10/17/2010

El manojo panista de Cesarín para 2012



Álvaro Cepeda Neri

Usada la palabra manojo para seres humanos, dice María Moliner en su diccionario, se refiere a un conjunto de personas y pone el ejemplo “un manojo de pillos”. Esto, obviamente, no alusivo a los panistas que ella ni supo de su existencia, pero que para muchos de ellos les viene como
anillo al dedo. Los panistas que son unos bribones abundan. Y pertenecen a la fauna política más corrupta, no obstante que desde que ganaron el poder para perderlo y desgraciaron a su partido, exhibieron cartas de honrados (lo que confunden con “honestos”) y de que ejercerían las obligaciones administrativas y de gobierno con eficacia, sometimiento a la ley y borrarían del mapa electoral a sus adversarios, sobre todo a los priistas.

Les salió el tiro por la culata. Han sido en una década rateros en serio. Abusaron del poder. Han fallado en todo. Revivieron al Partido Revolucionario Institucional al grado de que éste (no con Peña Nieto, por cierto) ya les ganó las elecciones, por adelantado, para 2012 que, según su ya de salida presidente del Partido Acción Nacional (PAN), Cesarín Nava (es mejor decirle Cesarín que Navita, como muchos lo nombran), tiene un “manojo de precandidatos”. Y que según Calderón, usando la frase de su mayor crítico dentro del PAN, el fallecido Carlos Castillo Peraza, “los panistas están como perros acorralados”, los azuza para que ganen la competencia electoral.

El manojo de Nava (ya próximo a matrimoniarse con otra “estrella” del espectáculo, como Peña Nieto con la Gaviota) no tiene a ninguno con tamaños para siquiera dar la batalla. Doña Josefina, Creel (a la mejor éste obtiene la candidatura azul), Ramírez Acuña, Lujambio, y párele de contar, no dan el ancho ni el largo. El “independiente” y nuevo “periodista” hasta con su foto en anuncios gigantescos, Manuel Espino, es un aspirante de risa: copia a la Fox. Ninguno, pues, tiene una personalidad política. Así que el manojo navista, si le cabe en el puño de la mano derecha, no son ni juntos, en montón, capaces de hacer un papel que figure electoralmente.

Cesarín, el expulsado de Los Pinos por órdenes de la mandamás Margarita Zavala, que tiene metidas las manos en todo y por ella no hay justicia en el caso de la Guardería ABC, ya que su prima hermana está entre las responsables del incendio, anda soltando la lengua nada más por soltarla. Los panistas de Calderón y los panistas anticalderonistas (Espino, verbigracia) no serán rivales por la sucesión de Calderón y éste hizo bien en redefinir a unos y otros como “perros acorralados”. Los acorraló su fracaso político, el desastre económico, el desempleo, la mayor pobreza y que la nación esté al borde de revueltas en manos de la sangrienta inseguridad que ya tiene al país totalmente colombianizado y peor, porque los narcotraficantes han ido imponiendo su “ley de la selva” con más de 28 mil homicidios en una guerra donde los mexicanos ajenos a ella están pagando los costos sociales. El manojo de Cesarín es un manojo de bribones que hicieron del poder un botín y abusos que no terminan.

cepedaneri@prodigy.net.mx

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