Demanda acción conjunta
Casi 70% de crímenes en el país, relacionados con arsenal comprado allá, destaca en evaluación del pacto migratorio
El gobierno de México ha observado un incremento sustancial en las incautaciones de armas ilegales de origen estadunidense. En promedio, 567 de esos objetos entran por día a nuestro país de forma irregular, es decir 22 cada hora.
De acuerdo con información contenida en un documento que el titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, presentó en la Casa Blanca, la administración mexicana puntualizó que este incremento ha generado un pico de homicidios violentos.
Cerca de 70 por ciento de los crímenes perpetrados en territorio mexicano están relacionados con armas compradas en la Unión Americana.
Según el Departamento de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF, por sus siglas en inglés), muchas de los artefactos ilegales que ingresan a México fueron adquiridos en negocios locales ubicados en California, Arizona, Nuevo México.
El canciller destacó ante funcionarios de Estados Unidos que la Secretaría de la Defensa Nacional estima que en los últimos 10 años ingresaron a territorio nacional 2 millones de armas de fuego de manera ilegal. Las autoridades nacionales han localizado y confiscado cerca de 200 mil en este periodo.
México considera que ambos países deben trabajar de manera urgente en este problema bilateral, se aprecia en la presentación.
Es también un problema fronterizo y el DHS (Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos) debería intensificar sus esfuerzos para detener el tráfico ilegal.
Para abordar este problema, Ebrard informó este martes al secretario de Estado, Mike Pompeo, y al vicepresidente Mike Pence, durante el encuentro para evaluar el acuerdo migratorio firmado entre ambas naciones el pasado 7 de junio, que se estableció un grupo binacional.
Además, según el texto, México propuso operaciones adicionales para el control de armas y drogas en cinco puntos de la frontera: San Diego-Tijuana; El Paso-Ciudad Juárez; Laredo-Nuevo Laredo y Brownsville-Matamoros.
Consultado sobre el tema, el director de Supervisión de Defensa de la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (Wola), Adam Isacson, indicó que si bien ambas naciones podrían hacer mucho más por disminuir el trasiego, nunca se podrá congelar esta práctica ilegal, como solicitó el gobierno mexicano.
Es una frontera enorme, porosa, y siempre habrá oferta y demanda que se va a satisfacer, advirtió el especialista, aunque destacó que ambas naciones podrían realizar mejores revisiones sobre lo que se traslada de norte a sur,
y no lo hacen.
Expuso que en Estados Unidos podría trabajarse mucho más en lo relacionado con el control para la venta de armas. Sin embargo,
es un tema que en este momento está en el Congreso y creo que va a morir en el Senado.
Estimó que el voto de 10 o 20 por ciento del electorado en Estados Unidos, principalmente de derecha, está motivado casi en 100 por ciento por el tema de armas.
Ana Langner
Periódico La Jornada
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