De implementarse, medida impactaría en bolsillo de mujeres
Para
incrementar la recaudación de impuestos, el presidente Andrés Manuel
López Obrador propuso dentro del Paquete Económico para el Ejercicio
Fiscal 2020, un “esquema simplificado de tributación” para las ventas
por catálogo y que de esta manera paguen el Impuesto Sobre la Renta
(ISR).
La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) señala en el Anexo
D del Presupuesto de Egresos del 2020 que la medida busca reducir la
carga administrativa de las personas que se dedican a vender de manera
independiente además de darles formalidad y “certidumbre tributaria”.
Cimacnoticias entrevistó a expertas para conocer las implicaciones de
esta medida que aún no precisa si impactará directamente a quienes
venden por catálogo, o a las y los consumidores pero que evidentemente
continúa favoreciendo a las empresas quienes se llevan el mayor
porcentaje de las ganancias por las ventas de sus producto.
VENDEDORAS
En México, cerca de 2 millones 700 mil personas se dedican a las
ventas directas por catálogo, 78 por ciento de ellas son mujeres, según
datos de la Asociación Mexicana de Ventas Directas (AMVD), pues se ha
vuelto una forma de generar ingresos adicionales entre las
profesionistas y amas de casa, dado el desempleo y crisis económicas que
afectan el ingreso familiar.
“Por lo menos una de cada cuatro familias, obtienen su ingreso de
esta forma” señaló en entrevista con Cimacnoticias la directora
ejecutiva de Netzen, consultoría especializada en ventas directas,
Lizelotte Ludwig,
Mientras empresas como Avon, facturan ingresos anuales por 9 mil 800
millones de pesos en México – equivalente al presupuesto de 2019 para
subsidios de vivienda social- las más afectadas por esta medida serían
las vendedoras, que además de pagar catálogos, envíos e impuesto al
valor agregado (IVA) quedarían con muy poco margen de ganancia como es
el caso de Luz del Carmen Yáñez, quien dijo para Cimacnoticias que por
15 años trabajó como vendedora de Omnilife y su ingreso máximo al mes
era de 3 mil pesos “Sería pegarle a la parte más débil de la cadena”
señaló.
La mayor parte de las mujeres dedicadas a esta ocupación tienen
estudios de secundaria o preparatoria, son jefas de familia y tienen al
menos cuatro dependientes según datos de la AMVD y van desde las madres
solteras, estudiantes, profesionistas y mujeres divorciadas que buscan
obtener o complementar sus ingresos, aunque no sean fijos.
Por lo tanto, gravar las ventas de estas mujeres contribuiría a
profundizar las desigualdades de sueldos, ya que de acuerdo con el
“Segundo Informe del Observatorio de Trabajo Digno de la organización
Acción Ciudadana Frente a la Pobreza”, la diferencia entre los sueldos
de mujeres y hombres en México es del 16 por ciento, aunado al trabajo
adicional de labores domésticas y de cuidado que las mujeres realizan,
para lo cual dedican entre 30 y 40 horas a la semana.
Hay que recordar que empresas como Avon, Natura, Mary Kay, Jafra,
Tupperware, Amway, Herbalife, entre otras, venden un esquema de
empoderamiento femenino en los países de Latinoamérica donde operan,
debido a que es una región donde las mujeres acceden a las posiciones
trabajo y sueldos más bajos y no acceden a posiciones de liderazgo,
donde se podrían obtener mayores ingresos, como lo señala el Informe de
mundial sobre salarios 2018/2019 de la Organización Internacional del
Trabajo (OIT).
Por ello, dijo la responsable de investigación estadística de la
organización “Equidad y Género, Ciudadanía, Trabajo y Familia”, Jeli
Camacho Becerra, el éxito de estas empresas radica en el uso del tiempo
de las mujeres.
“Están en sus oficinas o cuidando a otras personas y a la vez están
vendiendo, aprovechan su tiempo al máximo” dijo para Cimacnoticias, y
agregó que las ganancias mayoritarias son para los propietarios de estas
empresas multinacionales y no para las vendedoras ya que muchas de
ellas ganan lo equivalente a un salario mínimo mensual y no cuentan con
un sistema de seguridad social o de ahorro para el retiro que les
beneficie.
Las expertas coinciden en que este impuesto es regresivo y debe darse
una discusión más amplia para la aplicación de esta medida, en ese
sentido la diputada federal Nayeli Salvatori Bojalil del Partido
Encuentro Social, señaló a través de sus redes sociales que la medida va
enfocada hacia las y los consumidores de los productos de venta por
catálogo y no hacia las vendedoras “nuestra recaudación de impuestos es
muy baja y lo que generaría más estabilidad es mejorar esa recaudación
porque en nuestro país hay mucha evasión fiscal…” dijo la legisladora en
relación a esta medida que se busca implementar para el 2020.
Al respecto, Denisse Vélez Martínez y Alma Colin Colin que- junto con
la economista Jeli Camacho Becerra- integran la Coordinación de
Políticas Públicas y Presupuesto para la Igualdad y Desarrollo
sustentable de la organización Equidad y Género; comentaron que la
mirada de la diputada Salvatori Bojalil es superficial porque el
problema de fondo es otro y está relacionado con el mercado de trabajo
informal en el que se desarrollan las mujeres de México. “Nos preocupa
que perteneciendo a la Comisión de Igualdad de Género no vea las
implicaciones que tendría esta medida”.
La SHCP debe aclarar que está entendiendo como comercio al por menor
dentro de esta adición del artículo 76-B a la Ley de Impuesto sobre la
Renta, ya que se muestra un desconocimiento al respecto de la situación
económica de las personas que se dedican a este tipo de actividad.
“Es preocupante que se piense de esa forma siendo que las mujeres
-tanto consumidoras como vendedoras- ya están pagando un impuesto al
consumo que es el IVA” dijeron las expertas en economía de Equidad y
Género, y añadieron que de enfocar así esta medida, se convertiría en
algo similar a los gravámenes que se pagan por productos de cuidado e
higiene femenina- conocido como impuesto rosa- que son los que registran
mayor índice de comercialización por catálogo, según cifras de la
Asociación Mexicana de Ventas Directas.
Destacaron que además de los productos de belleza, algunos otros como
los de limpieza, nutricionales, sábanas, colchas, ropa y zapatos no
entrarían en la clasificación que propone la Secretaría de Hacienda,
debido a que la dependencia toma como referencia el Clasificador
Industrial de Actividades de América del Norte, mismo que no especifica
este rubro de productos y es un parámetro para la realización de la
contabilidad nacional y medición del Producto Interno Bruto trimestral.
Es por ello que se debe dar una discusión más amplia para tener claridad
en la medición, clasificación y recaudación del impuesto para lograr
las metas fiscales del Paquete Económico 2020.
CIMACFoto: César Martínez López
Por: Carolina Huerta García
Cimacnoticias | Ciudad de México.-
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