POR Jenaro Villamil
Reportaje publicado en Revista Proceso No. 2189
Compra de predios de Conagua
Otra vía para el acaparamiento de los terrenos aledaños del NAIM fue
la adquisición paulatina, desde el sexenio de Felipe Calderón, de la
Comisión Nacional del Agua (Conagua) de predios en los ejidos de Santa
María Chimalhuacán, San Luis Huexotla, Santa Cruz de Abajo, San
Bernardino (del municipio de Texcoco), Santa Isabel Ixtapan, San
Cristóbal Nexquipayac y Francisco I. Madero (pertenecientes a Atenco)
bajo el pretexto de desarrollar suelos menos vulnerables a la erosión
eólica con cubierta vegetal o acuática.
La “compra silenciosa” de terrenos de Conagua —como denuncian los
ejidatarios— ha logrado acaparar 663 títulos de propiedad en estos
municipios para construir el Parque Ecológico Lago de Texcoco y
proyectar la construcción de un monumental predio “que puede contener 43
veces el Central Park de Nueva York y 23 veces el Bosque de
Chapultepec”, según estableció el Libro Blanco de Conagua sobre este
proyecto, fechado en 2012. Conagua planea adquirir un total de 2 mil
929 hectáreas.
En su libro Política, Negocios y Poder, El Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, el
ex senador y futuro subsecretario de Gobernación, Alejandro Encinas,
relató que en 2008 asambleas ejidales de Hidalgo, Carrizo y Chimalhuacán
aceptaron vender a 119 pesos el metro cuadrado de sus tierras a
Conagua, y en 2013, otros ejidos como San Felipe, San Bernardino,
Nexquipayac y Santa Isabel Ixtapa vendieron sus tierras por 157 pesos el
metro cuadrado.
Encinas subraya que esta estrategia “fue un engaño que le permitió al
gobierno federal instrumentar con gran sigilo una operación
inmobiliaria que conformó una red de complicidades entre los gobiernos
del PAN, y del PRI, acompañada por el gobierno del Estado de México y
por particulares que tuvieron acceso a información privilegiada”.
El negocio de las minas y el huachicol
El recorrido realizado por los futuros secretarios de Comunicaciones y
Transportes, Javier Jiménez Espriú, de Semarnat, Josefa González
Blanco, y de la Secretaría del Bienestar, María Luisa Albores, por
cinco municipios colindantes con el NAIM documentó públicamente otro
gran negocio alrededor de la explotación de minas de arena, grava,
tezontle y tepetate que requiere la construcción del NAIM.
Desde octubre de 2015 proliferó en toda la zona del nororiente del
Valle de México un total de 157 minas de basalto y tezontle en un radio
de 50 kilómetros alrededor del NAIM. Los habitantes de los municipios
aledaños denuncian que hay muchas más, que afectan el medio ambiente,
ponen en riesgo las zonas habitacionales y operan clandestinamente.
“Seis mil camiones diarios trasladan materiales de las minas”, advirtió el ingeniero Javier Jiménez Espriú, consultado por Proceso tras su visita el pasado 10 de octubre, acompañado por reporteros y cámaras televisivas.
En este recorrido, Jiménez Espriú se enfrentó verbalmente con la
apoderada legal María Susana Godínez, de una mina de tezontle, propiedad
de la empresa Martínez Villegas S.A. de C.V., que explota 42 hectáreas
entre Teozoyuca y Chiautla. Godínez argumentó que estaban “invadiendo”
propiedad privada y corrió al ingeniero, junto con los reporteros.
Los pobladores se quejaron por la grave afectación ecológica de la
zona y el florecimiento de la venta ilegal de combustible o huachicol
para los 6 mil camiones diarios que trasladan materiales para la
construcción del NAIM.
La mina es propiedad de René Martínez, empresario cercano al gobierno
de Peña Nieto, y que forma parte de una red de más de 60 minas que
están explotándose en la zona, de las cuales sólo diez tiene concesiones
en regla, según informó el equipo del gobierno de transición de Andrés
Manuel López Obrador.
La empresa Martínez Villegas S.A. de C.V. inició su actividad de
extracción minera en 1990 con materiales para la construcción. De
acuerdo con el directorio del sector minero, de la Secretaría de
Economía, explota la mina Cerro Grande y San Pedro, en Acolman, Globo
Azul y La Lupita, en Chicoloapan, La Guadalupana y La Magdalena en
Ixtapaluca, otra mina en Tlahuico. No aparece en este registro la mina
ubicada en Teozoyuca.
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