12/12/2010

Un ejemplo de los egresos como botín



Álvaro Cepeda Neri

Los mexicanos tienen la plena seguridad de que los billones que las diferentes instancias recaudadoras obtienen de la sociedad (del pueblo empobrecido), es un botín de quienes en la élite, sobre todo, gestionan o se asignan sueldos millonarios, en una cadena de complicidades donde los de arriba, con no pocos empleados, se reparten ese dinero en salarios, prestaciones y miles de concesiones, desde secretarios hasta directores y jefes de oficina al grito corrupto de “matanga, dijo la changa!”. Así, por ejemplo, es el caso de doña María del Carmen Alanís, magistrada del Poder Judicial federal con su cúpula la Suprema Corte de Justicia de la Nación (tan desacreditados todos esos órganos de impartición de impunidades e injusticias).

Ella, tan protagonista, se llevará durante el año próximo un total de casi seis millones de pesos, como pago anual por su desempeño, que ha dejado muy serias dudas sobre su imparcialidad y eficacia. Los otros seis magistrados de esa Suprema Corte de Injusticia contra la Nación, también se llevarán al año la suma de casi seis millones de pesos. Es el sueldo tabular, prestaciones (hasta para comer en restaurantes de cinco estrellas donde se le ve de continuo), pago por riesgo de trabajo (no se especifica cuál riesgo), seguro personal, seguros de ahorro… ¡y seguridad social! O sea que los siete jueces se forrarán para, con cuantiosa jubilación, retirarse millonarios en un país de pobreza extrema que raya en la hambruna de más de 50 millones de mexicanos desamparados, que sobreviven en el “error” por no estar dentro del presupuesto de ingresos (según la cínica y tristemente célebre frase de: “vivir fuera del presupuesto, es vivir en el error”).

Calderón se llevará al año casi 3 millones. Aparte de lo cual le otorgan gastos para comida, luz, teléfono particular, gasolina (no sabe de los más de 10 aumentos a ese combustible, uno por mes) y una larga cadena de prestaciones que lo hacen vivir como rey sexenal en la mansión de Los Pinos (con su bunker y la juguetería para simular su guerra contra el narcotráfico). De todo esto, lector, se enterará si consulta la distribución de sueldos que consigna el presupuesto. La élite burocrática y administrativa gana como si desquitara el sueldo que entre ellos y los legisladores, de antemano, se pusieron de común acuerdo para que no les falte para gastar, aunque casi todo les sale regalado: comidas gratis, regalos, invitaciones a pasear, viajes para turistear, choferes, guardaespaldas, carros blindados, sirvientes (soldados y marinos rasos regando sus jardines y lavando sus automóviles, etc.). Son miles de ejemplos donde los ingresos son para el botín ya que los que así se benefician no lo desquitan con eficacia en el desempeño de sus obligaciones. También los desgobernadores entran en ese botín, incluyendo al jefe de Gobierno de la Ciudad de México que, igual que Peña Nieto, hace su “cochinito” para sus campañas en busca de controlar el botín mayor.

cepedaneri@prodigy.net.mx

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