Pedro Echeverría V.
1. Me duele los bombardeos de ayer a Siria por los asesinos yanquis;
también las enormes cantidades de metralla en Libia para asesinar al
legendario líder Gadaffi; no olvido la salvaje persecución contra
Hessein en Irak ni los enormes bombardeos contra Afganistán para
capturar a Bin Laden. Mucho menos puedo borrar de mi mente las
actuaciones de Israel en Palestina, el Líbano, Jordania y la misma
Siria. Todas esas regiones de Asia y África –muy ricas en petróleo- no
han podido desarrollarse en paz porque con cualquier pretexto son
invadidas por los yanquis.
2. ¿Cuántos países han sido bombardeados, invadidos, ocupados,
saqueados, por los EEUU –con cualquier pretexto- y nadie ha respondido
como se debe? Seguramente los radares yanquis son tan poderosos que
ningún avión puede entrar en la cortina de seguridad de los EEUU. Por
ello se ha demostrado que los dos aviones que derribaron los torres
gemelas no vinieron de ningún otro país (sea Irak o Afganistán) sino que
fueron ordenados por el Pentágono y el mismo presidente Bush como
pretexto para iniciar la guerra de saqueo de petróleo que tanto
necesitaban los EEUU.
3. Si los EEUU no inventan algún pretexto para justificar sus
intervenciones, que luego difundan ampliamente en el mundo, nadie les
creería. Luego de invadir cualquier país, aunque el mundo se entere de
que la acusación fue un vil engaño, logrados sus objetivos de guerra, no
hay quien los pare. La ONU y demás organismos internacionales creados
por ellos, sólo son un parapeto que le sirven para guardar sus
fechorías. Incluso cuando la ONU ha votado abrumadoramente en contra de
las invasiones y asesinatos, los EEUU no se someten y continúan
adelante.
4. Por ese miedo atroz los gobiernos yanquis quieren amurallar sus
fronteras; pero hagan lo que hagan no podrán huir del gran castigo
reservado para esos grandes empresarios y gobernantes de EEUU que se
creen los amos del mundo y exigen obediencia como tal. Los árabes –los
más asesinados en el mundo- saben dónde se reúnen y a qué horas. Saben
muy bien cómo se reparte el Pentágono, donde se fabrican las armas, qué
hacen cada minuto los banqueros y gobernantes; sólo están esperando los
mejores momentos para actuar en nombre de su dios, “siempre justo”.
5. Pienso que la Ley de “ojo por ojo y diente por diente” es
inolvidable para los árabes y sólo buscan una oportunidad para imponerla
como castigo a los gobiernos y banqueros de América de Norte. No es
contra el pueblo de los EEUU porque éste no es culpable de lo que hacen
sus gobernantes, aunque un poco porque los siguen soportando. Son como
el pueblo mexicano que se queja pero no hace nada para acaban con su
miseria, su desempleo, su desigualdad. No es cierto que cada pueblo
tenga el gobierno que desea; tiene sí, el gobierno que le imponen con
las armas.
6. ¿O será que la Ley del Talión no es inmediata, el castigo no es
igual y hay que tener mucha paciencia? ¿Por qué ni un presidente yanqui
–con excepción de Lincoln y Kennedy que fueron asesinados- ha muerto
como producto de la Ley del Talión? ¿Será porque ningún dios es
vengativo, ni Alá, ni ningún otro? Ningún presidente yanqui ha dejado de
hacer guerras asesinando a cientos o miles de seres humanos y al
terminar sus periodos los vemos tan contentos y felices como si fueran
inocentes. ¿Está también aquí el mundo de cabeza? (7/IV/17)
alterar26@gmail.com
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