Esta semana en dos ocasiones vimos con indignación que niñas que
sufrieron agresiones sexuales no han tenido garantizado su derecho de
acceso a la justicia porque les tocaron jueces penales patriarcales.
Por un lado, el Juez Jorge Luis Solís Arana –asignado
recientemente al juzgado de control y oralidad que está en el Centro de
Justicia para las Mujeres (CJM) de Puerto Vallarta, en dos
casos de ataque sexual de adultos a niñas menores de 12 años, en uno se
atrevió a negar la vinculación a proceso penal del pedófilo porque “no
hubo placer” y en el otro, porque había sido un simple desahogo sexual.
En un caso uno era un funcionario público y el otro era el papá de la
menor de edad. Ambos son pedófilos.
Fallaron los jueces, profundamente patriarcales, corruptos, ineptos,
pero también fallaron los Fiscales con trabajo muy deficiente e
ineficaz, pero les fallaron los Ejecutivos Locales y Federal, así como
los Congresos de sus respectivas entidades.
Pero también les hemos fallado como sociedad, porque deberíamos, a
estas alturas del Siglo XXI, haber generado una cultura de cero
tolerancia a todas las formas de violencia contra las niñas.
Igual que se emprendió un cambio de cultura con la separación de
basura, o con dejar de usar bolsas de polietileno y hoy se emprende por
prohibir los alimentos ultra procesados para niñas y niños, en la ley y
en la política pública, así se debería emprender un cambio cultural que
llegara hasta el último rincón de nuestro país para erradicar las
prácticas estereotipadas que justifican la violencia contra las mujeres y
las niñas.
Y así como estos ejemplos, podemos citar muchos más, ya que 7 niñas
cada día en nuestro país, sufren de alguna agresión sexual, incluso son
víctimas de feminicidio o desaparecen.
Lo cierto es que el patriarcado pone al servicio de los violentadores
y abusadores de mujeres y niñas, una serie de herramientas legales que
usan para no enfrentar las consecuencias de sus acciones; desde la
presunción de inocencia, hasta el nuevo sistema penal, la tortura,
fallas en la detención y el amparo, todos usados para que la justicia
los favorezca o para cansar a las víctimas y demostrarles que nunca van a
poder más que ellos, lo que logran en no pocas ocasiones.
Ejemplo de ello es Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre, que usó el
amparo para forzar a la entonces Procuraduría General de Justicia del
Distrito Federal, en una suerte de tráfico de influencias, a que
determinara si consignaba las Averiguaciones en su contra por la
denunciada red de prostitución de mujeres jóvenes vulnerables en el
PRI-DF, en la que el Procurador ordenó el no ejercicio de la acción
penal.
Esta determinación fue combatida a nombre de las víctimas con todos
los recursos que nos fueron posibles, incluyendo el amparo y el amparo
en revisión, que después de 5 años ganamos, por lo que Gutiérrez de la
Torre interpuso un recurso de reclamación que afortunadamente perdió.
Ha pasado un año y medio desde que se reabrió el expediente, ahora sí
en la Fiscalía de Investigación del Delito de Trata de Personas y ya no
en la Fiscalía de Asuntos Especiales y Electorales y de nueva cuenta
Gutiérrez de la Torre interpuso otro amparo con el propósito de que el
Ministerio Público vuelva a decretar el no ejercicio de la acción penal.
El amparo se radicó en el Juzgado 14 de Distrito en Materia de Amparo
Penal, mismo Juzgado donde estaban los antecedentes del caso.
Lo más grave es que la Ley le da el derecho a interponer todos los
recursos que considere convenientes, como también en caso de que el
fallo no favorezca a los intereses de las víctimas, también ellas tienen
el derecho a interponer los recursos que les otorga la ley.
Y uno se pregunta, cuánto tiempo vamos a tener que defender de nueva
cuenta los intereses de las únicas víctimas que tuvieron la decisión y
la determinación de denunciar a este político que se siente intocable.
En su amparo, Gutiérrez de la Torre tiene el descaro de argumentar, entre otras cosas que:
… “Es el caso que desahogadas, atendidas y rendidas todas las
diligencias técnicamente requeridas y otras que en exceso realizó la
instancia ministerial, no existe ningún elemento, o indicio alguno que
haga suponer, ni mucho menos acredite la integración de conducta
típica alguna, ni de presunta responsabilidad a cargo de la quejosa:
No obstante que no concurren ningún elemento subjetivo, objetivo o
normativo que pudiera sustentar la continuación de las averiguaciones
previas acumuladas que se trata, a la fecha no se ha resuelto el
procedente acuerdo de no ejercicio de la acción penal, lo cual me ha colocado en estado de indefensión y franca incertidumbre jurídica, en agravio de los derechos fundamentales que más adelante se indican”…
Y entonces, en su alegato llegamos al colmo del descaro porque es
ahora Gutiérrez de la Torre el que está en indefensión y franca
incertidumbre jurídica.
Y yo me pregunto cuánto tiempo más tienen que esperar las víctimas,
con la zozobra y el miedo de que Gutiérrez de la Torre y el Movimiento
Territorial del PRI en la Ciudad de México se cobren venganza contra
ellas, como ya lo hicieron balaceando la oficina de la CATWLAC.
Eso se ve claramente reflejado en sus declaraciones y peritajes psicológicos que dicen:
… “Me impresionó mucho la confianza que mostraban esas personas en ofrecerte el trabajo, yo vi en PRISCILA, ADRIANA Y SANDRA mucha confianza y absolutamente nada de miedo en que sean descubiertas o que algo les pueda pasar”…Testimonio de víctima
… “me puse a pensar en lo que CLAUDIA PRISCILA MARTÍNEZ GONZÁLEZ me había dicho, que tal vez yo le podía gustar y entonces él me propondría algo, fue cuando pensé que no respetarían que sólo fuera imagen, además me sentía como cómplice, al permitir que chicas jóvenes tuvieran que aceptar ser objetos sexuales de ese hombre sólo por necesidad o miedo”…Testimonio de víctima
… “A nivel emocional: se detectaron sentimientos de miedo al encontrarse dentro de instalaciones del PRI DF después de negarse la evaluada a aceptar el trabajo que le proponían el cual incluía la realización de actividades sexuales: “a mí me dio mucho miedo, le dije que solamente iba con el puesto de recepción, ella me dijo que muchas gracias y me salí de ahí, solamente pensaba en salir de ahí, en poder irme, tenía mucho miedo de que me hicieran algo porque les había dicho que no, ya simplemente reaccionaba, no pensaba tanto en hacer cosas… lo hice por miedo, yo ya no quería seguirme negando porque pensaba que me podía pasar algo… esa noche no pude dormir porque tenía mucho miedo, sabía que tenía regresar por mis papeles y ellos ya tenían mis datos… le platiqué a mi mamá y a una tía, dije que tenía mucho miedo… salía y me daba pavor ver que las motos se empezaban a meter entre los carros, para mí era que si me iban a hacer algo iba a ser con una moto porque pueden escapar rápido, me daba mucho miedo por mi familia”…Testimonio de víctima
Cuánto tiempo más tienen que esperar a que les hagan justicia. Ya basta de impunidad.
20/TUZ/LGL
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