3/08/2010

Mujeres en lucha.

Por Alberto Híjar.

Son algunos ochos de marzo los que dan sentido al Día Internacional de la Mujer. El más remoto es de 1857 cuando unas obreras textiles pararon y marcharon en New York por sus derechos ignorados. En 1871 las mujeres combatieron a la par de los comuneros de París y sufrieron igual la brutal represión que condujo a las sobrevivientes hasta Nueva Caledonia. Ahí Louise Michel y las proclamas obreristas de Flora Tristán. En 1908, también en New York donde parece que no pasa nada, las 20 mil obreras de la fábrica Triangle Shirtwaist fueron encerradas como castigo a su protesta y el patrón ordenó incendiarlas para cobrar 129 víctimas. En la II Conferencia Internacional de mujeres socialistas en Copenhague 1910, Clara Zetkin y Nadezhda Krúpskaya, la compañera de Lenin propusieron asumir el Woman´s Day de las sufragistas estadounidenses. Las socialistas alemanas hicieron del 8 de marzo de 1914 Día Internacional de la Mujer como llamado a luchar por sus plenos derechos y a oponerse a la guerra imperialista. El 8 de marzo de 1917 las mujeres rusas organizadas se insurreccionaron y contribuyeron a la caída del gobierno de Kerensky. Hasta 1975 la siempre lenta ONU proclamó el Día Internacional de la Mujer cuando éste había crecido por el mundo entero salvo en los países islámicos.

Somos las esclavas de los esclavos, nos explotan más despiadadamente que a los hombres”, dice Lucy González de Parsons en 1905 en su duelo por el compañero ejecutado por el Estado yanqui a raíz de los sucesos del 1º de mayo de 1886. El trabajo casero no remunerado, la preferencia patronal por la contratación de analfabetas sin derechos, la servidumbre asumida frente a los gerentes pero también ante los esposos y hasta los comandantes revolucionarios, integran la lista de agravios históricos desde entonces y pese al feminismo reduccionista de todo esto a los problemas de la reproducción y el placer sexual, de cincuenta años para acá ha crecido la dignidad histórica y social de las mujeres y con ella la de la humanidad entera. Queda en pie la frase célebre de la minera boliviana Domitila de Chúngaro al decir “si me permiten hablar” en el Congreso del Año Internacional de la Mujer organizado por la ONU en México en 1975. O sea, quiero narrar mi lucha yo también a ustedes que hablan de la perspectiva de género, del condón y del aborto y no de trabajadoras, patrones, explotación y Estado.

Una vez expropiado el verbo empoderar por Martha Sahagún desde la presidencia de la República, decidió seguir la orientación papal y episcopal de celebrar el Día de la Familia el primer domingo de marzo para contrarrestar al Día Internacional de la Mujer, con el mismo sentido de la celebración del día de San José para sustituir al Día de los Trabajadores en huelga general. Años después, el secretario del trabajo que no de los trabajadores apodado Monseñor Abascal, argumento la urgencia de regresar a las mujeres al interior del hogar para recuperarles su lugar moral. La terca realidad ha replicado furiosa al mostrar el proyecto de reformas laborales conocido como Ley Abascal ahora asumido por el gobierno de Calderón y el PAN, como una escalada contra las familias de los y las trabajadoras al anular sus derechos históricos de contratación colectiva, de asociación sindical, de salud y educación pública, vivienda digna, salario justo. De aquí la combatividad asombrosa de los contingentes de mujeres de los más de 40 mil electricistas despedidos ilegalmente. Dos consignas con referentes familiares gritaron gozosas: ¡señor Calderón ¿por qué no usó condón?, ¡señora Hinojosa ¿porqué parió esa cosa?

El doble turno agregado a los deberes caseros nada naturales, la sobreexplotación y la fatiga, las enfermedades mal atendidas, la amenaza cumplida del desempleo y la contratación temporal con hambrunas intermediadas, son algunos de los daños atentatorios contra las familias de los trabajadores. Mientras, en las alturas también hay terribles afectaciones como la sobreprotección a los negocios chuecos de los dos hijos Bribiesca de Martha Sahagún impunes hasta ahora pese a las comisiones especiales parlamentarias que descubrieron parte de la cloaca donde chapotean Fox, Martha, los hijos y los cómplices de Estado. La dulce Pink con su melodiosa voz pregunta a Bush, dear mister president, cómo puede dormir ante los miles de masacrados en sus guerras a muerte, los homeless botados en las calles, los miles de féretros cubiertos por barras y estrellas, los niños mutilados, la cocaína al alcance de cualquiera, los bombardeos contra poblaciones civiles. Igual habría que cantarle a Calderón administrando a toda costa los negocios trasnacionales enorgullecido por los crímenes de militares y policías y contradiciendo minuto a minuto su lema de presidente del empleo. La creciente legión de desempleados atenta y destruye a las familias más pobres y obliga a la clase media en extinción a la doble jornada, a endeudamientos impagables y sacrificios cotidianos de modo que las idioteces televisuales sobre la convivencia familiar insultan a quienes pueden verse a deshoras en los transportes públicos con los niños cayendo de sueño, intentado hacer la tarea entre frenón y frenón y ayudando a mamá a no dormirse para salir corriendo a tomar el último transbordo.

Se va la vida se va al ahujero como la mugre en el lavadero” canta León Chávez Teixeiro a quienes despiertan a oscuras, toman un vestido, corren a la cocina y no paran todo el día en trabajos heroicos de aprovechamiento de cada peso del escaso sueldo del marido que llega molido a casa cuando los niños mal alimentados ya duermen. Bien dice Brecht que habría que hacer monumentos a los héroes desconocidos que son estos. Nada de esto es natural sino que los patrones despiadados lo han impuesto con los gobiernos cómplices. De aquí el sentido profundo de las mujeres en lucha.

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