Óscar González
Una onza de acción es el valor de una tonelada de teoría: Federico Engels
Cuando se propuso en Salvador
Bahía, Brasil, hace cuatro años que la siguiente reunión del Foro Social
Mundial (FSM) se realizara en México, quienes asistimos a ese encuentro
adelantamos la idea y la propuesta de hacer una evaluación de todo el
proceso, cuyo desempeño cada vez más conservador lo había llevado a una
franca declinación y marginalidad.
Después de varios intentos y balbuceos, finalmente aparece ya el
mensaje de algunos de los fundadores del FSM, en el que se hace un
reconocimiento a quienes ya fallecieron (Eduardo Galeano, José Saramago,
Francois Houtart, Samir Amin, Samuel Ruiz García, Immanuel Wallerstein)
y, a la vez, se convoca a replantear los objetivos y las
potencialidades principales de este organismo civil mundial, después de
largos 20 años de existencia.
¿El Foro Social Mundial, que celebra su vigésimo aniversario en 2021,
es sólo un espacio abierto o puede, debería ser, también un espacio de
acción? Es esta la pregunta central que se formula y a la que se convoca
a responder.
La idea de abrir un espacio a los movimientos sociales y a los
intelectuales críticos para intercambio de experiencias y de ideas, en
pos de combatir al pensamiento único del neoliberalismo, era una idea
revolucionaria y de gran impacto en el mundo. Ante la amenaza del inicio
de la guerra de Estados Unidos contra Irak el FSM mostró su inmenso
potencial convocando a multitudinarias marchas de rechazo coordinadas
globalmente. Sin embargo, ese tipo de iniciativas no prosperó.
Es por eso –afirman los convocantes– que los que participamos en el
Foro Social Mundial desde su inicio y firmamos las declaraciones de
Porto Alegre y Bámako, pedimos un
renovado foro. Nos enfrentamos a una crisis global multidimensional muy seria; se necesita acción a escala local, nacional y global, con una articulación adecuada entre ellos. El FSM es el marco ideal para promover esta acción. De eso se trata esta iniciativa.
Entre los firmantes se encuentran Frei Betto, Atilio Borón, Bernard
Cassen, Adolfo Pérez Esquivel, Federico Mayor, Riccardo Petrella,
Ignacio Ramonet, Emir Sader, Boaventura Santos, Roberto Savio y Aminata
Traoré.
Vendrá pronto otro documento en el que se invitará a todos los
organismos, movimientos y personas interesadas a debatir y proponer las
nuevas formas de decisión y acción del Foro Social Mundial, y de su
autogobierno democrático, lo cual implicará la revisión de la Carta de
Principios, de la estructura y del funcionamiento del Foro y del Consejo
Internacional. Aunque se había propuesto a México como sede en 2021,
los condicionantes de la pandemia de Covid-19 obligarán a replantear la
posible realización de otras modalidades, no únicamente tecnológicas,
sino también geográficas y políticas, que ahora están siendo
consideradas. A fin de cuentas de lo que se trata es de convertir al FSM
de un
espacio abiertoen un
espacio de acción.
* Profesor de ciencia política y ex embajador de México.
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