Ciudad de México. “Una madre se puede desgastar día a
día sin que al gobierno le interese”, dijo Lidia Florencio, madre de
Diana Velázquez Florencio, asesinada en 2017 en el Estado de México,
tras retirarse del plantón que instalaron desde el pasado 6 de julio las
familiares de víctimas de feminicidio afuera de Palacio Nacional para
que Andrés Manuel López Obrador las recibiera.
La noche de este 19 de agosto, Lidia Florencio comunicó en sus redes
sociales que daba por terminada la acción de protesta afuera de Palacio
Nacional. Esto, por el riesgo de contraer COVID-19.
“Vemos que nos estamos poniendo en riesgo. La lucha es digna pero tenemos que actuar con prudencia”, escribió.
En días pasados, su compañera en el plantón, Malú García Andrade,
defensora de los derechos de las mujeres, fundadora de la organización
“Nuestras Hijas de Regreso a casa” y hermana de Alejandra García
Andrade, asesinada en Chihuahua, fue diagnosticada con COVID-19 y
permanece en el Hospital de Especialidades Dr. Belisario Domínguez, en
la Ciudad de México.
Durante mes y medio que permaneció Lidia en plantón afuera de Palacio
Nacional, el gobierno de México anunció durante la conferencia
mañanera la creación del Protocolo de Atención Integral para niñas,
niños y adolescentes en condición de orfandad por feminicidio, que haría
justicia histórica a las familias de las mujeres asesinadas por la
violencia machista en el país.
Sin embargo, en estos días el presidente de México, Andrés Manuel
López Obrador, jamás aceptó recibir a las familias para escuchar de su
propia voz sus necesidades.
“Esperamos con ansia que fuéramos atendidas por el gobierno federal.
Nunca sucedió, ya que vemos con indignación que para ellos las violencia
feminicida no es prioridad.
Y una madre se puede desgastar día a día sin que al gobierno le
interese. Hoy damos por concluida una acción, para poder seguir
avanzando en lo que nos trajo hasta aquí que es la justicia y verdad por
nuestras hijas asesinadas por razones de género”, escribió Lidia.
Durante su protesta pacífica, Lidia Florencio consiguió reunirse con
la Secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, quien le anunció que
el asesino de su hija ya había sido identificado por la Fiscalía
General de Justicia del Estado de México, pero no le dio más detalles.
En los días siguientes, Lidia consiguió reunirse con personal de la
Fiscalía, quien le dijo que el asesino de Diana se llama Jesús Alejandro
N y que fue detenido gracias a “investigación de campo y de gabinete” y
testimonios recabados por la Policía de Investigación, mismos que Lidia
desconocía hasta ese día, ya que hasta abril de 2020 –antes de instalar
el plantón– el Ministerio Público de Chimalhuacán le dijo que no había
línea de investigación en el caso de su hija.
Lidia Florencio era la última familiar de una víctima de feminicidio que permanecía en el plantón.
20/AJSE/LGL
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