El paquete económico 2020 está
en manos del Congreso, y a éste corresponde su aprobación, modificación
o rechazo. En el proceso, todos los legisladores participan, excepto en
el caso del Presupuesto de Egresos de la Federación, pues sólo los
diputados tienen facultad legal para proceder en el sentido referido.
Será un proceso de dos meses y muchos jaloneos, pero en vía de mientras
el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas de la Cámara de Diputados
desmenuzó el contenido de tal paquete, y de su análisis se toman los
siguientes pasajes. Va, pues.
Para 2020 estima un crecimiento de entre 1.5 y 2.5 por ciento; si
bien se aprecia un entorno externo menos favorable, se espera que el
fortalecimiento del mercado interno, la creación de empleos, el repunte
del crédito y la inversión en infraestructura pública y privada
propiciarán un mayor dinamismo que el previsto para 2019, al que se
puede agregar el impulso de factores externos (mejores condiciones
comerciales ante la probable ratificación del Tratado entre México,
Estados Unidos y Canadá) e internos.
Se aprecia que la actividad productiva estará determinada por el
fortalecimiento de la demanda interna ante el crecimiento del consumo,
impulsado por la reducción en la tasa de interés objetivo del Banco
deMéxico, que se espera genere condiciones más favorables para el
consumo de bienes duraderos; así como por la fortaleza del mercado
interno, la creación de empleos y el repunte del crédito.
Prevé que se impulse la inversión por un gasto más alto de inversión
pública y mayores oportunidades, ante la expectativa de ratificación del
T-MEC por parte de los congresos de estos últimos dos países.
Los Criterios generales de política económica 2020 (CGPE-20) estiman
que el nivel de la inflación guarde una tendencia descendente y sea de
3.2 por ciento, consistente con la meta establecida por el BdeM y dentro
del intervalo de variabilidad. De igual forma, prevén que al cierre del
próximo año el tipo de cambio será, en promedio, de 19.90 pesos por
dólar.
Para 2019, el gobierno federal calcula un precio promedio de la
mezcla mexicana de exportación de 55 dólares por barril, y de 49 para
2020. En materia de producción, el año proximo ubica la plataforma en un
millón 951 mil barriles diarios, 5.63 por ciento más que el año previo.
Para 2020, los CGPE-20 resaltan los siguientes riesgos a la baja: más
desaceleración de la economía mundial –la estadunidense en particular–,
mayor retraso en la aprobación del T-MEC, escalamiento de los
conflictos geopolíticos y comerciales a nivel mundial, que a su vez
podrían afectar flujos de capitales, productividad y crecimiento global;
mayor deterioro de la calificación crediticia de Pemex y de la deuda
soberana y menor dinamismo de la inversión privada.
Además, el escenario macroeconómico de mediano plazo está sujeto a lo
siguiente: continuación de las tensiones comerciales, al punto de
generar disrupciones en las cadenas globales de producción, afectando el
crecimiento global de mediano plazo; profundización de los riesgos
geopolíticos que genere menores perspectivas de crecimiento económico
mundial; desaceleración estadunidense más fuerte que la esperada y
condiciones más restrictivas en los mercados financieros
internacionales.
En 2020, el gobierno federal mantiene el compromiso de no crear
impuestos ni aumentar las tasas de los existentes. Las medidas fiscales
buscan preservar la fortaleza de los ingresos, simplificar el marco
tributario y garantizar su cumplimento, al cerrar espacios a la evasión y
elusión fiscales.
La pelota, pues, se encuentra en la cancha del Legislativo.
Las rebanadas del pastel
En la 4-T el Banco del Bienestar, institución del Estado,
será el banco de bancos, por ser el encargado de hacer llegar, mediante
tarjeta bancaria, las pensiones de los adultos mayores y los beneficios
de los programas sociales a la población. Así, ayer el presidente López
Obrador anunció que contará con 13 mil sucursales diseminadas
estratégicamente por toda la República.
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