Mary Lara Salvatierra
La socióloga polaca, analiza la coyuntura política de su país desde una perspectiva feminista con miras a construir un futuro mejor.
La contundencia de los argumentos de Iza Desperak y la simplicidad con la que los expone son simplemente admirables.
Ella es socióloga de género, especialista desde 1995 en
investigaciones de divisiones de género, trabaja actualmente en la
Universidad de Lodz en Polonia, es activista feminista y autora de
numerosos libros y artículos. Su trabajo de investigación empezó
abordando el tema del aborto en Polonia como tema para su doctorado y
muy pronto se dio cuenta que no sólo escribir sobre eso era un tabú,
sino también opinar al respecto.
“En lo académico fue en 1995 que comenzaron a aparecer ciertos libros
de investigación sobre cuestiones de roles de género relacionados con
el movimiento de las mujeres, yo publiqué (con mucho esfuerzo) un
estudio sobre el aborto ilegal en Polonia y a pesar que fue durante el
momento previo al movimiento Tak dla kobiet – Yes for women todo el
mundo permaneció en silencio, la prensa no tocó el tema y nadie se
pronunció sobre las iniciativas por la legalización del aborto. Tal vez
ese fue el motivo por el que no tuvimos éxito en ese momento, porque a
pesar de demostrar que era posible publicar investigaciones académicas
sobre esos temas, había aún muchísimas barreras que destruir, entre
ellas el desinterés por el feminismo, la homofobia y la discriminación
en general. El primer tabú que sobrepasé en mi trabajo fue que desde la
academia no se hablaba de la homofobia, otro tabú es el referente a las
madres solteras, considero que es un tabú mayor, incluso más que la
homofobia y el aborto juntos.
¿Tal vez porque desde los lineamientos patriarcales, es considerado “normal” ser madre soltera?
Puede ser, pero comparando la situación polaca con otros países de la
Unión Europea no es normal. No debería ser normal. Lo que sucede en
Europa del Este no debería ser normal, porque el problema radica en que
los padres no entienden que es necesario pagar la manutención de sus
hijos, aun sabiendo que la ley indica que se deben pagar por la
educación y la salud de los niños, los hombres siguen sin entenderlo.
Explicar esta realidad en inglés al resto de países europeos es muy
difícil porque esas situaciones no ocurren. En países como Bielarusia,
Ucrania y Rusia si lo entienden y es posible hablar al respecto porque
nuestras realidades son similares.
Ahora que lo mencionas, nosotras en muchos países latinoamericanos
tenemos una situación similar: la ley existe, el padre y la madre deben
solventar económicamente las necesidades de las hijas y los hijos que
tienen a cargo, pero la figura del padre siempre está ausente, todo el
peso de la crianza recae en las mujeres, y con ello la responsabilidad
de haber quedado embarazadas, es por eso que tanto la sociedad como la
ley las culpan y finalmente en la práctica son sólo ellas las que deben
mantener a sus hijas e hijos.
Entonces estamos hablando exactamente de la misma figura masculina… y de
la misma ley patriarcal. Aquí en Polonia tenemos una organización de
madres solteras, estamos organizadas y realizamos una marcha al año,
hemos tratado de informar sobre esta realidad desde la universidad,
porque sabemos que el resto de Europa no entiende esta problemática,
pensamos que es un problema particular, pero de hecho es un patrón
generalizado y hay muchísimos elementos de estudio dentro de este modelo
patriarcal. Yo me estoy centrando principalmente en la realidad polaca
que es la que estudio desde hace mucho tiempo, pero si hago la
comparación con otras sociedades y culturas el patrón se repite: Junto
con la resistencia a la lucha por los derechos de las mujeres, está la
homofobia, el racismo, la discriminación… Por otro lado, tenemos a los
países católicos de Europa occidental como Portugal y España, donde se
habla públicamente de estos temas, no sólo en círculos académicos, sino
en general, y la población puede entender que las mujeres compartimos
los mismos problemas a pesar de las fronteras y que tenemos muchas
opresiones en común. Desde nuestra perspectiva, por ejemplo, vemos a
España como un país netamente secular, pero definitivamente la vida de
las mujeres allá no es perfecta, es por eso que ha habido tantas marchas
y demostraciones públicas por la inconformidad de las mujeres ante la
justicia patriarcal, lo mismo sucede en Portugal. Las académicas
criticamos la realidad y los medios de comunicación no.
¿Puede estar relacionado con que estos países tienen en común
el hecho de tener una tradición católica muy fuerte y por tanto una
imposición social desde la Iglesia como institución?
La Iglesia influye parcialmente, existe cierta imposición es cierto,
pero el patriarcado ahora está asociando cada vez más la Iglesia y el
nacionalismo. El factor más importante de este nuevo avance patriarcal
es el nacionalismo, pero aún está oculto.
En ese caso el análisis no se centraría en una religión particular, sino
en los sistemas religiosos que tienen como figura principal al hombre,
el que domina la naturaleza incluyendo a la mujer posicionándola como un
ser inferior y luego extendiendo esa idea a la vida social, moral y
política de nuestros países.
Hay que ir más profundo aún, ya que muchos de los movimientos
nacionalistas no están como en el pasado, asociados a la Iglesia o a
algún sistema religioso, sin embargo, tienen exactamente la misma idea
de que la mujer es inferior al hombre. Hay una mística mucho más
extremista aún sobre los roles que deben cumplir hombres y mujeres y
también está la influencia del movimiento pro-vida estadounidense, que
opera aquí en Polonia y envía dinero a la causa, perpetuando la idea del
hombre como héroe, un hombre que debe ser fuerte, actuar exageradamente
violento, un héroe que puede hacer todo sin enfrentar consecuencias, y
muchos hombres jóvenes son animados a tener ese estilo de vida, y puedes
encontrarlos formando parte de las organizaciones de ultra derecha, por
lo general no están ligados a la Iglesia, son seculares, pero ellos
prefieren la mitología que divide a los sexos tradicionalmente, siguen
pensando que los hombres deben salir a cazar mamuts y las mujeres
quedarse en sus cuevas esperándolos.
Y otro factor a tener en cuenta, es que hubo una propaganda muy grande
contra el comunismo, y, por tanto, todo lo que esté asociado a ello no
está aceptado, como la idea de igualdad, los derechos reproductivos de
la mujer, el feminismo… todos esos conceptos están asociados a la misma
idea, por eso el feminismo es llamado de marxismo, lo que es muy
negativo en Polonia, porque se asocia con el stalinismo, o aún peor…
Bueno, pero actualmente hay una corriente desde el feminismo, que trata
de reescribir la historia y con ello todos los sistemas políticos y
filosóficos incluyendo el marxismo, porque debemos analizarlos ahora
desde una perspectiva feminista e introducir la problemática de las
mujeres, la cuestión de clase, por ejemplo, no es sólo sobre el hombre, y
eso ya lo decía Kollontai en su época y fue invisibilizada…
Sí, es necesario darle el lugar que merecen las mujeres que crearon
historia, y devolverles la voz. Esa es la tarea que tenemos las mujeres
académicas. Actualmente en Polonia hay muchos movimientos contra el
sistema, pero incluso esos partidos no se identifican con el marxismo,
son llamados de izquierda porque el estigma ideológico persiste.
¿Cómo se relaciona la vida cotidiana, con la ideología política y el modelo que proponen los sistemas religiosos?
Hay que analizar el porqué del hecho que haya tantas personas que no
son creyentes y sin embargo van a la iglesia, no viven de acuerdo a la
espiritualidad que proponen algunos sistemas religiosos, sino todo lo
contrario. No es algo relacionado a la ideología, porque si fueran
creyentes, se comportarían de acuerdo a la espiritualidad y además
asistirían a la iglesia. Actualmente vemos muchas personas que asisten a
la iglesia, pero solo para ver si otros lo hacen o no, eso es muy
frecuente en los pueblos pequeños aquí en Polonia, hay familias con
conflictos sumamente delicados o personas que delinquen y están al borde
de la ley, pero que sin embargo asisten a la iglesia y que si un
miembro de su familia no lo hace, pues los conflictos se acentúan, en
esos casos, cuando tu padre es alcohólico y tu hermano un delincuente,
tú tienes que asistir a misa para mostrarle a todos que eres “normal”.
Así que no hay que analizarlo desde la perspectiva de la ideología, pero
sí desde las tradiciones familiares en cada sociedad donde los sistemas
religiosos se han impuesto históricamente. La Iglesia ha estado
involucrada desde siempre en las tradiciones que ahora son parte de
nuestra vida familiar, eso hay que analizarlo. En la Iglesia se habla
sobre los anticonceptivos y que estos “matan bebés” por tanto desde la
Iglesia sí que se enseña una parte de la ideología patriarcal, aunque no
esté directamente relacionada con eso porque no es su función. En
Polonia, al principio de la transición, nadie hablaba sobre el aborto y
la contracepción, y aún ahora, a los adolescentes en las escuelas no se
les habla de esos temas.
En muchos países, en la secundaria se le enseña a niñas y
niños sobre educación y salud sexual, actualmente en Polonia eso no
figura en la curricula educativa, ¿Cómo afectará eso a las futuras
generaciones si en la vida cotidiana no se habla de esos temas y en la
escuela tampoco?
Antes de las protestas negras, nadie hablaba en público sobre el
aborto, en ningún medio y menos en la esfera privada, porque los últimos
veinte años, lo único que hemos escuchado es que el aborto puede ser
viable solamente en situaciones extremas, por eso la juventud no puede
expresarse.
Antes de la transición se hablaba abiertamente de esos temas y en
muchísimos idiomas, la gente de mi generación puede hablar y expresarse
no sólo en polaco, sino en otros idiomas, ese discurso y la idea de
igualdad era muy difundida, ahora la juventud no puede hablar de eso ni
en su propio idioma porque no hay información al respecto.
A los 18 o 19 cuando ingresan a la Universidad recién empiezan a hablar
entre ellos al respecto. Hace poco estuve dando clases a unos chicos de
secundaria y surgió el tema de las desventajas y ventajas de ser niño o
niña, una de las desventajas que propusieron por ser mujeres fue la
menstruación, ventaja fue que puedes tener bebés, pero desventaja quedar
embarazada. Tener ese pensamiento a esa edad es desalentador, porque la
juventud no puede hablar libremente de esos temas, pueden tener cierta
experiencia y conocimiento empírico, pero no tienen un discurso público:
no tienen voz. Es una tarea ardua, porque tampoco hay traducciones al
polaco para poder educar en feminismo.
¿Cuál sería la tarea del feminismo polaco para revertir esta situación?
Tengo miedo que en este escenario no podremos hacer nada. Estamos
estancadas en la misma batalla hace más de veinte años, por eso
insistimos para llevar a cabo un proyecto de ley que eduque en feminismo
y que le de derechos reproductivos a las mujeres. Desde las
organizaciones feministas y los colectivos de mujeres nos hemos
organizado para mejorar nuestro proyecto de ley, conseguimos firmas para
llevarlo a discusión al parlamento, peleamos para que nos den fecha
para que se discuta y finalmente no se realiza el debate. Hemos repetido
ese proceso una y otra vez. El único método factible sería tener una
diferente representación en el Parlamento, a esta altura parece
imposible, porque actualmente no hay partidos que hagan nada al
respecto, aunque haya mujeres en el Parlamento (porque hemos tenido un
grupo de mujeres que discutieron la brecha salarial sin resultado), es
necesario que se involucren en el movimiento feminista y eso no está
sucediendo… Para cambiar el Parlamento necesitamos otros sesenta años
lamentablemente.
Polonia al igual que Irlanda hace poco, y Argentina ahora
mismo, está peleando por que se legalice el aborto y que sean liberados
los derechos reproductivos para las mujeres, ¿Cuál es el proceso que
seguirá ese proyecto?
Es una situación política muy complicada, porque si ahora mismo
rechazan el proyecto van a tener problemas con los organismos
internacionales, porque Polonia está en la mira de todo el mundo por
causa de su ley antiaborto. Hemos enviado muchísimas veces el proyecto
de ley para que sea discutido en el Parlamento, pasa a la comisión de
salud y ahí queda, porque generalmente es rechazado en el segundo
debate, este año fue diferente, porque en esa instancia crearon una
comisión de derechos humanos y recomendaron esperar. El gobierno no
quiere tener un movimiento internacional en su contra, por eso no han
puesto la prohibición total del aborto, aunque en la realidad la
prohibición es de hecho total. Por ejemplo, hay muchas personas que
están importando la píldora del día siguiente a Polonia, y son ellos
mismos, los del gobierno, quienes controlan esa entrada, aunque está
prohibida, sin embargo, en muchas de esas remesas están incluidos los
nombres de quienes las piden y aunque podrían arrestar a esas personas
no lo hacen y no publican nada sobre eso. Ellos quieren controlar la
información y quieren manejar todo el escenario, muchas veces requisan
las parcelas y ya.
Otra vez la idea de controlar totalmente a las mujeres y sus derechos reproductivos…
Exactamente, pero como vemos no es una cuestión de religiosidad sino de
la institución y de los hombres que la manejan y por tanto, las
decisiones sociales que se toman desde ahí para tener poder político
sobre las mujeres. Enmarcada en la tradición, se dan tributos a la
Iglesia, impuestos que cubren los gastos de la Iglesia católica porque
históricamente contribuyó a la reconstrucción del país después de la
guerra. Ok, pero eso no sucedió en todos los países y sin embargo todos
los gobiernos eligen distribuir la riqueza de la ciudadanía para darle
más poder a la Iglesia.
Luego de todo lo que hemos conversado, ¿Cómo ves el futuro del movimiento feminista en Polonia?
Creo que el movimiento que tenemos es muy grande y fuerte y que va a
cambiar todo, tiene una perspectiva global, una buena infraestructura
que puede cambiar la sociedad como la conocemos, y creo que las
generaciones futuras van a aprender y generarán el cambio. Es hora de
juntarnos todas las mujeres y hacer algo al respecto, empezando por
entender todo lo que sucede, porque es necesario involucrarnos en el
feminismo, analizar las políticas de los partidos que quieren
gobernarnos y luchar no solo contra el patriarcado, sino contra los
partidos que defienden ideas nacionalistas, tenemos que mover el
análisis y el debate a ese campo si queremos marcar la diferencia. Hay
una tendencia mundial, las sociedades están polarizadas entre el
nacionalismo patriarcal y el feminismo radical, lo que está en el medio
beneficia sin duda al patriarcado y al sistema económico neoliberal.
Me gustaría presenciar el cambio, porque vengo batallando contra esto
casi toda mi vida y ya es hora de ver resultados, no sólo en cuanto a
los derechos reproductivos de las mujeres, sino en general en recuperar
nuestros derechos más fundamentales, estamos ante una arremetida
patriarcal que permite la xenofobia, justificada por las leyes de los
gobiernos europeos. Hay dos cosas que los partidos nacionalistas tienen
en común, y son la homofobia y la negación de los derechos reproductivos
para la mujer. Todos piensan que las mujeres somos una minoría, que
nuestros pedidos desde el feminismo se tratan de obtener representación
para un colectivo, pero nosotras somos la mitad de la población y la
idea de secularidad tiene que estar presente en las políticas que
exigimos, y sobretodo pelear contra el nacionalismo. Educar en feminismo
debe ser nuestra tarea principal, esa la única vía para erradicar
comportamientos xenófobos, racistas y homófobos des nuestras sociedades.
Tenemos que seguir peleando unidas entre nosotras, solo nos tenemos a
nosotras, y el feminismo ya no es sólo una opción política individual,
es la mejor salida a todos los problemas sociales que existen. Tenemos
que estar juntas todas las mujeres, crear redes y apoyarnos entre
nosotras, es importante centrar nuestros esfuerzos en educar en
feminismo, a partir de ahí todo crecerá y se desarrollará para un futuro
mejor. La educación debe ser para todas, y tenemos que mantenernos en
ese camino.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario