Álvaro Delgado
Videgaray y Peña en Los Pinos.
Foto: Eduardo Miranda
|
MEXICO,
D.F. (apro).- Si los millones de mexicanos que rentan, están pagando o
planean comprar casa han enfurecido por el aumento de 16% de IVA que
Enrique Peña Nieto quiere cobrarles a partir del próximo año, otra
salvajada en letras chiquitas los va a indignar aún más: El gobierno
planea confiscar a los trabajadores parte de sus ahorros para vivienda
sólo para cumplir una promesa de campaña.
En efecto, en una
medida expropiatoria que no sólo afecta a la clase media sino a todos
los trabajadores inscritos en el IMSS y en el ISSSTE —los más modestos
del país—, Peña se propone arrebatarles a los asalariados el 60% de su
patrimonio bimestral para vivienda que aportan los patrones.
Ese
dinero de los trabajadores, concentrado en su Subcuenta de Vivienda,
será destinado al seguro de desempleo para que Peña cumpla una promesa
que hizo en su campaña, pero que expropia también la esperanza de
millones de mexicanos de comprar o pagar más pronto una vivienda.
Si
el aumento de 16% IVA en hipotecas es de por sí un golpe brutal a seis
millones y medio de familias que tienen un crédito hipotecario, la
confiscación de más de la mitad del patrimonio de la Subcuenta de
Vivienda es —insisto— una salvajada: sólo en el IMSS están inscritos 16
millones 362 mil 732 trabajadores, de los cuales 86.3% son permanentes.
Este
plan de Peña, incluido en su reforma fiscal, es claramente violatorio
del artículo 4 de la Constitución: “Toda familia tiene derecho a
disfrutar de vivienda digna y decorosa. La Ley establecerá los
instrumentos y apoyos necesarios a fin de alcanzar tal objetivo”.
Pero
en vez de procurar “los instrumentos y apoyos necesarios” para que los
trabajadores accedan a una vivienda para su familia, Peña mete la mano
a sus bolsillos para condenarlos a la marginalidad, mientras el
gobierno mantiene sus lujos y los grandes empresarios siguen sin pagar
impuestos.
El loable propósito de crear un seguro de desempleo
para México —único país de la OCDE que no tiene— se desvirtúa con el
mecanismo para financiarlo, porque recae en los trabajadores más
modestos.
Actualmente los trabajadores reciben de los patrones el
equivalente a 5% de su sueldo cada dos meses y se deposita en su
subcuenta de vivienda, que en la mayoría de las ocasiones es la base
para contratar un crédito del Infonavit o Fovissste —o un
cofinanciamiento con la banca comercial—, pero también para abonarlo al
capital de una hipoteca.
De acuerdo con el proyecto de Peña, el
trabajador recibirá en su Subcuenta de Vivienda sólo el 40% de esta
cuota patronal, mientras que el otro 60% se dividirá en dos partes: El
40% para el seguro de desempleo y el otro 20% para un fondo solidario
que ni siquiera se sabe por quién será administrado.
Esto no
puede ser aprobado por los diputados y los senadores, pero si lo
pretenden no puede ser posible que sea tolerado por tantos millones de
mexicanos —priistas incluidos— que no se niegan a pagar impuestos, sino
que exigen que sean justos.
Dice el secretario de Hacienda, Luis
Videgaray, que la clase media debe hacer un esfuerzo, porque es hora de
darle prioridad a los más pobres. Se equivoca. Estas medidas afectan
directamente a los asalariados en uno de sus anhelos y derechos, como
lo consagra la Constitución: Una vivienda digna para su familia…
¿Tú apoyas el robo de Peña? Yo tampoco.
Apuntes
Ahora
mismo los millones de trabajadores inscritos en el IMSS están siendo
robados por la banca usurera. Consulten su estado de cuenta de su
afore. En mi caso, en sólo cuatro meses perdí casi 10% de mi
patrimonio: Fueron 56 mil 882 pesos de mi ahorro para el retiro, que
cayó a 689 mil pesos, y mil 779 de mi ahorro voluntario. En ambos casos
Afore Banorte XXI me cobró las dos comisiones: 2 mil 618 pesos y 131
respectivamente. Esta es una infamia. Se llama neoliberalismo…
Comentarios en Twitter: @alvaro_delgado
No hay comentarios.:
Publicar un comentario