Bajo la Lupa
Alfredo Jalife-Rahme
El cuerpo del sargento Andrew T. Weathers, fallecido en acción en
Afganistán, es recibido en la Base Dover de la Fuerza Aérea, el pasado
4 de octubreFoto Ap
Robert
Kaplan –miembro del Consejo de Política del Pentágono y anterior asesor
del secretario de Defensa Robert Gates– emprende en Stratfor la
apología de la guerra:
¿Por qué la guerra es buena?(http://goo.gl/nJ51oQ).
Desde 2005, Kaplan –anterior soldado del ejército de Israel catapultado a
principal analista de geopolíticadel portal texano-israelí Stratfor– aboga por la guerra contra China: el
escenario Kaplan(http://goo.gl/pSP2TU).
Hace dos años el ex soldado israelí Kaplan vaticinó la
anarquía que viene en Colombia y Venezuela(http://goo.gl/znGtRu).
Un día antes de la apologética bélica de Stratfor/Kaplan, en forma
coincidente, el locuaz subsecretario del Pentágono Robert Work
amenazó con una guerra contra Rusia y China(http://goo.gl/86YdMQ) ante el muy influyente CFR (http://goo.gl/kxRXdx), donde sentenció que
no recordaba ningún lugar en el que Estados Unidos no haya respondido militarmente, por lo que tampoco le preocupaba (sic) la tercera guerra mundial, ya que
ambos países definitivamente creen que el actual orden mundial, según lo establecido en los recientes 70 años, debe cambiar.
El balcanizador de lo ajeno Kaplan sustenta su apología de la guerra
en el polémico libro que saldrá mañana del historiador británico Ian
Morris, de Cambridge, luego de la Universidad de Chicago y ahora de
Stanford: ¡Guerra!, ¿para qué sirve?, conflicto y progreso de la civilización desde los primates hasta los robots (http://goo.gl/7y1pSm).
El controvertido Morris es un supremacista
WASP(protestante blanco anglosajón) al que delata su libro muy sesgado de hace cuatro años Por qué Occidente reina... por ahora (http://goo.gl/tmdjkB ), que le valió elogios ditirámbicos de la revista neoliberal The Economist y una revisión supina del historiador también británico Niall Ferguson, panegirista de los banqueros esclavistas Rothschild y del financiero israelí-alemán Siegmund Warburg, cuyo banco familiar se inició en Venecia en el siglo XVI. La obra El mercader de Venecia del genial Shakespeare, donde brilla el repelente Shylock, fue escrita a finales del mismo siglo. ¿Shylock habrá sido una referencia a los Warburg?
Destaca en Morris/Kaplan/Stratfor la conectividad financierista bélica con la distorsión onanista de la historia.
La hermenéutica singular de Kaplan cita sin rubor a Morris:
librando guerras, la gente ha creado más y mayores sociedades organizadas que han reducido el riesgo de que sus miembros mueran violentamente. Compara discrónicamente sin asepsia la Edad de Piedra, cuando
existía un 20 por ciento de probabilidad de morir violentamente a manos de otros seres humanos, con el siglo XX –
con todo y sus trincheras, aun con Hitler, Hiroshima, el terrorismo y una panoplia de guerras del Tercer Mundo (sic)–, cuando existe
solamente (sic) 1% o 2% de probabilidad de morir violentamente.
Al sesgadísimo Kaplan se le pasan por alto todas las guerras de sus
aliados Estados Unidos/Gran Bretaña (desde el siglo XVI)/Israel durante
todo el siglo XX e inicios del siglo XXI, como también oculta la otra
bomba atómica arrojada por Estados Unidos en Nagasaki y los
infanticidios de Israel en Gaza.
A juicio de Morris, citado por su hermeneuta Kaplan, hay que agradecer a Estados Unidos y a su
sociedad compleja y productiva, proveniente de
la planificación de sus conflictos armados, ser el globocop: el policía mundial. Thanks a lot USA!
Lo interesante aquí no es desmenuzar la desinformación histórica,
las distorsiones sofistas y las elucubraciones bizantinas de
Morris/Kaplan, sino entender la intoxicación hollywoodense de Stratfor
con el fin de preparar a las trasnacionales israelí-anglosajonas y a la
muy ingenua opinión publica de Estados Unidos para una nueva guerra,
quizá con la vieja fórmula de los banqueros Warburg/Rothschild (en
orden cronológico dinástico) para prevalecer financieramente sobre el
resto del mundo catalogado de
inferior(ideología straussiana).
Los circuitos israelí-anglosajones desde los neoconservadores straussianos hasta la revista Commentary (fundada
por American Jewish Committee) de Norman Podhoretz han anunciado
ideológicamente desde hace 10 años la cuarta (¡supersic!) guerra
mundial, antes de la detonación de la
tercera(http://goo.gl/QA3n7s).
Kaplan abulta los sofismas de Morris, quien
explora varios escenarios para las guerras futuras, desde las insurgencias de guerrillas, pasando por los guerreros robóticos hasta los misiles en el espacioy lo considera
optimista (supersic!), creyendo que
la humanidad, después de milenios de guerra, puede alcanzar un punto de culminación, en el que el número de humanos muertos por otros humanos continúa descendiendo dramáticamente(¡supersic!).
Vulgar sofisma de Morris propalado por Kaplan: ambos peroran sobre
guerras futuras, pero con una disminución de muertes civiles, lo cual es totalmente mendaz y falaz en términos absolutos, más que en términos relativos, cuando no son comparables las poblaciones de la Edad Media ni sus estructuras con las del siglo XXI.
A diferencia de las guerras anteriores, hoy quienes menos mueren son los
soldadosen los frentes de batalla, cuando los
civilesse convirtieron en la carne de cañón de los ejércitos de Estados Unidos/GB/Israel: desde Irak, pasando por Gaza (que naturalmente omite el ex soldado israelí Kaplan), hasta Afganistán.
Las muertes de los
soldadosinvasores/ocupantes israelí-anglosajones han sido menores a los
civilesautóctonos diezmados, sin contar la masiva destrucción económica y financiera ajena.
Avanza la seudocivilización israelí-anglosajona cuando
Las guerras de Siria y Ucrania elevaron las cotizaciones de defensa de EU a niveles récord, según Richard Clough, de Bloomberg News (http://goo.gl/4mI497), a mi juicio, gracias a la
bursatilización de la Yihaden las plazas financieristas de Wall Street y la City en Londres, donde brilla el quinteto bélico Lockheed Martin, Northrop Grumman, Raytheon, General Dynamics y Boeing.
El quinteto bélico de Estados Unidos recibió contratos federales el año pasado por 105 mil millones de dólares y se calcula una
demanda de equipo y armas militarespor otros 66 mil millones de dólares, gracias al montaje hollywoodense de los yihadistas del Estado Islámico, con quienes confesó haberse reunido el pugnaz cuan mendaz senador John McCain, en un memorable lapsus linguae freudiano a una televisora: el
primer califade la Yihad bélico-financierista (http://goo.gl/m2CRuO).
La tercera guerra mundial de Estados Unidos, que
no le preocupaal subsecretario del Pentágono Robert Work, perturba a los aludidos Rusia y China, quienes también toman sus providencias.
Sergey Glazyev, consejero del presidente Putin, aborda
La amenaza de guerra y la respuesta rusa(http://goo.gl/SSO27d).
Glazyev se enfoca en la crisis financierista del dólar y sus Shylocks emblemáticos, y propone crear
una coalición de fuerzas sanas (sic) que aboguen por la estabilidad, una coalición global antiguerra con un plan positivo para arreglar la arquitectura internacional financiera y económica con principios de beneficios mutuos, equidad y respeto a la soberanía nacional.
¿Se podrá ejercer la soberanía ante un insaciable globocop: el
nuevo leviatán?
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