Ciudad de México. La crisis económica derivada de la
pandemia por COVID-19 afecta de manera diferente a mujeres y hombres
jóvenes, ya que ellas enfrentaron mayores pérdidas de productividad
laboral en comparación con sus homólogos masculinos al verse disminuídas
sus horas laboradas, sus ingresos y por tanto su productividad.
De esto da cuenta el informe “Los jóvenes y la COVID- 19: Efectos en los empleos, la educación, los derechos y el bienestar mental”, que realizó la OIT con datos correspondientes de abril a mayo del 2020.
Los datos indican que 50 por ciento de las mujeres jóvenes que
participaron en los estudios de la OIT (5 mil 958) señalaron haber
enfrentado disminución de horas laboradas, 38 por ciento padeció
reducción de los ingresos y 64 por ciento (cinco puntos porcentuales
arriba que sus pares varones) dijo que disminuyó su productividad
laboral.
El organismo internacional explicó que esto obedece a razones no
vinculadas con el trabajo remunerado, como es el aumento del trabajo del
hogar no remunerado o de cuidados, el cual no se autopercibe como
productividad laboral.
“La información extraída de las encuestas de la fuerza de trabajo
revela que, en general, las perspectivas en el mercado de trabajo de las
mujeres jóvenes se han visto sumamente afectadas por la crisis”, dijo
la OIT.
Las mujeres jóvenes enfrentan mayor riesgo que los hombres jóvenes de
experimentar ansiedad o depresión por la incertidumbre laboral y otros
impactos socioeconómicos derivados del COVID-19, de acuerdo con nuevos
datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Salud mental en riesgo
La OIT también informó que la salud y el bienestar de las personas se
verá afectada por el impacto socieconómico de la pandemia de la
COVID-19. Además de la incertidumbre en torno al futuro del trabajo, el
estrés familiar, el aislamiento social, el riesgo de violencia doméstica
y la interrupción de la educación, son algunos de los canales a través
de los cuales la pandemia de la COVID-19 ha tenido un impacto en el
desarrollo emocional de la niñez y la juventud.
Para medir este impacto, la OIT se basó en la Escala de Bienestar
Mental de Warwick–Edimburgo (SWEWMBS), que es un parámetro de salud
mental que establece de 7 a 35 puntos porcentuales. Entre mayor sea el
porcentaje, menos probable es que existan problemas de ansiedad y de
depresión; por el contrario, entre menos sea ese valor, hay más riesgo
de paceder afectaciones a la salud mental.
Las puntuaciones entre 7 y 17 indican probable depresión o ansiedad;
las puntuaciones entre 8 y 20 indican posible depresión o ansiedad, y
las puntuaciones por encima de 20 indican ningún indicio de ansiedad o
depresión
De acuerdo con este parámetro, 18 por ciento de las mujeres
estudiadas obtuvo probable ansiedad o depresión y 53 por ciento obtuvo
posible ansiedad o depresión. En ambos casos hubo mayor procentaje de
mujeres jóvenes que de hombres jóvenes en esta situación. En general,
las mujeres obtuvieron una puntuación promedio de 20.7 puntos, mientras
que sus pares varones obtuvieron 21.4.
“Esto podría ser una indicación de que las mujeres jóvenes están más
sujetas a responsabilidades estresantes en el hogar”, observó el
organismo.
20/TQ/AJSE/LGL
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