Gilberto López y Rivas
En la resistencia de los pueblos indígenas contra
los megaproyectos que el gobierno de la 4T impone, violando sus derechos
a la autonomía y la consulta previa, libre, informada y culturalmente
adecuada, han destacado el Tren Maya y el Canal Interoceánico del Istmo
de Tehuantepec, por lo que la publicación del libro de Lilian González
Chévez, Proyecto Integral Morelos: sus impactos sociales y la demanda de justicia hídrica de los ejidatarios del municipiode
Ayala, Morelos (UAEM-Cicser, 2020), resulta muy pertinente y necesaria
para entender los alcances y las repercusiones de otro de los jinetes
del apocalipsis desarrollista que amaga a estos pueblos.
Trabajo riguroso en cuanto al cumplimiento de los estándares
académicos que exige el Conacyt para el apoyo de investigaciones, la
obra se asume por su autora como parte de su compromiso con las luchas
de las y los ejidatarios del municipio de Ayala, quienes le solicitaron
la realización de un estudio que contribuyese a clarificar su demanda de
justicia hídrica ante el estado y, en particular, respecto al acueducto
proyectado para la termoeléctrica de Huexca.
A partir de una metodología de revisión y análisis documental de los
archivos de los Comités del Agua y de los Ejidos en resistencia al
acueducto, de entrevistas a profundidad de múltiples actores, de la
exploración de las variadas realidades de dichos actores en una escena
social cambiante, propia de los estudios de caso que recuperan
etnográficamente las narrativas territoriales, la autora ofrece un
complejo proceso de interpretación del discurso subalterno, en disputa
con las visiones hegemónicas, para dar cabida a una narración
alternativa. En sus palabras:
se buscó intencionalmente que las memorias y las realidades del sujeto históricamente subalternizado fueran narradas en sus propios términos, y que sea a través de esta narrativa que emerja la experiencia ontológica e históricosocial de las y los ejidatarios de Ayala.
Como todos los megaproyectos de la Cuarta Transformación, el origen
del Proyecto Integral Morelos (PIM) se sitúa en gobiernos anteriores,
abiertamente neoliberales, en este caso, el de Felipe Calderón, quien a
través de la CFE anunció el inicio de obras de un megaproyecto de
energía eléctrica denominado
Proyecto Integral Morelos, que constaría de cuatro infraestructuras: dos termoeléctricas, un gasoducto de 160 kilómetros y un acueducto de 12 kilómetros de longitud y con una red de transmisión asociada.
El contenido del libro incluye, además de una introducción que
esclarece conceptos y la metodología, los antecedentes del PIM bajo
apremio de los gobiernos federal y estatal; el nodo del conflicto
generado por el acueducto, al afectar derechos colectivos sobre el agua,
ganados a sangre y fuego durante la Revolución; el análisis de las
fallas de la manifestación de impacto ambiental (MIA); la identificación
de los actores en resistencia, los ejidatarios del municipio de Ayala, a
partir de su legado histórico marcado por el zapatismo; la gestión
colectiva de un territorio hidrosocial, la cuenca del río Cuautla; el
impacto hídrico que tendría el despojo del líquido de los ejidatarios;
las aguas de retorno de la termoeléctrica, denominadas
aguas muertas; la hidropolítica del estado en la disputa por el recurso para el PIM, con el secuestro del agua residual a cualquier costo: la emergencia de los ejidatarios como un sujeto colectivo en defensa del agua; los impactos sociales y productivos del PIM, incluidos pérdida de la seguridad hídrica y derechos colectivos, la del derecho a seguir siendo campesinos, la autosuficiencia alimentaria y un medio ambiente sano y a la salud, la ruptura de los tejidos sociales, y la imposición del PIM mediante la fuerza pública, grupos de choque y criminalización de la protesta.
González Chévez explica en qué consisten las afectaciones o los
impactos sociales del PIM a partir de un principio internacional que
considera el grado en que un determinado proyecto afecta los derechos
humanos y colectivos, tomando en cuenta que estos riesgos son dinámicos y
progresivos, y que la evaluación debe incluir
todo lo que sea relevante para las personas: sus medios de vida, su salud, el bienestar y vida colectiva, además de los aspectos que implican el patrimonio cultural y la memoria histórica, la integridad del hábitat y la biodiversidad,destacando otro aspecto relevante:
los impactos medioambientales de los cuales depende la subsistencia de la gente, de manera que los efectos sociales son siempre multifactoriales; se trata en rigor de procesos socioambientales, donde se halla interrelacionado lo natural y lo social, lo ecológico y lo político, en una trama donde se articulan sistemas socioecológicos complejos.
Herramienta imprescindible para las resistencias de los pueblos
indígenas y mestizos de México, a los que la 4T impone su desarrollismo
capitalista.
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