Serpientes y Escaleras / Salvador García Soto
Versiones que surgen de la dirigencia nacional del PRD, que encabeza Carlos Navarrete, aseguraban ayer que la cúpula de ese partido acaba de negociar un acuerdo con el gobierno federal para que Ángel Aguirre Rivero no sea removido como gobernador de Guerrero, a partir del argumento de los perredistas de que el mandatario estatal “no tiene ninguna responsabilidad legal” en los asesinatos y desaparición violenta de 43 normalistas ocurrida en Iguala.
Aunque en el gobierno federal no confirman ni desmienten la versión, las fuentes perredistas aseguran que el acuerdo —entre la Federación y el CEN del PRD— establece que Ángel Heladio podrá continuar como gobernador a cambio de que la PGR se haga cargo de las investigaciones, mediante la atracción ejercida por el procurador Jesús Murillo Karam, y la entrada de la Policía Federal y el Ejército para tomar el control de la seguridad en Iguala, ocurrida desde el pasado lunes.
Según esa versión, la negociación para salvar la cabeza del gobernador explicaría por qué el presidente Enrique Peña Nieto ya no volvió a mencionar al mandatario guerrerense ni aludió a su responsabilidad en el mensaje que dirigió el lunes para anunciar la intervención del gobierno federal tanto en las investigaciones de la masacre de estudiantes como en el control de la seguridad en Iguala.
Mientras tanto, el CEN del PRD conjuntamente con el propio Aguirre Rivero, iniciaron ayer una estrategia política y mediática para enfocar la autoría de los crímenes de los normalistas de Ayotzinapa en la delincuencia organizada, señalando como únicos responsables al alcalde prófugo José Luis Abarca y a los mandos policiacos municipales que, según testimonios y videos difundidos, secuestraron a los jóvenes por órdenes del grupo Guerreros Unidos, cuyo jefe de plaza en Iguala es Salomón Pineda Villa El Molón, cuñado del alcalde. La estrategia perredista busca dejar completamente fuera de cualquier responsabilidad al gobierno de Aguirre.
El plan de la cúpula nacional del PRD, que contempla movilizaciones tanto en Guerrero como en el DF para apoyar a Aguirre ante la opinión pública, arrancó ayer con la presencia del Comité Nacional del partido celebrado en Iguala, donde Carlos Navarrete pidió disculpas a los habitantes de ese municipio “por haber postulado a un candidato externo y no haber sido cuidadosos” al elegir a José Luis Abarca.
La pregunta que surge es si un “ustedes disculpen” del PRD y su dirigente Navarrete es suficiente para subsanar las omisiones y la negligencia cometida por los gobiernos de ese partido, gobernador y alcalde incluidos, que desembocaron en la masacre de los estudiantes normalistas. ¿De verdad piensa Navarrete que su mea culpa por postular a candidatos ligados al narco es suficiente?
Del lado del gobierno federal, si se confirma que Aguirre Rivero no dejará la gubernatura, sería una peligrosa capitulación en momentos en que la violencia y la inseguridad no sólo en Guerrero, sino en otras regiones del país, empiezan a ser un signo de descontrol y desgobierno que contradice la imagen del “México de oportunidades” que se quiere vender a los inversionistas con las recientes reformas.
La radicalización de algunos grupos, que ya empezaron a activarse por los asesinatos de Iguala, con marchas y movilizaciones en Guerrero, Chiapas, Oaxaca y el DF, será una señal inequívoca de que se percibe debilidad del gobierno ante un caso paradigmático de violencia y barbarie, con todo lo que eso puede significar en el futuro inmediato del país.
NOTAS INDISCRETAS… Ayer sesionó por primera vez el nuevo Consejo de Administración de Pemex integrado a partir de la Reforma Energética. Por primera vez se vio en esas reuniones al secretario de Hacienda, Luis Videgaray, quien nunca había asistido, además de a los titulares de Energía, Pedro Joaquín Coldwell; de Economía, Ildefonso Guajardo, y de Semarnat, Juan José Guerra, además del director de la empresa pública Emilio Lozoya Austin. Pero lo que más expectativa causó fue la presentación de los nuevos consejeros independientes Alberto Tiburcio, Octavio Pastrana, Jorge Borja, Jaime Lomelín y Carlos Elizondo. Había cierto nerviosismo por ver cómo se comportaban algunos de los nuevos consejeros designados por el Congreso pero, al menos esta primera vez, todos estuvieron de lo más correctos y tranquilos. La próxima sesión del Consejo de Pemex será el 18 de noviembre y ahí Lozoya Austin anunció que se presentará el plan de reestructuración de la empresa… Serpiente doble. Mal tiro.
sgarciasoto@hotmail.com
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