44 Festival de cine de Toronto
Leonardo García Tsao
Si bien los grandes estrenos forman buena parte de la programación del TIFF –por ejemplo, hoy va a haber golpes para ver Guasón, de
Todd Phillips, recién ganadora de Venecia– uno de los placeres del
festival es encontrar tesoros ocultos que no reciben tanta publicidad.
Por ejemplo, de Singapur pude ver la película Wet Season (Temporada de lluvias),
del realizador Anthony Chen, que examina el malestar en una familia de
clase media, en la que la señora Ling (Yeo Yann Yann) vive descontenta
pues no ha podido embarazarse, enseña chino a jóvenes estudiantes
aburridos, cuida a su suegro paralítico y sufre el desdén de su marido
que la engaña con otra. Mientras tanto, el adolescente Wei Lun (Koh Jia
Ler), campeón de artes marciales y abandonado por su familia, empieza a
enamorarse de la maestra.
Aunque el desenlace es hasta cierto punto previsible, lo importante
no es la sorpresa, sino la forma como Chen nos conduce a las instancias
dramáticas de su historia. Con una cámara elegante que observa a sus
personajes a distancia, la película nos involucra en las complicadas
emociones de su protagonista. Además, el uso de la lluvia constante es
fundamental para la atmósfera y sirve de marco ideal para un abrazo
amoroso climático.
De Bulgaria tampoco es común encontrar muchas películas. De hecho, la anterior producción de ese país que yo había visto es La lección (2014),
exhibida en la Cineteca según recuerdo, y dirigida por la pareja
formada por Kristina Grozeva y Petr Valchanov, quienes son los autores
de Bashtata (El padre), ganadora hace poco en el festival de Karlovy Vary.
Con ese título el dúo de cineastas ha cambiado del registro dramático
al humorístico, al describir la tensa relación del fotógrafo
profesional Pavel (Ivan Barnev) con su padre senil Vasil (Ivan Savov),
cuando el primero acude a su pueblo para asistir al funeral de su madre.
Es evidente que el anciano tiene rencores guardados con su hijo y las
discusiones son continuas. Sobre todo, cuando Vasil insiste que, antes
de morir, su señora tenía algo importante que comunicarle y ahora
intenta hacerlo desde el más allá.
Ejerciendo un tipo de humor ácido que evoca al del cine checo de los
años 60 y al del reciente cine rumano (al parecer, el socialismo es la
clave), Bashtata es una comedia maliciosa que acumula
situaciones absurdas, pero hilarantes como cuando Pavel intenta, en la
comisaría, robarle un poco de mermelada de membrillo a un policía porque
se la ha encargado su esposa. Dicha mermelada resultará más importante
de lo que parece, según se revela al final.
Tanto Wet Season como Bashtata son productos que
sólo llegarán a nuestro país si los adquiere un osado distribuidor
independiente, dispuesto a estrenarlos sólo en el circuito de salas de
arte.
Twitter: @walyder
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