Como
se ha dado a conocer, el Gobierno del Distrito Federal ha incumplido
reiteradamente sus promesas de solucionar el pliego petitorio de un
grupo de estudiantes que radican en la capital del país, afiliados a la
Federación Nacional de Estudiantes “Rafael Ramírez” (FNERRR),
organización que agrupa a más de 50 mil jóvenes estudiantes de diversos
niveles educativos, que en todo el territorio nacional luchan por
mejorar las condiciones educativas de los hijos de los mexicanos más
pobres de entre los pobres, tanto en la ciudad como en el campo.
Las peticiones en la Ciudad de México se pueden resolver con mucha
voluntad, con verdadera preocupación por la educación y con poco
dinero. ¿Qué solicitan?
1) Un edificio que sirva como casa estudiantil para albergar a 200 estudiantes universitarios de todo el país (de la Universidad Nacional Autónoma de México, Universidad Autónoma
Metropolitana y del Instituto Politécnico Nacional);
2) reconocimiento de la secundaria “Jorge Obispo Hernández”;
3) apoyo para el comedor de la primaria “Wenceslao Victoria Soto”;
4) regularización del predio de la preparatoria “Lázaro Cárdenas del Río”.
Estos últimos tres centros escolares están ubicados en la delegación Gustavo A. Madero, una de las más pobres de la ciudad capital.
Todas las demandas tienen como objetivo resolver problemas concretos de los estudiantes pobres que radican en la capital o que son originarios de colonias populares de la misma. Darle solución a estas peticiones sería un acto de justicia social, enmarcado perfectamente en la visión “progresista” que dice defender la clase política que detenta el poder el Distrito Federal.
Pero la realidad dista de eso. Lejos de ello, la Secretaría de Gobierno, que encabeza Héctor Serrano Cortes, no ha resuelto las justas peticiones, por lo que ha orillado a los estudiantes de la FNERRR a recurrir a movilizaciones constantes y multitudinarias; en alguna de ellas, no se pudo realizar la marcha porque los granaderos encapsularon a los estudiantes, reteniéndolos alrededor de cinco horas en el duro calor del mediodía. Asimismo, cuando han sido recibidos se hacen compromisos, pero nada de soluciones verdaderas que vayan más allá del papel, que den muestras de la diferencia entre los gobernantes de izquierda y los derecha. Y a veces ni siquiera compromisos, pues en la última reunión con autoridades capitalinas era evidente que el interlocutor, el subsecretario de Gobierno, Juan José García Ochoa, personaje destacado del PRD local y nacional, no conocía suficientemente el problema de los estudiantes fenerianos.
Es una contradicción que en un país donde se reconoce que la falta de oportunidades educativas está a la orden del día, se ignoren olímpicamente las peticiones de los jóvenes estudiantes. Si alguien lo duda, sólo hay que remitirse al informe de la OCDE(Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos), “Panorama de la Educación 2013”, donde se señala que el 56% de los jóvenes mexicanos de entre 15 y 19 años están matriculados en alguna escuela, siendo esta una de las tasas más bajas de la OCDE, cuyo promedio en este rubro es de 84%. Asimismo, el reporte citado señala que, en promedio, casi el 30% de la jóvenes de entre 20 y 29 años, de los países miembros dela OCDE, están estudiando; en México, ese porcentaje supera ligeramente el 10%, lo que revela las pocas oportunidades que tienen los mexicanos para estudiar una carrera o un posgrado. La situación es tétrica y ni siquiera la “izquierda progresista” que encabeza Miguel Ángel Mancera es capaz de demostrar otra cara ante los problemas que sufre la juventud capitalina y mexicana.
No es que el gobierno no pueda resolver, si no que no quiere. Veamos. Hace algunos días se hizo público que el gobierno de la Ciudad de México donó cinco predios a la Secretaría de Marina, los cuales tienen un monto de 570 millones de pesos. No es la primera vez que se destinan montos millonarios para resolver problemas ajenos a las grandes problemáticas de la capital. El año pasado todos fuimos testigos de la cantidad de recursos ocupados para resolver el asunto de la estatua Heydar Aliyev, ex presidente de Azerbaiyán, porque a algún sector le pareció que no se podía tolerar la estatua de un “dictador” en una zona pública del Distrito Federal. Cuando la administración se lo propone, resuelve las demandas.
Porque el gobierno del Distrito Federal puede, tiene los medios, tiene un discurso aparentemente progresistas, pero no quiere resolver los problemas de jóvenes estudiantes de las clases pobres, es que la FNERRR seguirá luchando hasta encontrar solución a sus demandas.
1) Un edificio que sirva como casa estudiantil para albergar a 200 estudiantes universitarios de todo el país (de la Universidad Nacional Autónoma de México, Universidad Autónoma
Metropolitana y del Instituto Politécnico Nacional);
2) reconocimiento de la secundaria “Jorge Obispo Hernández”;
3) apoyo para el comedor de la primaria “Wenceslao Victoria Soto”;
4) regularización del predio de la preparatoria “Lázaro Cárdenas del Río”.
Estos últimos tres centros escolares están ubicados en la delegación Gustavo A. Madero, una de las más pobres de la ciudad capital.
Todas las demandas tienen como objetivo resolver problemas concretos de los estudiantes pobres que radican en la capital o que son originarios de colonias populares de la misma. Darle solución a estas peticiones sería un acto de justicia social, enmarcado perfectamente en la visión “progresista” que dice defender la clase política que detenta el poder el Distrito Federal.
Pero la realidad dista de eso. Lejos de ello, la Secretaría de Gobierno, que encabeza Héctor Serrano Cortes, no ha resuelto las justas peticiones, por lo que ha orillado a los estudiantes de la FNERRR a recurrir a movilizaciones constantes y multitudinarias; en alguna de ellas, no se pudo realizar la marcha porque los granaderos encapsularon a los estudiantes, reteniéndolos alrededor de cinco horas en el duro calor del mediodía. Asimismo, cuando han sido recibidos se hacen compromisos, pero nada de soluciones verdaderas que vayan más allá del papel, que den muestras de la diferencia entre los gobernantes de izquierda y los derecha. Y a veces ni siquiera compromisos, pues en la última reunión con autoridades capitalinas era evidente que el interlocutor, el subsecretario de Gobierno, Juan José García Ochoa, personaje destacado del PRD local y nacional, no conocía suficientemente el problema de los estudiantes fenerianos.
Es una contradicción que en un país donde se reconoce que la falta de oportunidades educativas está a la orden del día, se ignoren olímpicamente las peticiones de los jóvenes estudiantes. Si alguien lo duda, sólo hay que remitirse al informe de la OCDE(Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos), “Panorama de la Educación 2013”, donde se señala que el 56% de los jóvenes mexicanos de entre 15 y 19 años están matriculados en alguna escuela, siendo esta una de las tasas más bajas de la OCDE, cuyo promedio en este rubro es de 84%. Asimismo, el reporte citado señala que, en promedio, casi el 30% de la jóvenes de entre 20 y 29 años, de los países miembros dela OCDE, están estudiando; en México, ese porcentaje supera ligeramente el 10%, lo que revela las pocas oportunidades que tienen los mexicanos para estudiar una carrera o un posgrado. La situación es tétrica y ni siquiera la “izquierda progresista” que encabeza Miguel Ángel Mancera es capaz de demostrar otra cara ante los problemas que sufre la juventud capitalina y mexicana.
No es que el gobierno no pueda resolver, si no que no quiere. Veamos. Hace algunos días se hizo público que el gobierno de la Ciudad de México donó cinco predios a la Secretaría de Marina, los cuales tienen un monto de 570 millones de pesos. No es la primera vez que se destinan montos millonarios para resolver problemas ajenos a las grandes problemáticas de la capital. El año pasado todos fuimos testigos de la cantidad de recursos ocupados para resolver el asunto de la estatua Heydar Aliyev, ex presidente de Azerbaiyán, porque a algún sector le pareció que no se podía tolerar la estatua de un “dictador” en una zona pública del Distrito Federal. Cuando la administración se lo propone, resuelve las demandas.
Porque el gobierno del Distrito Federal puede, tiene los medios, tiene un discurso aparentemente progresistas, pero no quiere resolver los problemas de jóvenes estudiantes de las clases pobres, es que la FNERRR seguirá luchando hasta encontrar solución a sus demandas.
Por lo pronto, ya
están listos para que en próximos días, más de tres mil estudiantes de
preparatoria y de universidad marchen por las principales calles de la
capital del país. No desistirán. Ojalá que tengan la solidaridad de
todos los estudiantes mexicanos, porque ganar esta lucha será un gran
paso para los fenerianos, pero también lo será para los jóvenes que ven
con preocupación el deterioro de todo el sistema educativo y, por lo
mismo, el declive de su derecho a educarse.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.
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