OPINIÓN
Por: Lucía Lagunes Huerta
El
día de ayer, la diputada morenista Lorena Villavicencio presentó ante
la Conferencia Nacional de Legisladoras y Organizaciones de la Sociedad
Civil, la propuesta de hacer un pacto con el presidente. De lograrlo,
sería no sólo un triunfo político, sino la quinta transformación.
Pactar, bajo la política feminista, implica colocar en el centro del
pacto la vida y la libertad de las mujeres y reconocer, sin cortapisas,
la validez del movimiento feminista como interlocutor.
La diputada Villavicencio propuso el pacto en el pleno de la
asamblea, frente a representantes de 130 organizaciones y legisladoras
federales del PRI, PAN, PRD y Morena, así como algunas legisladoras
locales.
El “Pacto por la Vigencia Plena de los Derechos Humanos de las Niñas y
Mujeres Mexicanas” propuesto por la legisladora, busca construir un
pacto social que impulse un nuevo modelo de desarrollo humano en el que
las personas y sus Derechos Humanos sean el centro de las acciones.
Este llamado al presidente Andrés Manuel López Obrador, parte de la
“preocupación por el crecimiento de las distintas formas y
manifestaciones de violencia hacia las niñas y las mujeres dentro y
fuera de sus hogares, teniendo como consecuencia un panorama
desalentador con alta incidencia, impunidad y un limitado apoyo a las
víctimas.
Incluye seis apartados para garantizar a las mujeres y niñas el pleno goce de sus Derechos Humanos.
El primer rubro titulado “Primero las pobres” (siguiendo la lógica
presidencial) coloca en el centro a las más pobres de entre los pobres:
las mujeres; y se centra en indígenas y rurales y en la
etiquetación para las dependencias para erradicar el analfabetismo
femenino y garantizar que todas las mujeres accedan a la salud sexual y
reproductiva, entre otras siete acciones.
El segundo apartado, nombrado “Madres trabajadoras”, incluye el
seguro de desempleo para jefas de familia; el tercero “Empleo digno para
las Mujeres, autonomía económica” (prioridad del Instituto Nacional de
las Mujeres); cuarto “Niñas y niños nuestra prioridad”; quinto “Por la
vida y la seguridad de las niñas y las mujeres” y sexto “Contra la
corrupción y por la rendición de cuentas, todos los recursos deben ser
vigilados y auditados”.
De acuerdo con la legisladora Villavicencio, de los 28 millones de
mujeres que se encuentran en el mercado laboral 21 está en la
informalidad, con toda la precariedad que eso significa. Un dato que
para la transformación que se quiere hacer, debe tomarse en serio.
En la era de la paridad es un gran esfuerzo de las legisladoras
construir una agenda que las una y aglutine y con las organizaciones
sociales, pues en este encuentro las ausencias de las presidentas de las
comisiones de igualdad tanto en el senado como en la cámara se dejaron
sentir, especialmente porque la convocante es de su mismo partido.
Las senadoras y diputadas presentes insistieron a lo largo de sus
discursos en que la era de la paridad demanda la transformación de la
condición de desigualdad de las mujeres.
Hay que recordar que las mujeres en las pasadas elecciones del 1 de
julio de 2018 representaron 51.8 por ciento de la Lista Nominal
Electoral, es decir, casi cuatro puntos porcentuales más que hombres
inscritos en la INE.
El pacto busca revertir no sólo la indiferencia que muestra el
Ejecutivo por los Derechos Humanos de las mujeres sino transformar la
lógica de la política presidencial para colocar en el centro la vida de
las mujeres, su dignidad y su libertad. Prioridad que tiene que ser
reflejada en el Presupuesto Federal, en las acciones de gobierno y en
las políticas de Estado.
Las mujeres asistentes al encuentro decidieron aceptar el pacto. Lo
que nadie explicó y tampoco se preguntó, son los causes que se llevarán
para presentarle al Presidente el Pacto e iniciar con él un diálogo que
le permita aceptarlo. En tanto esto no suceda, quedará en el registro de
los eventos realizados en la cámara de diputadas y nada más.
Las que buscan pactar no son empresarias, ni tienen contratos
millonarios que obliguen al Ejecutivo a sentarse a negociar, son mujeres
del "pueblo", como el presidente llama a la ciudadanía.
Veremos si en Palacio Nacional deciden ir más allá y concretar la
quinta transformación para incluir en el desarrollo de México a 61
millones de ciudadanas que hoy no tienen garantizados plenamente sus
derechos.
*Periodista y feminista, Directora General de CIMAC
Twitter: @lagunes28
CIMACFoto: César Martínez López
Cimacnoticias | Ciudad de México
No hay comentarios.:
Publicar un comentario