Javier Flores
Algunas de las ideas de Claudia Sheinbaum para enfrentar los retos que vive la capital del país se encuentran en el documento titulado: Innovación y Esperanza para la Ciudad de México, que presentó en agosto de 2017 como un material para ser discutido por los habitantes de esta metrópoli.
Se trata de un esbozo de programa que se ha venido enriqueciendo a lo largo de los meses, el cual, como indica su nombre, tiene entre sus ejes principales precisamente a la innovación.
Para Sheinbaum, innovación significa emplear las ciencias, la tecnología y la información, para generar cambios tangibles que permitan mejorar la calidad de vida de las personas desde una visión de inclusión y sustentabilidad, por lo que se ubica dentro del concepto contemporáneo de la innovación social o transformativa, el cual es, en la actualidad, objeto de estudio por las comunidades académicas en diferentes partes del mundo.
En el documento citado, la candidata a la jefatura de Gobierno de Ciudad de México señala que la megaciudad tiene que cambiar el enfoque para enfrentar y resolver problemas como inseguridad, movilidad, agua, espacios públicos, vivienda, salud, cultura, educación y exclusión social mediante el vínculo entre la academia, el sector productivo, el gobierno y la ciudadanía (lo que algunos llaman la cuádruple hélice), lo que muestra una visión amplia que busca el vínculo entre el conocimiento científico-técnico, la iniciativa privada, el sector gubernamental y la sociedad para atacar los crecientes retos que enfrenta esta ciudad.
Algunos ejemplos de cómo se puede lograr lo anterior, están presentes a lo largo del texto que contiene 12 apartados programáticos de los cuales tomo como ejemplo sólo algunos. En el tema del agua potable, por ejemplo, Sheinbaum propone construir un programa de manejo integral del recurso hídrico con las instituciones de educación superior e investigación, así como poner en marcha sistemas innovadores para la captación de agua de lluvia y el desarrollo de tecnologías como las que condensan agua de la atmósfera.
Adicionalmente, en aspectos que podrían parecer alejados de la ciencia, la tecnología y la innovación (CTI), como el apartado que se refiere a ungobierno abierto, democrático y con cero tolerancia a la corrupción, Sheinbaum señala que se establecerán convenios con centros de educación superior e investigación para desarrollar un sistema integral de planeación de la metrópoli, buscando asesoría permanente en CTI para diferentes áreas del gobierno de la ciudad. En el caso específico de la corrupción, propone establecer un sistema de medición, información y rendición de cuentas, abierto a la ciudadanía, utilizando las nuevas tecnologías. En este mismo apartado, se buscaría promover una democracia participativa a través de sistemas innovadores para la evaluación y calificación ciudadana del policía de cuadrante, los ministerios públicos por coordinación territorial, el sistema de transporte y el sistema de agua potable, entre otros aspectos.
El conocimiento científico y tecnológico, forma parte del perfil profesional de Claudia Sheinbaum, quien es investigadora del Instituto de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México. Estudió la carrera de física y obtuvo maestría y doctorado en ingeniería en esa institución. Es integrante del Sistema Nacional de Investigadores y de la Academia Mexicana de Ciencias. Adicionalmente, desde agosto ndel año pasado, prestigiados investigadores de las ciencias exactas, naturales y sociales se reunieron para expresarle públicamente su apoyo, entre ellos Juan Ramón de la Fuente, José Franco, Moisés Selman, Leticia Merino, Manuel Peimbert, Manuel Perló, Silvia Torres y Sergio Zermeño, entre muchos otros, lo que permite afirmar que de ganar la jefatura de gobierno no estará sola en el desarrollo de sus políticas de innovación.
La propuesta programática de Claudia Sheinbaum es interesante, muy innovadora y viable. De lograr el triunfo en las elecciones del primero de julio, Ciudad de México podría convertirse en un laboratorio en el que algunos de los graves problemas que se viven a diario podrían encontrar vías novedosas de solución, las cuales, de tener éxito, podrían servir como modelo a otras entidades, considerando desde luego sus particularidades.
Pero no debe pensarse que el programa de la candidata de la coalición Juntos Haremos Historia es sólo un conjunto de temas basados en la racionalidad técnico-científica (aunque buena falta hacen); el otro gran eje es la esperanza, que implica un compromiso para mejorar la calidad de vida de los habitantes de Ciudad de México, pues como ella lo ha escrito:Nuestro compromiso es trabajar de forma profesional y honesta, y hacer todo lo que esté en nuestras manos y nuestros corazones para el bienestar de los habitantes de esta gran y bella ciudad.
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