Por: Laura Castro Golarte
Aprovechando que estamos en un tiempo inter campañas, neutral se supone, que nos puede permitir cierta tranquilidad y calma para dedicarnos a nuestras actividades cotidianas sin mayores interferencias ruidosas, quiero recomendarles que vean y escuchen con atención (tomen nota si es preciso) el documental Requiem for the American Dream (“Réquiem por el sueño americano”).
Es un documental que está libre en YouTube y además se puede acceder a él a través de Netflix (plataforma streaming). Tampoco es reciente, quizá tenga un año ya en la web y en redes pero es de una actualidad indiscutible y, si me apuran, urgente.
Noam Chomsky, lingüista filósofo y activista estadounidense, severo crítico del capitalismo y sus perversiones, explica con lujo de detalles y sin conceptos rebuscados, los diez principios de la concentración del poder y de la riqueza en Estados Unidos. Claro que en cuanto esté atento al documental, encontrará sin dificultad todas las asociaciones y coincidencias que se pueda imaginar con respecto a la realidad que vivimos en México y, sin duda alguna, en otros países, pero México es lo que me importa y es siempre en el que pienso primero.
Los diez principios son los siguientes, digo, la simple enumeración les sonará cercana, conocida: (1) reducir la democracia, (2) moldear la ideología, (3) rediseñar la economía, (4) desplazar la carga, (5) atacar la solidaridad, (6) dirigir las instituciones reguladoras, (7) manipular las elecciones, (8) mantener a la plebe bajo control, (9) fabricar el consentimiento y (10) marginar a la población. Si se tratara de una check list bastaría con poner palomita a todas.
Comentaré hoy sólo uno de los principios, el cuarto: desplazar la carga, porque resulta que está estrechamente vinculado con varios temas recientes que he manejado en este mismo espacio como la desigualdad y el nivel tan bajo y criminal de los salarios en México ¿de qué se trata? ¿A qué se refiere con eso de desplazar la carga? Bueno, pues a algún genio vinculado con el poder y la riqueza extrema se le ocurrió que los más ricos, que los capitalistas mayores, ya no pagaran tantos impuestos y que era mejor “desplazar la carga” hacia la población en general. En el documental, con datos de la Tax Foundation, del Departamento del Tesoro de Estados Unidos y del área de investigación y servicio de análisis de impuestos del Congreso estadounidense, se muestra cómo los más ricos han dejado de pagar tantos impuestos y cómo, los menos ricos, básicamente la clase trabajadora cautiva, paga más impuestos. Los gravámenes que se han incrementado son al consumo y al salario, es decir, a la mayor parte de la población. Para los poderosos esto tiene un nombre que ellos mismos, dice Noam Chomsky, han puesto de moda: Precariat o Precarious Proletariat, en otras palabras, la precariedad del proletariado.
Por supuesto que esto profundiza la desigualdad en el reparto de la riqueza, un discurso que, por cierto, ha estado ausente de la demagogia trillada de la clase política en México. Hace mucho que no escucho que algún gobernante prometa, se comprometa o por lo menos lo diga para simular, que sabemos que les encanta, que combatirá la desigualdad y tomará medidas para un-reparto-más-justo-de-la-riqueza.
En este concepto de la precariedad del proletariado ubico, entre otras realidades, el papel cada vez más marginal e inútil de los sindicatos; la consecuente nula defensa de los derechos de los trabajadores; el ascenso de las empresas de outsourcing (subcontratistas); los contratos de seis meses; adiós a la antigüedad en los empleos y adiós, en general, a otras prestaciones que eran por ley que garantizaban ciertas condiciones y cierto nivel de vida que no era tan precario como ahora.
Y la crisis económica es tal y está la situación tan grave y complicada para la clase trabajadora, que estamos llegando a un punto en que nos conformamos con este panorama porque de otra manera perderíamos nuestro trabajo. Para algunos filósofos contemporáneos se trata de aceptar o hasta propiciar una especie de auto explotación porque de otra manera, no tendríamos posibilidades de desempeñar una actividad, la que sea, que nos permita obtener los ingresos necesarios para vivir al día en el mejor de los escenarios, para sobrevivir, en el peor.
Reitero la invitación para que vea este documental y, por favor, corra la voz.
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