Enrique Calderón Alzati
A 21 días de las elecciones federales,
el triunfo de López Obrador, parece ser una realidad después de 30
años de lucha y fraudes electorales, en los que el país ha sido
despojado de su patrimonio y la mayor parte de su población ha quedado
sumida en la pobreza.
Los resultados de las encuestas de opinión y las multitudes que en
todo el país asisten a sus actos de campaña para escucharlo y aclamarlo
dan testimonio de su ventaja sobre Anaya y Meade, como un claro
indicador del sentir de las mayorías.
Sin embargo, la presencia de algunas señales inquietantes nos indican
la necesidad de estar alertas ante la posible comisión de engaños e
intentos orientados a instrumentar un nuevo fraude electoral. Cada una
de estas señales o sucesos podría ser irrelevante como hecho aislado,
pero este no es el caso cuando coinciden en el tiempo y en los objetivos
buscados.
En política no hay coincidencias, comentó alguna vez el periodista Manuel Buendía”. ¿A qué sucesos me refiero?
1. El viernes de la semana pasada, la directora general de Auditorías
Forenses de la ASF, Muna Dora Buchahin Abulhosn, quien tenía a su cargo
las investigaciones relacionadas con la estafa maestra fue destituida
de su puesto, llamando la atención que en las carpetas de dichas
investigaciones estuviesen los nombres de funcionarios de alto nivel de
Sedesol, Sedatu, SEP y SHCP incluyendo los de Antonio Meade y Aurelio
Nuño. ¿Se trata de borrar algunos de esos nombres de las
investigaciones, o de asegurar que éstas no salgan de algún cajón? ¿Qué
tanto es esto un aviso para los funcionarios que por alguna razón se
dedican a investigar las acciones pasadas de Meade, relacionadas con
actos de corrupción en los puestos de responsabilidad ocupados por él?
¿Cuál es la razón por la que se pretende proteger a Meade una vez que
éste ha mostrado su incapacidad para la contienda?
2. El lunes 4 de mayo, en su columna de Astillero, Julio
Hernández dio cuenta de un hecho insólito y absurdo en el que el
director de Consultas Mitofsky, Roy Campos afirmó en una reunión
convocada por el INE: –
Y, para el primero de julio, no nos hagamos bolas: el bueno es el conteo del INE; si el conteo del INE al final no coincide con las encuestas, las encuestas están mal. Así de simple. El conteo del INE será el bueno: el más grande y el mejor, (pasando por alto la escasa credibilidad del instituto ante su comportamiento en elecciones anteriores) agregando ante los responsables de otras encuestas que señalan también a López Obrador como triunfador con una amplia ventaja,
las encuestas sirven para todo menos para pronosticar los resultados de las elecciones. Si a esto agregamos lo afirmado también recientemente por el consejero presidente del INE Lorenzo Córdova, de que las
elecciones del primero de julio van a estar muy cerradas, desconociendo tanto el trabajo como los resultados de las empresas encuestadoras, nos lleva a pensar en la posible puesta en marcha de un nuevo engaño que no debemos permitir ni aceptar.
Aquí considero importante comentar que, en mi experiencia personal
–que incluye la coordinación de las primeras encuestas de salida y
conteos rápidos realizados en México, (para la Alianza Cívica Nacional)
en 1994, así como en las demás encuestas realizadas por la Fundación
Arturo Rosenblueth para el PRD en relación con los procesos electorales,
cuando López Obrador era su dirigente– las encuestas en las que pudimos
predecir con errores mínimos los resultados de todas esas elecciones,
confirmaron que después de todo la estadística no es un arte mágico,
sino una ciencia utilizada por los seres humanos desde varios siglos
atrás con resultados certeros y confiables en varios campos del
conocimiento.
3. No obstante que su campaña no ha logrado captar el interés
de la sociedad y que se mantiene en el tercer lugar en las preferencias
electorales de todo el país en virtud del enorme descrédito del gobierno
que él viene arrastrando, Meade ha manifestado recientemente que
él mero, va a ganar la elección y que para ello utilizará las mismas estrategias empleadas por el PRI para ganar la gubernatura del estado de México, lo cual pareciera constituir algo más que una amenaza inaceptable, sobre todo ahora en que las llamadas telefónicas contra AMLO son una réplica de las empleadas contra Morena días antes de las elecciones en ese estado.
Cuando juntamos estas tres afirmaciones realizados por el director de
la empresa encuestadora, del presidente del INE y del candidato del
PRI, surge de manera directa la posibilidad del fraude, y de la
estrategia que seguiría el gobierno para imponer su verdad mediante el
argumento de que las encuestas que han establecido el muy posible
triunfo AMLO en realidad no son confiables.
En resumen, lo que se nos está diciendo ahora, es que no obstante que las encuestas favorecen al candidato de la coalición de
Juntos haremos historia, estas no permiten saber quién será el triunfador, lo cual parece indicar que no obstante sus compromisos actuales, el INE se apresta a participar en un nuevo fraude electoral de gran magnitud contra la voluntad del pueblo ¿Pero porqué ahora las encuestas publicadas no son confiables?
4. La respuesta a esta pregunta nos la ha dado el nuevo presidente
del PRI, René Juárez, en una entrevista que le hizo un reportero de La Jornada:
Las encuestas no han tomado en cuenta a 25 por ciento de los encuestados, que hasta ahora son indecisos, los cuales el primero de julio habrán de votar por el PRI y darle el triunfo a nuestro candidato. ¿Se trata de una broma, de un descubrimiento notable o del anuncio descarado de que será de esta manera cómo piensan explicarle a la nación el resultado de sus intenciones para evitar una explosión social?
Espero y deseo estar equivocado en esta predicción, pero después de
todos los engaños que hemos vivido en los años recientes, mal haríamos
en no ser cautelosos.
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