Víctor Álvarez, quien estaba a punto
de cumplir 17 años cuando fue sacado de su trabajo, el 11 de diciembre,
lamenta que las acciones internacionales no sean atendidas por el Estado
mexicano.
“Lo que ordena la ONU es que nos brinde protección, porque nosotros
andamos en las fosas, y que se localice a los muchachos, pero las
autoridades no hacen nada”, se queja Damián, integrante del colectivo El
Solecito de Veracruz.
La madre de Víctor dice estar convencida de que entre los
responsables de la desaparición forzada de su hijo y de los otros
muchachos están los 19 expolicías del gobierno de Javier Duarte.
“Al final de cuentas, el responsable es Javier Duarte, eso lo hemos
dicho siempre y eso es parte de la investigación que tiene que llevarse a
cabo y que ni las autoridades federales ni las estatales quieren
hacer”, denuncia Perla Damián.
A su vez, Juan Carlos Gutiérrez, director de IDHEAS, considera que
hay una política de tratamiento de los tratados internacionales hacia
afuera, que es incompatible con su aplicación a nivel interno.
El defensor recuerda que la negativa del gobierno de Peña Nieto a
aceptar la reconvención de órganos internacionales fue evidente en una
minuta sobre medidas cautelares y acciones urgentes del CED a favor de
117 personas desaparecidas, reclamadas por la organización “Los Otros
Desaparecidos de Iguala”, firmada el 21 de enero de 2015 por
funcionarios de la Secretaría de Gobernación (Segob), Cancillería y la
Procuraduría General de la República (PGR), entre ellos Sara Irene
Herrerías, quien entonces era titular de la Unidad para la Defensa de
Derechos Humanos de la Segob y ahora funge como subprocuradora de
Derechos Humanos.
En dicho documento los funcionarios sostienen que “las medidas
requeridas por el Comité (CED) tienen un carácter de recomendación y no
implican obligación alguna por parte del Estado Mexicano”.
Comenta Gutiérrez: “Al final pudimos dar protección a los familiares
de los 117 desaparecidos, entre ellos Mario Vergara, a través del
Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y
Periodistas, pero no porque se cumpliera con el tratado internacional”.
Y puntualiza que casos como el de Veracruz y de Iguala demuestran que
“la política de Cancillería de incumplir las medidas está generando un
impacto entre las autoridades que desconocen los tratados
internacionales porque en los hechos se niegan a aceptar el cumplimiento
de las medidas cautelares, pero a nivel internacional lo que contesta
Cancillería a la CED es que se están realizando las acciones de búsqueda
de desaparecidos”.
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