Antonio Gershenson
La Jornada
Cuadro 1
Cuadro 2
El Banco Mundial
(el nombre oficial es Worldbank, en inglés) ha seguido trayendo más
cifras hasta principios de octubre, incluso sobre cada país. Y se ha
discutido sobre el ritmo en el cual China rebasaría, en su economía
nacional, a Estados Unidos.
Estados Unidos ha tenido, en varias listas de diferentes grupos de
años, un ritmo de crecimiento de 1.3 por ciento anual. Pero más
recientemente ha tenido un ritmo aun más lento, de 0.2 por ciento en el
primer trimestre de este año y de 1.2 por ciento en el segundo. De todos
modos, en los cálculos del futuro se ha tomado 1.3 por ciento.
En el caso de China, su promedio de 2007 a 2015 es de 9.2 por ciento
anual. Sin embargo, tiene una baja moderada reciente: anda por 6.9 por
ciento, y también tiene un acuerdo de no bajar del 6 por ciento de
crecimiento en los próximos 10 años. Por estas consideraciones se
estudiarán los casos con el promedio ya medido, 9.2 por ciento, y
también un promedio más bajo, de 8 por ciento anual, como mínimo en los
próximos 10 años.
Haremos dos ejercicios: uno con cada uno de los dos promedios. Y
veremos cuántos años resultan. Primero, consideramos 9.2 por ciento para
China:(Cuadro 1)
Como vemos, China rebasa a Estados Unidos en 2022, dentro de seis
años. Veremos ahora la otra posibilidad, un crecimiento de China, más
bajo, de 8 por ciento anual:(Cuadro 2)
En este caso China supera a Estados Unidos en 2026, dentro de 10
años. Este ha sido el lapso que había sido manejado anteriormente.
Viendo el asunto en su conjunto, los 10 años que se atribuían a la
predicción del tiempo para que China rebase en su economía nacional a la
de Estados Unidos se refuerza, pero como límite superior de un conjunto
de predicciones, que empiezan desde seis años, aunque en este primer
caso la probabilidad es menor. Los años intermedios, en su conjunto,
tienen probabilidad mayor, sobre todo si consideramos que Estados Unidos
está muy bajo en la primera mitad de 2016, que no está en los estudios
del Worldbank, que llegan hasta 2015.
México, es sabido, depende mucho en lo económico de Estados
Unidos y ahora tiene síntomas de principio de crisis, aunque los
funcionarios están desesperados por no dar esa imagen. México ya tuvo un
decrecimiento de –6.3 por ciento en 2009 y se ha hecho lo posible por
ocultarlo. En ese año tuvieron cifras negativas en ese concepto también
Estados Unidos (en el primer trimestre fue 0.2 por ciento y en el
segundo 1.2 por ciento) y varios de los principales países de Europa
Occidental. Ahora agregaríamos a los principales países de Sudamérica.
China, en cambio, tuvo 9.2 por ciento en 2009 e India, 6.6 por ciento.
Si México cambia su política económica y vuelve a un escenario como
el anterior a 2012, con un crecimiento de alrededor de 6 por ciento
anual, es evidente que tendría que dejar de ser tan dependiente
económicamente de Estados Unidos y acercarse en lo económico a Asia, en
especial al Oriente, y también a China (en general) e India, con interés
en la alta tecnología.
Esto debería estar ligado con una política interna de apoyo económico a la mayoría de la población.
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