CRISTAL DE ROCA
De
izquierda a derecha: Claudia Castello, secretaria de Equidad de Género
del PRD, Yesenia Alamilla (candidata agredida) y Judith Díaz,
secretaria nacional de Promoción Política de la Mujer del PAN
Por: Cecilia Lavalle*
A
veces, las certezas fundamentan nuestra desesperanza, que se alimenta
de malas noticias. Pero, también a veces, la vida nos muestra que
cuando se imponen las convicciones no todo está perdido.
Chiapas. De nuevo Chiapas.
La población de ese complejo y hermoso estado de nuestro país ha vivido
un proceso electoral marcado por el desaseo (por decirlo de manera
amable).
En materia de paridad, todos los partidos políticos –excepto Morena–
ignoraron las leyes y jurisprudencias aplicables, como niños
caprichosos dispuestos a comerse todos los caramelos sin despeinarse.
En general postularon muchos más hombres que mujeres, y apostaron a que
no pasaría na-da. De otro modo no entiendo que el partido en el
gobierno (PVEM) y su aliado (PRI) hayan postulado, cada uno, a más de
100 hombres y sólo a 14 mujeres.
Pero se equivocaron. Protestaron las mujeres de la Red por la Paridad
Efectiva (Repare). Luego impugnó el PAN y después Movimiento Ciudadano
e integrantes de Repare.
El juicio finalmente llegó a la Sala Superior del Tribunal Electoral
del Poder Judicial de la Federación, y en una histórica sentencia
obligaron a los partidos a recomponer, en 48 horas, sus planillas para
ayuntamientos a efecto de cumplir con la paridad. Y conste que entonces
faltaban sólo 11 días para los comicios.
A duras penas lo hicieron a escasos días de la jornada electoral. De
modo que las candidatas no hicieron campaña, las boletas no pudieron
reimprimirse, tres partidos perdieron su registro para competir en una
docena de ayuntamientos por no cumplir con la paridad. Total, un
desastre.
Y en ese contexto, de por sí complejo, hizo su aparición la violencia contra las mujeres candidatas.
La candidata a una alcaldía por el PAN fue golpeada (y le dijeron que
tenía la dedicatoria del candidato del PVEM), y una candidata a
regidora, también del PAN, fue violada.
Las denuncias penales correspondientes, en especial la del caso de violación fueron un viacrucis. Como suele suceder.
Pero en ese escenario fue patente la luminosa presencia de la
sororidad. Esta bella palabra, sororidad, es un concepto que hace
referencia a las alianzas entre mujeres, alianzas políticas para
trabajar por los derechos de las mujeres.
Y en Chiapas estaban dos mujeres con altos cargos dentro del PAN y del
PRD, partidos con ideologías, ya no digamos diferentes, a menudo
opuestas, particularmente con respecto a algunos derechos de las
mujeres.
En cuanto Judith Díaz Delgado, secretaria nacional de Promoción
Política de la Mujer del PAN, dio la voz de alerta de lo que pasaba en
Chiapas con dos de sus candidatas, Claudia Castello Rebollar,
secretaria de Equidad de Género del PRD, se puso en contacto, y juntas,
con mujeres de Repare, se acompañaron en parte del proceso judicial y
en el político.
Juntas fueron a visitar al procurador de Justicia y al secretario de
Gobierno. Juntas hicieron un frente común para proteger a esas
candidatas agredidas y a otras que habían recibido amenazas.
Y juntas coincidieron que éste no era un asunto de partidos, sino de
derechos de las mujeres a una vida libre de violencia y a participar en
paridad en cargos de toma de decisiones.
La imagen que circuló de Claudia y Judith sosteniendo a la candidata
panista lesionada me pareció el precioso símbolo de la sororidad.
Sí, a veces nuestra democracia se parece mucho a una dictadura nada
perfecta. Sí, para los misóginos es inaceptable el poder de las mujeres
y utilizan la violencia. Sí, cuando no se respeta el Estado de Derecho
todo es un desastre.
Pero, ¿quién dijo que todo está perdido?
Mientras las mujeres ofrezcan su corazón, sus capacidades, sus
inteligencias, sus habilidades para hacer alianzas muy por encima de
los acuerdos o desacuerdos partidistas, nada está perdido, ni siquiera
en un Chiapas que duele.
Apreciaría sus comentarios: cecilialavalle@hotmail.com.
*Periodista y feminista en Quintana Roo, México, e integrante de la Red Internacional de Periodistas con Visión de Género.
| Foto: Octavio Aznar
Cimacnoticias | Quintana Roo.-
No hay comentarios.:
Publicar un comentario