Madres y bebés esperan ser atendidos en una clínica financiada con recursos de Estados Unidos en Uganda. Crédito: Lyndal Rowlands/IPS. |
La decisión se basa en la falsa acusación, arguye el UNFPA, de que
“apoya o participa en la gestión de o en programas de esterilización
involuntaria y de aborto coercitivo (en China)”.
El argumento figura en una carta
enviada el lunes 3 por el Departamento de Estado (cancillería) de
Estados Unidos a la agencia en la que anuncia el retiro de ese país, a
pesar de que conocedores del trabajo que realiza la agencia han
sostenido en reiteradas ocasiones de que no tiene sustento real.
Si
bien el UNFPA trabaja en China, tanto Kowalski como Jalan dijeron a IPS
que la acusación no tiene fundamentos y es simplemente una “excusa”
para retirar su aporte a la organización que trabaja en temas de
derechos sexuales y reproductivos.
El UNFPA sostiene que no promueve
el aborto y que, en cambio, “otorga gran prioridad a la planificación
familiar voluntaria para evitar los embarazos no deseados y erradicar el
recurso al aborto”.
“Siempre valoramos a Estados Unidos como socio confiable y líder de
las iniciativas para garantizar que cada embarazo sea deseado, cada niño
sea protegido y cada joven pueda desarrollar su potencial”, reza el comunicado del UNFPA en respuesta al recorte de fondos.
Estados Unidos es uno de los grandes contribuyentes del UNFPA, que en 2015 aportó
75 millones de dólares, en tercer lugar detrás de Gran Bretaña y
Suecia. También es el segundo donante de las operaciones humanitarias de
esta agencia. Y al igual que sucede con otras agencias de la ONU
(Organización de las Naciones Unidas), los gobiernos realizan sus
aportes al UNFPA de forma voluntaria.
Los recortes tendrán “consecuencias devastadoras” para las niñas y
las mujeres de todo el mundo, se lamentó Shannon Kowalski, directora de
políticas y campañas de la Coalición Internacional para la Salud de las
Mujeres, en diálogo con IPS.
“El UNFPA desempeñó un papel fundamental en la distribución de
servicios para las mujeres más marginadas, y ahora sus vidas y su salud
están en jugo”, subrayó Kowalski.
El trabajo de la agencia en el frente de situaciones de crisis será
el más perjudicado, como el acceso a servicios de salud sexual y
reproductiva para las mujeres víctimas del Estado Islámico y de otros
grupos extremistas en Medio Oriente, observó.
Según la Fundación de la ONU, la eliminación del apoyo de Estados
Unidos pone en riesgo la capacidad del UNFPA de facilitar partos seguros
a unas 48.000 mujeres en Siria y de apoyar a 55 centros que ayudan a
15.000 niñas y adultas sobrevivientes de violencia de género en Iraq,
entre los que hay uno que ayuda a más de 700 yazidíes sobrevivientes de
violencia sexual.
El UNFPA indicó que la contribución de Estados Unidos en 2016 le
ayudó a evitar que 2.340 mujeres murieran por causas relacionadas con el
embarazo y el parto, así como 947.000 embarazos no deseados, asegurar
1.251 operaciones para reparar fístulas obstétricas e impedir 295.000
abortos en condiciones inseguras.
Por su parte, Seema Jalan, directora ejecutiva del Proyecto de Acceso
Universal de la Fundación de la ONU, dijo a IPS que el gobierno de
Estados Unidos también es el principal contribuyente de la única
maternidad del campamento de refugiados sirios de Zaatari, en Jordania.
“Las sirias embarazadas no tendrán absolutamente ningún lugar donde parir a sus bebés”, subrayó.
Kowalski subrayó el enorme impacto que tendrá la decisión de Estados
Unidos: “Es un claro mensaje de que al mundo no le importa dar
respuestas a las mujeres en situaciones de enorme marginación y, en
muchos aspectos, gratificará a los extremistas que buscan sacar provecho
de esa marginación y abandono de la población femenina”.
Pero esta no es la primera vez que el UNFPA sufre recortes económicos del gobierno de Estados Unidos.
El presidente George W. Bush, ya había retirado 34 millones de
dólares entre 2002 y 2008, con el mismo argumento de que la agencia
participaba en políticas coercitivas en China.
Si bien el UNFPA trabaja en China, tanto Kowalski como Jalan dijeron a
IPS que la acusación no tiene fundamentos y es simplemente una “excusa”
para retirar su aporte a la organización que trabaja en temas de
derechos sexuales y reproductivos.
“El gobierno chino todavía (violenta los derechos de las mujeres),
pero como el UNFPA trabaja en el país apoyando la implementación de
servicios de salud sexual y reproductiva, relacionan los dos hechos y
dicen que el UNFPA apoya directamente las políticas coercitivas, lo que
no es cierto”, explicó Kowalski.
Una de esas políticas restrictivas es la de hijo único, que retrocede
de a poco desde 2015, una iniciativa que el UNFPA ayudó a elaborar,
apuntó Jalan. “El principal propósito del UNFPA en China es introducir
el concepto de atención de calidad y de planificación familiar
voluntaria”, precisó.
Además, Jalan subrayó que el UNFPA ni siquiera ofreció asistencia al
gobierno chino ni a su agencia de planificación familiar en 2016, como
arguye el Departamento de Estado en su carta.
Pero debido a la duplicación de las contribuciones de Estados Unidos
desde 2002 y a las crisis humanitarias sin precedentes que aquejan al
mundo, las consecuencias de este último recorte tendrán un alcance mucho
mayor que antes.
Kowalski urgió al Congreso a revocar la Enmmienda Kemp-Kasten, sobre el retiro de fondos a la agencia de la ONU.
La enmienda prohíbe la asistencia a cualquier organización, incluidas
las estadounidenses y las multilaterales, que participen en
esterilizaciones involuntarias y en abortos coercitivos.
Y es similar la Ley Mordaza Global, también conocida como Política de la Ciudad de México,
que prohíbe a organizaciones extranjeras que reciban asistencia de
Estados Unidos, distribuir información sobre abortos o servicios de
aborto.
La decisión de Washington generó críticas entre numerosos dirigentes de Nueva York y California, quienes ya condenaron la medida.
“La hipocresía del presidente (Donald) Trump alcanzó nuevos niveles
con la decisión de dejar de asistir al Fondo de Población de las
Naciones Unidas. Hace poco sostuvo que tenía ‘tremendo respeto por las
mujeres y su papel en el mundo’, pero al mes decide recortar los fondos
del UNFPA”, reza la declaración.
“Recortar esos fondos es una decisión cruel que no solo perjudicará a
las mujeres y a sus hijos, sino que también atentará contra el
liderazgo de Estados Unidos en el mundo. Le pedimos al presidente que
ponga a las mujeres por encima de la política y modifique de inmediato
esa decisión”, reclama la misiva.
Jalan dijo que ese pronunciamiento fue un comienzo “importante”, pero
urgió a que se ponga en marcha una iniciativa de los dos principales
partidos estadounidenses para revertir la decisión.
“Financiar la atención médica básica de mujeres y niñas, asegurar que
refugiadas sirias embarazadas puedan tener un parto seguro y que sus
hijos sobrevivan, y que alguien que sobrevivió a la violencia sexual
pueda recibir atención y apoyo, creemos que son temas bipartidistas”,
subrayó.
Por su parte, Kowalski remarcó la necesidad de que la comunidad
internacional dé un paso al frente y contribuya a paliar el déficit del
UNFPA.
Debido a la reintroducción de la Ley Mordaza Global, varios países
reunieron unos 190 millones de dólares para paliar el déficit inminente,
entre ellos Suecia, Canadá y Finlandia, que comprometieron 21 millones
de dólares cada uno para no recortar el acceso global a los servicios de
salud sexual y reproductiva.
Este es el primero de los recortes que el gobierno de Trump dijo que implementaría.
Traducido por Verónica Firme
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