Álvaro Delgado
Análisis
MÉXICO,
D.F. (apro).- El abuso no admite serenidad. Al atropello corresponde la
indignación, aun la rabia, porque el conformismo deshonra a la persona.
Y cuando el abuso es del poder, y con dinero público, callar es complicidad.
Un
magistrado electoral tiene percepciones, cada mes, por aproximadamente
350 mil pesos, equivalentes a 5 mil 400 salarios mínimos vigentes del
Distrito Federal.
Los siete magistrados de la Sala Superior han
cobrado anualmente 4 millones 200 mil pesos y lo han hecho durante ocho
años, salvo su presidente, Alejandro Luna Ramos, que tiene un año más.
Pero
como en 2015 los magistrados concluirán su encargo de nueve años,
Enrique Peña Nieto se preocupó por su porvenir y mandó a los diputados
y senadores a reformar la ley para que gocen de una pensión vitalicia,
igual que los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Y
resulta que ese capricho de Peña, que naturalmente recompensa el
comportamiento que han tenido los magistrados y que tendrán, costará a
los mexicanos 730 millones de pesos, según la estimación que hizo el
diario Reforma con base en la esperanza de vida de cada uno de ellos.
Por
ser los más jóvenes, dos de los siete serán los más onerosos para los
mexicanos: María del Carmen Alanís, quien ha sido gestora de Peña en el
Tribunal, devengará hasta 185.6 millones de pesos y Salvador Olimpo
Nava Gomar, amigo de Jorge Hank, cobrará 196.8 millones.
El
argumento del gobierno y los diputados y senadores que avalaron este
nuevo escupitajo a los mexicanos es que, tras dejar su cargo, los
magistrados no pueden, por ley, ejercer como abogados… durante dos años.
Es
un insulto: Aun en el caso de que hayan despilfarrado las millonarias
percepciones que tuvieron durante los nueve años de su encargo, los
magistrados pueden ganarse la vida honradamente impartiendo clases,
escribiendo libros, dictando conferencias, vendiendo chicles, lavando
coches.
Pero no, la única explicación para que Peña dote a los magistrados de la millonaria pensión vitalicia es la corrupción…
Y
corrupción es, también, el despilfarro del gobierno de Peña en
publicidad: Sólo en su primer año de gobierno gastó 4 mil 195 millones
de pesos.
¿Esta cantidad es mucha o es poca? Es de escándalo: Es
mayor a lo que gastarán, este 2014, todos los partidos políticos y que
asciende a 3 mil 925 millones de pesos.
Entonces, si hay a quien
le parece ofensivo que los partidos gasten tanto dinero, debe ofuscarse
también con tal derroche de Peña en publicidad gubernamental que tiene,
además, una característica también ofensiva: Los contenidos fueron más
propagandísticos que informativos, y peor aún, sin reglas claramente
definidas.
De acuerdo con el informe Publicidad oficial: Recursos públicos ejercidos por el Poder Ejecutivo Federal en 2013,
elaborado por Fundar y Artículo 19, Peña ciertamente gastó mil millones
menos que Felipe Calderón, pero 700 millones más que Vicente Fox.
En
el mismo periodo, Calderón gastó 5 mil 261 millones de pesos, mientras
que en 2001 Fox gastó 3 mil 495 millones, cantidades que anualmente se
han incrementado y que, en su mayor parte, engordan a la televisión… en
particular a Televisa.
Twitter: @alvaro_delgado
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