Jesús Robles Maloof
El que busca un amigo sin defectos se queda sin amigos.
Proverbio Turco.
Querida indecisa/o, te escribo estas líneas porque en estos días hay
quienes han preguntado qué hacer ante las elecciones ya que todo les
parece confuso. Pensé en que podría serte útil mi respuesta. No creo
poder aclararte del todo el panorama pero asumo con entusiasmo el reto
de contarte algunas lecciones sobre la democracia y las elecciones que
he vivido, no solo leído, pertenecen a mi experiencia las que quizá,
solo quizá, puedan nutrir tu propia reflexión.
Antes de iniciar, quiero que sepas que tengo una preferencia política
definida, la cual habrás advertido en caso que me hayas leído antes,
pero haré todo mi esfuerzo para que eso no influya en esta misiva. Si
esperas que yo pueda decirte por quién votar lamento decepcionarte,
salir (o no) de la indecisión solo depende de ti y eso es lo que hace el
voto un ejercicio poderoso. Es tuyo, solo tuyo. Tratando de ser
concreto dividiré esta carta en 7 ideas específicas-
1. Votar es una decisión solo tuya y de nadie más.
Entiendo que hay decisiones que por comodidad no gusta que otras
personas tomen por nosotros. Pero votar determina tu futuro inmediato y
creo que coincides conmigo en que no te gustaría que alguien más lo
decida por ti. Al asumir esta responsabilidad no debes obedecer nadie,
sea tu familiar, tu amigo o tu jefe. Esto te parecerá más claro si algún
funcionario de gobierno te condiciona un derecho o servicio a cambio de
tu voto. Algo que ganaron previas generaciones para ti y para mi, es el
voto libre y secreto. Esto no quiere decir que te cierres a escuchar
opiniones.
Un buen principio para saber si te interesa votar por una candidata o
candidato, es revisar sus propuestas. Parte de la motivación para salir
de la indecisión pasa por obtener esa información y conocer su
viabilidad, lo que me da pie al siguiente consejo.
2. Obtener información de calidad es un proceso.
Como has sido testigo las elecciones movilizan a millones de
personas. El interés en opinar crece y en con los actuales recursos de
Internet se multiplican los espacios para difundir información e
interactuar Esto es positivo pero puede producir mucho ruido a tu
alrededor. En principio muchas de la opiniones que escucharás son
esfuerzos parte de la campaña. Eso no es malo, pero la propaganda de los
partidos obviamente solo destaca lo bueno. Busca en la web las
propuestas de campaña, dales una leída y con eso en mano revisa el
debate que en medios de comunicación y en redes se da sobre esto.
Hay mucho ruido lo sé, pero la solución está en tus manos. Tres
consejos rápidos. Crítica, Comparación y Cuestionamiento. 1. Crítica.
Nunca des por verdadero lo que dice una sola persona o sitio de
noticias, ponle la etiqueta de “pendiente” y pasa a 2. Comparación.
Revisa si esa misma noticia aparece en otro espacio y compara las
diferencias, si aún no te queda claro pasa a 3. Cuestionar. Las redes
permiten que ante una noticia u opinión, puedas tu preguntarle a su
autor y más interesante, preguntarle a la gente cercana su opinión. De
esos pequeños debates, observa y saca conclusiones.
Con el tiempo encontrarás que determinadas personas y medios son más o
menos consistentes y con ello podrás ir confiando un poco más. Para
fortalecer esto puedes recurrir a herramientas como sitios de
verificación y cuadros comparativos que sobre diversos temas, medios y
organizaciones presentan para evaluar a candidatos. Revisa los temas que
te interesan y ve cuál candidato los atiende mejor.
3. Todas las opciones en la boleta son válidas.
Con mejor información puedes ir perfilando algunos candidatos que te
parezcan mejor y en esto algo que puede ayudar a disminuir tu angustia,
si es que la tienes, es que no existe una forma superior de votar. Todas
las opciones son legítimas. Si como mencioné, te presionan o tienes
temor a ser juzgado, recuérdales que la democracia implica aceptar la
preferencia política no te hace superior o inferior. Es una buena
práctica criticar a los políticos de todos los partidos cuando son
corruptos, pero no es democrático calificar como acarreado, borrego o
equivocado a los ciudadanos por sus preferencias políticas.
4. Evalúa a los candidatos no por lo que dicen que harán, sino por lo que han hecho.
Estimada indecisa/o, hemos llegado a este punto con algo de
información en la mano, pero resulta claro que un candidato puede tener
la mejor preparación o las mejores propuestas y no cumplirlas. ¿Cómo
puedes evaluar sí solo lo dice por tomar tu voto para olvidarse después?
Estamos ante una pregunta clave para la que no encontrado mejor
respuesta que el análisis de lo que han hecho antes. La mayoría de los
candidatos ya tienen una carrera previa. Te lo digo con seguridad, a
pesar que reviso sus propuestas pongo mayor atención a su conducta
pasada porque esa es la única evidencia con la que contamos. Por
ejemplo, si un candidato promete empleos, pero nunca ha impulsado o
logrado algo similar previamente, ¿Por qué lo habría que lograr ahora?
Más sencillo resultan los casos en los que prometen combatir la
corrupción pero han sido responsables de esa misma acción en el pasado.
Aquí tienes que cuidar que no todo señalamiento de corrupción es cierto,
pero para eso tenemos ya los consejos del punto 2.
En lo particular a mi me gusta premiar con mi voto a los políticos
que lo han hecho bien en el pasado, que como ya sabrás no abundan. En
México parece que la física se invierte y los corruptos y criminales se
caen pa’arriba y continúan sus carreras políticas. Con el voto no solo
puedes cambiar esto premiando a los mejores, sino castigando a los
peores.
5. Las elecciones son más procesos emocionales que racionales.
Te confieso que está lección tarde en entenderla. Como muchas cosas
en nuestras vidas en dónde se movilizan millones de personas y las
discusiones ocupan todo los espacios desde la sobremesas, los salones de
clase y los espacios de trabajo, hasta las pantallas de medios de
comunicación y de redes sociales. Los procesos electorales generan mucha
pasión.
No siempre seguir las pasiones nos hace tomar las mejores decisiones,
pero descartes revisar como te sientes frente a un candidato y sus
propuestas. Ese ejercicio es bueno si lo combinas con la parte racional
de los puntos anteriores porque te puede ayudar a conciliar o a dudar.
Te ayudará también a entender porque a pesar que le muestres información
a otra persona sobre la falsedad de una información, esta persona
decida seguir creyendo lo impreciso. No te frustres, así es la política,
lo que no significa que no hagamos un esfuerzo permanente por tomar
decisiones lo más racionales posible.
6. A pesar de que intentemos que nuestro voto sea racional, eso no significa que sea ideal.
Una de las cosas más importantes que con los años aprendí, es que
votar no es una decisión ideal, es decir, que votarás por la persona en
la que coincides 100 por ciento, que te emociona, que no tiene error
alguno y por quién estás dispuesto a convencer a más. Algunas personas
logran votar así, pero a mi nunca me ha pasado. ¿Sabes por qué? Porque
revisando que tipo de decisiones en mi vida reúnen estos requisitos no
encuentro muchas, casi ninguna. Cuando voy a comprar ropa, siempre quedo
con dudas. Solo cuando elegí a mi esposa y cuando compro un helado
doble de chocolate, he estado ante una decisión ideal.
Votar no es como la barra libre de ensaladas o la cafetería en la que
puedes configurar de manera precisa tu producto. Acá las opciones son
limitadas. Así no te desanimes por que el candidato que mas te late
tiene algunas cosas que no te gustan Lo importante es que te convenza su
propuesta y que su trayectoria te parezca consistente. No hagas caso
que estarás votando por el menos peor, esa es una manera pesimista de
decir que estarás tomando la mejor decisión posible.
7. La democracia es más que elecciones.
Querida indecisa, querido indeciso, llego al final de la misiva con
un poco de pesar con la certeza que no te aligerado la confusión, porque
como puedes ver estos 7 consejos no te resuelven por quién votar, al
contrario te doy más trabajo. Esto es así porque ejercer la ciudadanía
no puede ser delegado, ni es un servicio que una app te resuelva. En
resumen requiere que te involucres más y este es la última lección que
he aprendido. Elegir a un candidato y votar, solo será el inicio de la
tarea. Después hay que vigilarlos.
Me despido con un mensaje más alentador. No todo es dedicar más
tiempo, involucrarte, revisar información y ponerlas en juego como un
ejercicio solitario. prenderás que la política no es de los políticos
sino de las personas. En el camino encontrarás a otras personas formando
amistades duraderas y quizá, compañeros de causas. Te darás cuenta que
eso hace que la política sea maravillosa.
Con afecto.
Jesús Robles Maloof.
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