8/27/2014

Inicia campaña para visibilizar situación de madres adolescentes


   Sector salud carece de políticas específicas de atención

Para visibilizar las necesidades en salud sexual y reproductiva de las adolescentes y las jóvenes que ya son madres, Espolea –organización especializada en derechos de la juventud– lanzó la campaña “Maternidad Adolescente y Juvenil 2014”, con la que llama a crear políticas y programas que aborden las necesidades de esta población.



La intención es denunciar que el embarazo y la maternidad en la adolescencia son causa y consecuencia de violaciones sistemáticas a los Derechos Humanos (DH) de niñas, adolescentes y mujeres jóvenes, y al mismo tiempo perpetúan la pobreza, marginación, exclusión y falta de oportunidades en las que viven muchas jóvenes en el país.

La campaña es resultado de una investigación en la que Espolea se acercó a madres adolescentes del DF para conocer sus necesidades específicas y la manera en la que son atendidas por los servicios de salud. Se analizaron también los datos nacionales estadísticos que reflejan la realidad de las madres adolescentes en México.

A nivel nacional, del total de adolescentes de 12 a 19 años de edad que tuvieron relaciones sexuales, la mitad (51.9 por ciento) ha estado alguna vez embarazada. En 2012, el 16.4 por ciento de los 2.2 millones de nacimientos correspondió a madres de entre 15 y 19 años.

En el DF, de los 160 mil 852 nacimientos ocurridos ese mismo año, 28 mil 142 correspondieron a niñas y adolescentes de 10 a 19 años, y el 3.4 por ciento de ellos a niñas de 10 a 14 años, informó Espolea con base en datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía.

En entrevista, Cecilia García Ruíz, directora del Programa de Género de Espolea y coordinadora de la campaña, sostuvo que con la recopilación y análisis de información se pudo conocer que tras tener una hija o un hijo, las jóvenes de incluso 15 años entran a la categoría de “madres”, y todo aquello que los servicios de salud deberían darles como mujeres jóvenes ya no existe, tales como información en anticonceptivos y salud reproductiva, y prevención de infecciones de transmisión sexual (ITS).

Al mismo tiempo –abundó– las madres jóvenes adquieren una serie de conocimientos especializados, pero lo cierto es que “enfrentan la falta de educación integral que les permita prevenir segundos o posteriores embarazos”.

Entre las necesidades principales de estas jóvenes se detectó, según García Ruíz, que pese a que las madres adolescentes ya han tenido un acercamiento a los servicios de salud no hay un seguimiento puntual al cuidado y protección de su salud sexual y reproductiva, lo que es más preocupante en el caso de las ITS.

De acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) 2012, el 3.5 por ciento de las personas jóvenes encuestadas ha recibido atención médica por ITS, sin embargo este porcentaje no refleja cuántas veces fueron atendidas por la misma situación.

Por ejemplo en el caso de VIH, si bien las pruebas se realizan durante el embarazo, no es una práctica sostenida en las jóvenes. Aunque las autoridades sanitarias deberían guiarse por el principio de que estas jóvenes tienen una vida sexual activa y están ante el riesgo de presentar una infección por VIH o cualquier otro tipo.

A lo que se suma que las jóvenes madres, al igual que el resto de la población joven, no acceden a métodos anticonceptivos, lo que a decir de la experta no sólo está relacionado con la falta de información o barreras económicas, sino la falta de disponibilidad de ellos y la estigmatización por parte del personal sanitario para brindar el servicio.

También se detectó, mediante las entrevistas, la constante violencia obstétrica que enfrentan las madres adolescentes y que va desde el señalamiento o juzgamiento a su condición de embarazo, información sesgada, hasta los malos tratos durante el parto.

“Desgraciadamente la poca información acerca de violencia obstétrica no está desagregada por edad, lo que nos impide conocer cuál es la situación”.

Cecilia García Ruíz explicó que esta parte del proyecto consiste en la difusión de materiales visuales para que lleguen (además de a las jóvenes) a tomadores de decisión, así como a activistas de las juventudes, para que se planteen políticas y acciones.

Dentro de los materiales se hace hincapié en que en el caso de las adolescentes de menos de 18 años, y particularmente menores de 15, el embarazo no es el resultado de una decisión deliberada. Al contrario se debe a la ausencia de poder de decisiones.

Además se enfatiza en los riesgos a la salud y el desarrollo de las mujeres que representan los embarazos tempranos. Por ejemplo, el hecho de que las y los hijos de mujeres muy jóvenes tienen más posibilidades de morir durante su primer año, comparados con los hijos de madres mayores de 20 años.

Asimismo se señala la falta de carencias económicas que enfrentan estas madres y sus hijos. De las 11 mil 527 niñas menores de 15 años que se convirtieron en madres en 2011, sólo 821 tenían una actividad laboral remunerada, mientras que de los 461 mil casos de partos de adolescentes entre 15 y 19 años únicamente 39 mil 415 de esas jóvenes trabajaba, explicó Espolea.

La campaña sobre maternidad en la adolescencia y la juventud forma parte de un proyecto apoyado por  la organización internacional Women Deliver, cuyo objetivo es empoderar a las adolescentes y mujeres jóvenes mediante la formación de habilidades para abogar por su salud y derechos sexuales y reproductivos.
 

Imagen retomada del sitio medgenerationnet.blogspot.mx
Por: Anaiz Zamora Márquez
Cimacnoticias | México, DF.-

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