El director del Centro de Instrumentación y Registro Sísmico (Cires), Juan Manuel Espinoza, advierte que los movimientos telúricos del pasado 18 de Abril amenazan con provocar un sismo de gran potencia.
Por: PijamaSurf Mexico
Los
sismos son uno de los desastres naturales más temibles. Cuando se
presenta un movimiento telúrico fuerte, generalmente toma por sorpresa
a los habitantes, y aflora la vulnerabilidad . En México el temblor de
1985 aleccionó y unió a sus habitantes de una manera práctica y
simbólica. Los sobrevivientes cuentan que tras la tragedia, y la
ineficiencia del gobierno, los mexicanos advirtieron que el estado no
era indispensable cuando la unión comunitaria hace cohesión.
Ese temblor causó grandes lastres.
Según el gobierno de Miguel de la Madrid, que maquilló las cifras e
incluso los primeros días se negó a aceptar la ayuda internacional, la
cantidad de víctimas fatales fueron 6,000 personas –pero algunos
trabajos periodísticos revelaron que la cifra rondó los 10,000. La
Ciudad de México está asentada sobre una extinta laguna que se formaba
entre la zona enmarcada por volcanes, el mismo lodo fino que yacía bajo
el agua, es el que hoy sostiene la ciudad, por ello, los sismos son tan
fuertes en la urbe, aunque el epicentro se encuentre distante.
El pasado mes de abril se sintieron al
menos dos temblores, el último de ese mes el 18 de Abril, que no causó
mayores incidentes, y otro de menor escala el 19 de Mayo. A raíz de
estos movimientos, el director del Centro de Instrumentación y Registro
Sísmico (Cires), Juan Manuel Espinoza informó que se espera un gran
terremoto en la brecha de Guerrero, un estado colindante.
En una entrevista citada por la Jornada el especialista advirtió:
Los sismos que
están ocurriendo en la región amenazan con generar uno de rango
importante que podría causar severas afectaciones en la ciudad de
México. Paradójicamente, estamos lejos, pero el suelo de la ciudad es
algo que resuena con diferentes características. El espesor de las
capas blandas es variante.
Como prevención el gobierno del
Distrito Federal y el Cires establecieron después del 18 de abril un
sistema de alerta temprana (70 segundos antes del sismo), que con
receptores de señal sísmica, y llamadas por radio, alertarán a los
gobiernos de Guerrero y de la Ciudad de México de registrarse
movimiento en la brecha de Guerrero para que se anuncie a la población.
“No podemos alarmar a la población. Sabemos que el peligro es real y
que puede ocurrir en cualquier momento.”
La organización Cires fue fundada tras
el terremoto de 1985. Aunque no se tiene precisión sobre el probable
hecho, se está trabajando en estos sistemas de alerta para que los
habitantes puedan estar preparados. Lejos de causar pavor en la
población, se trata de aprovechar la información y las tecnologías que
hoy pueden salvar vidas.
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