Ambulante, gira de documentales, una iniciativa de los actores Gael García Bernal y Diego Luna, y de Pablo Cruz, con apoyo de la productora Canana Films y la cadena exhibidora Cinépolis, goza ya en su sexta edición de un sólido prestigio. No sólo ha incrementado sus sedes de exhibición en todo el país (actualmente 140, repartidas en 11 estados de la República y en el Distrito Federal), sino también el volumen de sus propuestas (70 títulos, entre cortos y largometrajes), manteniendo el atractivo y la variedad temática de sus nueve secciones, algunas de ellas referencias ya imprescindibles (Dictator’s cut, Sonidero, Dedazo y Observatorio).
El año pasado la retrospectiva del realizador alemán Gustav Deutsch, presentada por Ambulante en la Cineteca Nacional, fue todo un hallazgo; un año antes se había revisado la producción del infatigable fotógrafo y reportero fílmico francés Raymond Depardon; este año es el turno de descubrir en la misma sede la obra de Trin T. Min-ha, estupenda realizadora vietnamita radicada en Estados Unidos.
Importa señalar que el logro mayor de Ambulante ha sido, además de dar a conocer los trabajos más destacados de un género por largo tiempo ausente de la cartelera comercial, confinado a los cine clubes y a exhibiciones televisivas muy esporádicas, el haberse convertido en un apoyo real para la producción y distribución en México de documentales nacionales y extranjeros. Un resultado tangible de dicho apoyo es el estreno esta semana en numerosas sedes comerciales de un trabajo sobresaliente, Presunto culpable, de Roberto Hernández y Geoffrey Smith, que sin este respaldo jamás habría tenido el impacto mediático y la repercusión que hoy conoce.
La sección Pulsos, que reúne ocho documentales mexicanos recientes, es una muestra elocuente de la vitalidad de ese género en nuestro país, en contraste muy pronunciado con la inocultable penuria por la que atraviesa, en el mismo ámbito, el cine de ficción.
Dictator’s cut, una de las secciones más apreciadas del festival, es una caja de resonancia de los puntos de vista más críticos y valientes en torno del problema de la represión política y la censura en los medios audiovisuales. Una película de esta sección, Se acabó la guerra (Sierra Leona, 2010), es un dramático desmontaje del doble lenguaje de la justicia internacional en contra de un líder político considerado criminal de guerra: presunciones precipitadas de culpabilidad, acumulación de piezas condenatorias, concentración en un individuo de una responsabilidad colectiva, desacreditación dolosa de circunstancias atenuantes y predominio de la razón de Estado como argumento final en una dura sentencia inapelable.
En Pulsos, el documental más reciente del mexicano Everardo González, El cielo abierto, y la cinta de Tatiana Huezo, El lugar más pequeño, exploran con ópticas muy diversas, los estragos de la guerra civil en El Salvador, tanto en el registro del hostigamiento y ejecución de monseñor Óscar Romero, como en el proceso de duelo de una comunidad campesina al regresar a la población devastada de la que huyó durante la represión militar.
En Dedazo, sección de documentales premiados, destaca Armadillo, formidable cinta danesa de Janus Metz que exhibe el desencanto radical y la espiral de adicciones a la que se libran los soldados nórdicos durante la guerra en Afganistán. Otros pulsos itinerantes en el resto de las secciones aluden a temas de ecología e inmigración (Cool it, de Ondi Timoner; Los recién llegados, de Claudine Bories y Patrice Chagnard), a manifestaciones artísticas independientes (Ximena Cuevas y Takashi Ito en la sección Injerto), a expresiones musicales populares (música ambulante en el Congo, revisiones del pop y del hip-hop en contextos globales), y una divertida introspección sicológica del palestino Raed Andoni en Fix me.
Ambulante es, a la manera del título de una de sus secciones, un Observatorio agudo, bien documentado y siempre actual de la producción cultural y las mudanzas sociales en un mundo en agitación creciente. Un elogio del inconformismo y del humor en las artes y en la política, un antídoto contra las inercias ideológicas y la triste tozudez del conservadurismo.
Hasta el 25 de febrero en la ciudad de México. Mayor información (sinopsis, horarios, sedes) en www.ambulante.com.mx
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