CIUDAD DE MÉXICO (apro).- No se sabe si
trabajan o a qué hora lo hacen pero desde el año pasado, cuando estaba
la campaña y ahora que Andrés Manuel López Obrador ya llegó a la
Presidencia, Vicente Fox y Felipe Calderón se la pasan enviando mensajes
en redes sociales todo el tiempo denostando el gobierno del tabasqueño
augurando siempre el fracaso.
Ese continuo martilleo de opiniones de los dos expresidentes de la
República pareciera ser reflejo de una enorme soledad y frustración tras
el fracaso que tuvieron en su oportunidad de llevar a buen puerto al
país.
A Vicente Fox le llegó esa oportunidad histórica en el año 2000 de
ser el primero que le arrebató el poder de 71 años seguidos al PRI. Su
lema del cambio era precisamente lo que la gente deseaba escuchar con el
ánimo de terminar ese periodo tan largo de poder hegemónico del PRI que
ya daba visos, como lo hace hoy también, de un agotamiento y desgaste
en sus cuadros de gobierno manchados de manera indeleble por la
corrupción y la impunidad.
Pero Fox, envuelto en la soberbia y la ignorancia, no llevó a cabo
esa gran oportunidad de iniciar la transición democrática tan anhelada
por generaciones y se conformó con una alternancia del partido en el
poder.
Todos los males del priismo los repitió el ranchero de Guanajuato y
empresario de Coca Cola con sus decisiones débiles y el carácter frágil
ante las ambiciones de poder de su esposa Martha Sahagún y sus hijos
aposentados a su lado haciendo negocios y gobernando el país.
Con Fox se crearon vacíos de poder que antes eran llenados por el PRI
y sus gobernantes. En lugar de llenarlos con nuevos y vigorosos grupos
democrático provenientes de la sociedad, dejó que llegaran otros grupos
de poder, entre ellos por los gobernadores que se erigieron como
virreyes o señores feudales, por las grandes empresas de comunicación y,
sobre todo, por los carteles de la droga.
Aún así el PAN mantuvo el poder presidencial a través del “hijo
desobediente”, Felipe Calderón, como el mismo se llamó como mote de
guerra en la campaña electoral del 2006 para enfrentar López Obrador que
venía de ser jefe de gobierno de la Ciudad de México.
Fox junto con Carlos Salinas de Gortari, Diego Fernández de Cevallos,
Enrique Peña Nieto y Elba Esther Gordillo, urdieron el plan para
descarrilar a López Obrador con los famosos videos de Carlos Ahumada.
Según en su propio libro “Derecho de Réplica” el empresario argentino
reveló el plan de los videos en los que aparece René Bejarano
recibiendo dinero por los cuales le pagaron este grupo de panistas y
priistas. De hecho, dijo que fueron Peña y Elba Esther Gordillo los
encargados de darle el dinero de la compra de dichos videos.
La campaña sucia en contra de López Obrador llegó hasta el desafuero
constitucional. Aún así, el entonces líder del PRD hizo una campaña
fuerte por todo el país, venciendo ese lema de que era “un peligro para
México” ideado por el asesor de campaña de Calderón, el español Antonio
Solá.
Esa guerra sucia dio frutos raquíticos. La diferencia entre Calderón y
Andrés Manuel fue mínima, de apenas 0.5 por ciento de la votación
nacional. Con un grave problema de legitimidad llegó el panista a la
presidencia con esa frase burlona que lo describe de cuerpo completo
hasta ahora: “haiga sido como haiga sido”.
Deslegitimado Felipe Calderón hizo uso del ejército para arroparse
así mismo de poder lanzando declaración de guerra contra el
narcotráfico, estrategia que estaba destinada al fracaso porque nunca
atendió las causas y tampoco las consecuencias de su inefable decisión:
miles de muertos, desaparecidos y desplazados en todo el territorio
nacional.
Perdido en su propio laberinto de poder, rodeado únicamente de su
familia y sus allegados, Calderón concluyó su administración dejando al
país ensangrentado y sumido en una espiral creciente de violencia.
Ante el rechazo popular Calderón tomó la invitación del gobierno
norteamericano de una beca en Harvard donde estuvo un año simulando dar
clases en esta universidad de élite que lo que menos necesita es tenerlo
como catedrático.
Hoy tanto Fox como Calderón, desde su soledad, rumiando su coraje, se
pasan el día enviando mensajes en las redes sociales contra de López
Obrador a quien siempre vieron y siguen considerando como un enemigo de
clase.
Por cierto… ni Fox ni Calderón hicieron presencia en el 80
aniversario del PAN, partido al que gracias llegaron a la presidencia.
Vaya agradecimiento de ambos.
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