Diversas
organizaciones, colectivos e individuos adherentes a La Sexta fuimos a
la comunidad de La Realidad en Chiapas. Con el objetivo de brindar
solidaridad a las bases de apoyo zapatistas (BAZ) ante las recientes
agresiones paramilitares, mostrarles que -a pesar de la distancia y de
que no convivimos cotidianamente con ellos- el ¡no están solos! no es
sólo una consigna, sino un vínculo que se ha fortalecido como aliados
que son nuestras organizaciones revolucionarias.
El traslado
La delegación comunista que viajó al acto de solidaridad y homenaje al
compañero Galeano estuvo compuesta por 8 camaradas de la Juventud
Comunista de México y 9 camaradas del Partido de los Comunistas, José
Martínez y Fernando Acosta, secretarios generales respectivamente de
ambas organizaciones encabezaron la delegación. La JCM se trasladó al
territorio rebelde en la caravana organizada por la Red contra la
Represión. Mientras que los camaradas del Partido, de la célula
Mártires de Cananea, se trasladaron desde Monclova, Coahuila. El punto
de reunión fue en San Cristóbal de las Casas, donde se unieron
compañeros de Oaxaca, Chiapas y demás Estados. Por la tarde autobuses y
vehículos nos trasladamos en caravana por Comitán y Las Margaritas
hasta llegar a Guadalupe Tepeyac, donde llegarían los compañeros
zapatistas por nosotros. Fuimos trasladados desde Guadalupe Tepeyac en
vehículos de la Junta de Buen Gobierno hasta La Realidad.
Al
descender de los vehículos fuimos llevados hasta la sede del Caracol
“Mar de Nuestros Sueños”, donde una manta colocada sobre la entrada
daba la bienvenida al homenaje del compañero Galeano. Formados, fuimos
pasando uno a uno para ser acreditados e instalarnos en el lugar que
los zapatistas habían acondicionado. Miles de Bases de Apoyo Zapatistas
(BAZ) llegaban poco a poco, muchas mujeres y jóvenes zapatistas
recibían a los caravaneros. Algunos BAZ iban despertando, pues habían
llegado la noche anterior, unos se acomodaban el pasamontañas al notar
nuestra llegada, otros se amarraban el pañuelo rojo al notar que eran
enfocados por las cámaras. En la entrada al caracol estaban milicianos
zapatistas con su uniforme: camisa café, pañuelo rojo al cuello,
pantalón verde, botas y pasamontañas. Otros más resguardaban el tejaban
que serviría de templete y los alrededores de la cancha de basquetbol.
BAZ y EZLN muestran su unidad inquebrantable
Mientras nos instalamos y cada quién ubica sus cosas, el Comandante
Tacho llega al tejaban para avisar que falta para iniciar el acto,
indica que hay tiempo para comer, bañarse o preparase para reportar lo
que pase ahí. El templete lo presidían 6 pancartas, que exigían
justicia para el compañero Galeano. Una de ellas con la foto del Sub
Marcos, contenía un extracto del comunicado “El dolor y la rabia”,
donde recalcaba que fue el dolor y la rabia “los que ahora nos hacen
calzarnos de nuevo las botas, ponernos el uniforme, fajarnos la pistola
y cubrirnos el rostro”. Son las 12 del día, empieza a notarse más
movimiento entre los insurgentes, todos portan un moño negro en señal
de luto, los BAZ distinguen el caracol del que vienen por otro moño de
diferente color. Comienzan a agruparse BAZ en la cancha de basquetbol,
corren de un lado a otro, se acomodan el pasamontañas, abrazan a los
niños mientras se forman. Una vez llena la cancha, una valla de
insurgentes al son de una voz de mando se ubican frente a los BAZ. Una
acción sincronizada, marcan el paso y avanzan hacia el frente. El
mensaje de esto es simple, resalta el vínculo indisoluble entre los BAZ
y el Ejército Zapatista de Liberación Nacional.
De fondo
empieza a escucharse la canción “Como La Cigarra” en voz de Mercedes
Sosa y aparece a caballo el Subcomandante Insurgente Marcos con un
parche de pirata en el ojo derecho y fumando su pipa. Saluda a los
asistentes. Después irreverente como siempre levanta el dedo medio de
la mano izquierda. Más tarde arribó una parte de la Comandancia General
del EZLN, también a caballo, saludan militarmente a los BAZ y a los
asistentes, para dar paso a la retirada y romper filas. Mientras se
reacomodan los insurgentes y los bases de apoyo zapatistas, a través
del sonido se escucha la voz del Sub que anuncia el comienzo de Radio
Insurgente y manda un especial saludo a los medios libres
“independientes, autónomos o como se diga” a quienes se les avisa que
“en un rato tendrán internet y que podrán subir sus materiales”. Luego,
pasa la voz al Subcomandante Insurgente Moisés quien informa sobre el
avance de las investigaciones en torno al asesinato del compa Galeano.
Resalta que tienen más claves y pistas sobre quiénes son los autores
materiales, menciona que hay mujeres involucradas, como “la que
macheteó y la que arrastró el cuerpo”. Posteriormente dice a los
asistentes que es necesario recalcar que la lucha de La Sexta es la
movilización civil y pacífica, pide que aunque también nos invade la
rabia y el dolor ante el ataque paramilitar no se caiga en
provocaciones y tampoco se llame al enfrentamiento. Instó a usar la
rabia contra el sistema y no “contra estas gentes malas de la cabeza y
que no piensan, que sólo quieren cumplir la orden del mal gobierno”.
Insistió en que hace tiempo que existen provocaciones y amenazas en
este caracol “si ellos provocan, pues que lo hagan ellos, nosotros no,
nosotros somos luchadores”. Finalizó su participación advirtiendo:
“ellos nos están escuchando y nosotros queremos que nos escuchen porque
antes nunca quisieron dialogar” y se refirió a quienes ya fueron
testigos de esto como el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de
las Casas.
El SCI Marcos retomó el micrófono avisando que cuando cayera el sol iniciaría la ceremonia de homenaje al compañero Galeano.
Adherentes y BAZ rinden homenaje al compañero caído
Una vez que bajó el sol que cubría la Selva Lacandona, los 4 mil bases
de apoyo y cerca de 800 adherentes agrupados en la cancha del Caracol
de La Realidad, escucharon el anuncio de que se formaran en columnas
para presenciar el homenaje a Galeano juntos. Presidía el evento la
Comandancia General del EZLN, para iniciar se cantó el himno nacional
mexicano. Sescucharon las siguientes palabras “Venimos a darle homenaje
a un compañero sin tamaño ni altura, no venimos a enterrarlo, venimos a
desenterrar su ser combativo; venimos a levantarlo en alto en cada niño
y en cada niña. Levantar en alto en cada compa su ser maestro, su ser
pasante de Consejero Autónomo, candidato a Junta de Buen Gobierno y su
ser Sargento”, dijo el Subcomandante Insurgente Moisés en honor del
base de apoyo José Luis Solís “Galeano”, asesinado por paramilitares de
la Central Independiente de Obreros Agrícolas y Campesinos (CIOAC)
Histórica. Los zapatistas afirmaron que el gobierno pretende
destruirlos, pero que ellos no caerán en provocaciones y sí harán
justicia.
La dirección político militar del EZLN explicó que
solamente pueden intervenir en una comunidad si ésta se los solicita,
llamaron a los adherentes a no dejarse engañar por las detenciones
hechas por el gobierno estatal, pues no son justicia y buscan apaciguar
a la gente. Reiteraron: “La rabia que tenemos es contra el capitalismo,
no contra aquellos que son engañados por él”. Señalaron como
responsables a Florinda Santis, regidora del Partido Acción Nacional en
Las Margaritas; a Luis H. Alvarez, comisionado para la Paz en Chiapas;
a Carmelino Díaz López, y a los tres niveles del gobierno, que “piensan
que con tomar un Caracol y matar un compañero acaban con la lucha, pero
no”.
Reafirmaron su postura ante el mal gobierno de no
recibir migajas ni limosnas, de no hablar con malos gobiernos por no
confiar en esos “sin cerebros, hoy y siempre no confiamos en esa gente
ignorante y estúpida, con manos grandes para robar y sin cerebro para
pensar, del partido que sean. Nuestra lucha es por la libertad, por un
mundo anticapitalista, y no nos vamos a desviar”. Hicieron una
semblanza de las agresiones de la CIOAC Histórica, que ya suman 7 con
el asesinato de Galeano. Mencionaron que la CIOAC – H participa en la
cruzada contra el hambre que más bien es una cruzada antizapatista,
donde sus líderes aprenden a matar y mentir.
“No se vendió,
no se rindió, no se venció, Galeano Presente. Desde la Realidad y por
la Realidad, no dejaremos que la destruyan, es nuestro compromiso
liberar este país, pase lo que pase y venga lo que venga.”, sentenció
el Subcomandante Moisés. Después de la lectura del documento central
del homenaje, se cantó el himno zapatista y se llamó a visitar la tumba
de Galeano. Una fila interminable de compañeros cubiertos con
pasamontañas abrazaban la tumba, rodeándola. Muchos con el puño
izquierdo levantado y con un saludo militar, cada uno pasó enfrente
colocando una piedra en la orilla. La tumba, construida de piedra
blanca, estaba rodeada de flores, guirnaldas y muchas velas que la
iluminaban. Al llegar se le pregunta a alguien “¿Por qué la piedra,
compa?”, responde “Cada persona que se compromete a luchar deja una
piedra, porque como Galeano, es un símbolo de resistencia hasta la
muerte.”
La noche llega, es notorio el sentimiento de rabia y
dolor de quienes ahora viven donde anduvo Galeano en vida. Mientras
esto transcurre se nos avisa que el Subcomandante Insurgente Marcos y
el Subcomandante Insurgente Moisés brindarán una conferencia de prensa
mas tarde.
Nada termina, la lucha continúa
Pasada la medianoche, la lluvia fintaba con dejarse caer en tres
ocasiones. Los medios libres se agruparon bajo el templete, una mesa y
dos sillas esperaban a los Subcomandantes Insurgentes. El Comandante
Tacho anuncia que se han puesto sillas para que los adherentes puedan
presenciar la conferencia. El Subcomandante Marcos apareció de
madrugada, acompañado de seis comandantes y comandantas del Comité
Clandestino Revolucionario Indígena y del Subcomandante Insurgente
Moisés.
Al iniciar su intervención señaló que serían sus
últimas palabras antes de dejar de existir Marcos y anunció su relevo.
Indicó que después de los cursos de la Escuelita Zapatista del año
pasado y principios de este, “nos dimos cuenta que ya había una
generación que podía mirarnos de frente, que podía escucharnos y
hablarnos sin esperar guía o liderazgo, ni pretender sumisión o
seguimiento”. Entonces, dijo, “Marcos, el personaje, ya no era
necesario. La nueva etapa en la lucha zapatista estaba lista”. “Es
nuestra convicción y nuestra práctica que para revelarse y luchar no
son necesarios ni líderes ni caudillos, ni mesías ni salvadores; para
luchar sólo se necesita un poco de vergüenza, un tanto de dignidad y
mucha organización, lo demás o sirve al colectivo o no sirve”, dijo
Marcos.
Aún con el parche en el ojo derecho que portaba desde
la tarde, el vocero zapatista rememoró la madrugada del primero de
enero 1994, cuando “un ejército de gigantes, es decir, de indígenas
rebeldes, bajó a las ciudades para con su paso sacudir el mundo. Apenas
unos días después, con la sangre de nuestros caídos aún fresca en las
calles, nos dimos cuenta que los de afuera no nos veían. Acostumbrados
a mirar desde arriba a los indígenas, no alzaban la mirada para
mirarnos; acostumbrados a vernos humillados, su corazón no comprendía
nuestra digna rebeldía. Su mirada se había detenido en el único mestizo
que vieron con pasamontañas, es decir, que no miraron. Nuestros jefes y
jefas dijeron entonces: ‘sólo ven lo pequeño que son, hagamos a alguien
tan pequeño como ellos, que a él lo vean y que por él nos vean’”.
Ese fue el nacimiento de Marcos, fruto de “una compleja maniobra de
distracción, un truco de magia terrible y maravilloso, una maliciosa
jugada del corazón indígena que somos; la sabiduría indígena desafiaba
a la modernidad en uno de sus bastiones: los medios de comunicación”.
Por un momento dejó ver que el parche de pirata era un detalle más,
pues mencionó que le estorbaba para la lectura. Continuó: “Difícil
creer que veinte años después aquel ´nada para nosotros´ resultara que
no era una consigna, una frase buena para carteles y canciones, sino
una realidad, La Realidad”, dijo Marcos. Y añadió: “si ser consecuente
es un fracaso, entonces la incongruencia es el camino del éxito, la
ruta del poder. Pero nosotros no queremos ir para allá, no nos
interesa. En estos parámetros, preferimos fracasar que triunfar.”
“Pensamos”, dijo, “que es necesario que uno de nosotros muera para que
Galeano Viva. Así que hemos decidido que Marcos debe de morir hoy”. Y
sentenció “Siendo las 2:08 declaro que deja de existir el Subcomandante
Insurgente Marcos, autodenominado el Subcomandante de Acero
Inoxidable”.
Terminó de hablar a las 2:10 am, después el
Subcomandante Insurgente Marcos bajó del templete, apagaron las luces y
comenzó una oleada de aplausos de los adherentes, seguida de una oleada
más grande de aplausos de las bases de apoyo zapatistas, milicianos e
insurgentes. Acto seguido sólo se escuchó la voz de quien fuese el
Subcomandante zapatista: “Buenas madrugadas compañeros, compañeras y
compañeroas, yo me llamo Galeano, Subcomandante Insurgente Galeano, me
dijeron que cuando volviera a nacer lo haría en colectivo”. Tras la
lectura tomó la palabra el Subcomandante Insurgente Moisés: “Lo que les
explicamos se verá en los lugares de donde vienen, ojalá que hayan
comprendido.” Concluyó.
Así surgieron en medio de este
homenaje a Galeano, que ahora vive a través de la lucha a la que tanto
aportó, muchas reflexiones entre los que estábamos ahí, la más
escuchada fue ¿Ahora que sigue? Lo que sí podemos afirmar es que en
medio de tanta basura mediática que se dará por este cambio, no debemos
dejarnos llevar por ello. El homenaje al compa asesinado por la CIOAC-H
sirvió para demostrar que el EZLN y los pueblos que lo reivindican
entran a una nueva etapa en la lucha anticapitalista, muestran una
fortaleza enorme tanto en lo ideológico como en lo práctico, en lo
cuantitativo y cualitativo. El Sub Marcos, ahora Galeano, ni se
enfermó, ni se jubiló, ni lo “quitaron por indicación interna y
colectiva”; sólo retoma el nombre de un compañero caído que está
presente en miles que enarbolan la mismas demandas planteadas a 20 años
de distancia del inicio de la guerra contra el olvido, porque Galeano
vive en cada adherente de La Sexta.
Héctor González es miembro del Partido de los Comunistas..
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.
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