Ay Videgaray! Ya no hay ¡Caray!

Gerardo Fernández Casanova (especial para ARGENPRESS.info)

Dice Peña Nieto y lo secunda su escudero Videgaray que México va por el camino correcto, que pronto se verán los efectos de las reformas aprobadas y entraremos de lleno al desarrollo. Pareciera un ritual litúrgico que se repite desde hace 25 años que, de tan repetido, deja de tener sentido. Las mismas palabras emplearon Salinas, Zedillo, Fox y Calderón sin variar, de manera de que ya quedaron inscritas en la lista de dogmas en los que hay que creer sin discusión. Yo también lo creo, con el único detalle de que, siendo el camino correcto, la dirección es en sentido contrario; pequeño detalle. Veamos.

1.- El Banco de México dio a conocer las cifras de la balanza de pagos correspondientes al primer trimestre de 2014, destacando un déficit de 4,500 millones de dólares, compuesto por cifras negativas en la balanza de bienes y servicios, por 3,700md, y de renta, por 6,200md, y por superávit en las transferencias (remesas familiares) por 5,400md. Es una aberrante contradicción que habiéndose adoptado un modelo fincado en la exportación, el monto de lo vendido al exterior resulte ser menor que lo que de allá compramos. No entiendo que insistan en afirmar que el TLC ha sido un éxito para México y que daba profundizarse. Ya no hay, Videgaray.

2.- De la misma fuente resulta que los mexicanos ricos tienen depositados en bancos del exterior cerca de 145mmd, de los cuales, 30mmd han salido desde que Peña asumió la presidencia. Recuerdo que cuando se presentó el proyecto de privatización de las pensiones del IMSS (afores) se argumentó la insuficiencia del ahorro nacional, mismo argumento empleado para justificar la extranjerización de la economía, lo cual queda desmentido por estas cifras de ahorro perdido. Ya no hay, Videgaray.

3.- La balanza comercial petrolera se estrenó como deficitaria en este primer trimestre del año, según la misma fuente de información, con cerca de 50md fueron rebasadas las cifras de la exportación de petróleo por la importación de gasolinas. La riqueza nacional tirada al caño por aceptar la prohibición del Banco Mundial de instalar refinerías en el país, a menos que sean de particulares. La traición se usa de argumento para la nueva traición, que es la reforma que permite a los particulares refinar petróleo en México. Ya no hay, Videgaray.

4.- Peña Nieto sustentó su campaña electoral en el ofrecimiento de un mucho mayor crecimiento de la economía (además de la compra de votos). Se estrenó en 2013 con una drástica reducción a 1.1 %. Para 2014 anuncia que ahora sí, que se va a crecer a casi 4%, cuando el resto de los países desarrollados ven el decrecimiento de sus economías; más tardó el gallo en cantar cuando comenzaron a recortarse las expectativas; tanto los analistas particulares, como el Banco de México, han registrado disminuciones en su proyección, al grado que ya también Videgaray tuvo que aceptarlo. El gasto público sigue detenido sin haber razón que lo explique, no obstante los continuos anuncios de multimillonarias inversiones. La cosa es que el crecimiento no llega y el desempleo se acumula; la carestía campea y sólo se escucha el crujir de dientes. Ya no hay, Videgaray.

5.- Los campesinos irrumpen en la Ciudad de México y advierten que no permanecerán pasivos ante el proyecto de reformas que se anuncia. Es previsible que se insista en elmismo modelo neoliberal en beneficio de los grandes agro negocios trnanacionales. Habrá resistencia al genocidio rural que se está sufriendo. Ya no hay, Videgaray.

En quince meses de la nueva administración gubernamental sólo se observa más de lo mismo, pero peor. La confianza de los inversionistas y la de los consumidores está por los suelos; el bono de confianza se agotó muy rápido y, por lo pronto, el gabinete económico se derrumbó; el reemplazo es una demanda generalizada. Ya no hay Videgaray, caray.