Hay avances, pero persisten valores patriarcales
En
Ecuador, el avance de las mujeres en el escenario político resulta
evidente y es resultado de muchas décadas de lucha para revertir una
idiosincrasia patriarcal que, no obstante, todavía levanta barreras.
Las ecuatorianas han logrado en los últimos años insertarse en espacios
estratégicos de toma de decisión, gracias a procesos de inclusión
social cada vez más amplios que aseguran oportunidades formales
similares a las de los hombres.
De acuerdo con la asambleísta Paola Pavón, las conquistas logradas
parten de que el país sudamericano ha comprendido que ellas desempeñan
un rol esencial en la democracia.
La diputada aseveró en conversación con PL que desde la Constitución de
Montecristi aprobada en 2008 se establece una nueva relación entre el
Estado y la sociedad, en la cual el aporte de las mujeres es valorado
como fundamental.
“Somos uno de los cuatro países de la región que tienen implementada la
paridad de género en los cargos de elección popular, en las listas
electorales plurinominales y en los cargos de designación”, resaltó.
Como consecuencia, agregó, “hemos logrado una fuerte presencia de
mujeres ejerciendo espacios de poder y conduciendo temas de legislación
y de política pública”, señaló.
En este sentido, tras las elecciones legislativas de 2013, la Asamblea
Nacional quedó conformada con 41.1 por ciento de mujeres, además de que
también lo son las tres directivas de la entidad, encabezadas por la
joven Gabriela Rivadeneira.
Por su parte, la también diputada María Augusta Calle indicó que un
fenómeno similar ha ocurrido en la Corte Nacional de Justicia, donde
más del 60 por ciento de los magistrados son de sexo femenino.
Ello tiene un valor añadido referente al hecho de que ganaron ese
puesto mediante concurso de mérito y oposición, en el cual debieron
demostrar su preparación.
“Eso indica que cuando se ponen a prueba nuestros conocimientos, las
mujeres salimos victoriosas, y cuando ponemos nuestros nombres en
listas electorales, la gente vota por nosotras”, aseveró la legisladora.
El gabinete es otro espacio donde las mujeres van ganando terreno, pues
en estos momentos, por ejemplo, Cecilia Vaca Jones es ministra
coordinadora de Desarrollo Social; María Fernanda Espinosa dirige la
Defensa del país, y Carina Vance funge como titular en Salud Pública.
Según Calle, si bien hay un avance de las mujeres, lo obtenido es
también resultado de una batalla llevada a cabo por ellas desde hace
décadas.
“En el siglo XXI estamos cosechando lo que hicieron figuras de la talla
de Nela Martínez desde la década de 1930, quienes se organizaron en una
lucha no feminista rabiosa, sino verdaderamente revolucionaria, por los
derechos de este sexo en todos los ámbitos, desde el político hasta el
familiar”, estableció.
BARRERAS
Pese a que el panorama actual es bastante diferente en cuanto a los
derechos femeninos, todavía queda camino por recorrer de cara a
sedimentar la valorización social de las ecuatorianas.
Con respecto a la participación política, la diputada Pavón aseveró que
persisten espacios donde se evidencia una brecha entre la participación
política de mujeres y hombres.
En los cargos a prefecturas, alcaldías y juntas parroquiales, la presencia femenina es todavía bastante insuficiente.
“Acabamos de pasar unas elecciones seccionales en febrero último cuyos
resultados fueron desastrosos desde ese punto vista, pues de 221
alcaldías sólo 16 están en manos de mujeres, y en el caso de las
prefecturas, sólo en dos de un total de 22”, explicó.
Señaló que dicha situación se originó desde las mismas postulaciones,
dado que el 80 por ciento de las listas de candidaturas estuvieron
encabezadas por hombres.
Pavón sostuvo que una de las causas es la persistencia de un modelo de
sociedad patriarcal que todavía no ha podido ser desmontado, el cual
destina el rol público al hombre y relega a la mujer a las actividades
privadas en el hogar.
“Son patrones socioculturales que todavía están funcionando en el país
y que constituyen un espacio en el cual tenemos que seguir trabajando”,
estimó.
La diputada se refirió al caso del cuidado de menores de edad, personas
adultas mayores y enfermas, labores que siguen recayendo sobre los
hombros de las mujeres.
Eso tenemos que cambiarlo y comenzar a ver el cuidado como una
corresponsabilidad en la cual deben intervenir la familia en su
conjunto, el Estado, la empresa pública y demás actores sociales.
En este sentido, el último sondeo realizado sobre el uso del tiempo
indicó que en las zonas urbanas las mujeres trabajan a la semana entre
16 y 18 horas más que los hombres, y en las área rurales la cifra
aumenta a más de 20.
“Tenemos que seguir actuando para darle al sexo femenino una mayor
calidad de vida que le permita aprovechar mejor sus posibilidades de
participación política, y es una tarea de todos”, opinó.
Mientras, Calle se refirió a otro conflicto muy preocupante: la
violencia doméstica, pues todavía muchas mujeres son víctimas de abuso
intrafamiliar pese a la ley sobre el tema expedida desde hace casi dos
décadas.
“Ése es el gran hueco que tenemos cuando hablamos de mujeres.
Recientemente una encuesta reveló que el fenómeno todavía está presente
incluso en hogares jóvenes, y tiene que llamarnos la atención”, dijo.
*Corresponsal de Prensa Latina en Ecuador.
Foto retomada del sitio andes.info.ec
Por: Luisa María González*
Cimacnoticias/PL | Quito.-
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