Serpientes y Escaleras
Por
Valiéndose
del demagógico cumplimiento de una “promesa de campaña” del presidente
–como si Peña Nieto realmente hubiera cumplido todos los compromisos
que hizo como candidato- el PRI ha iniciado la recolección de firmas
para su Consulta Nacional sobre la reducción de 100 diputados
plurinominales y 32 senadores de mayoría en el Congreso federal.
La medida, además de oportunista por faltar sólo dos meses para que
arranque el proceso electoral federal, ha sido cuestionada por
especialistas electorales y por el mismo INE por ir en contra de la
representación democrática. Pero las críticas poco le han importado a
los priistas porque, más que interesarles la democracia o el ahorro que
se lograría con la eliminación de congresistas plurinominales, en
realidad están buscando allanar el terreno para la formación de una
mayoría parlamentaria en la Cámara de Diputados, ante el difícil
escenario que enfrentan el gobierno y su partido en los comicios de
2015.
Con el argumento de evitar la “sobrerrepresentación” y ahorrar más
de mil 200 millones de pesos, el PRI esconde el verdadero truco de su
propuesta de reducción del Congreso, misma que ellos mismos rechazaron
o pospusieron en varias ocasiones, la más reciente en diciembre de
2012, cuando la iniciativa fue presentada y publicada en la Gaceta
Oficial de la Cámara de Diputados pero enviada a la “congeladora
legislativa”.
¿Por qué entonces ahora el PRI se muestra tan interesado en
disminuir el número de legisladores plurinominales en el Congreso? La
respuesta tiene que ver con el impacto que esa reducción tendría en las
bancadas de oposición.
Mientras que para el PRI los diputados
plurinominales de su bancada representan apenas 23% y son sólo 49
legisladores por esa vía contra 164 que llegaron por mayoría, la
proporción es muy distinta para el PAN, cuya bancada actual está
formada por 54% de plurinominales, 62, que son incluso más que los 52
panistas que llegaron a San Lázaro por votación.
Lo mismo ocurre con el PRD que tiene 42 diputados plurinominales que
representan 41% en su fracción, contra los 59 perredistas electos por
mayoría. Igual ocurre con el grupo parlamentario del PVEM que tiene 51%
de pluris con 15 diputados por esa vía contra 13 de mayoría; o el
Movimiento Ciudadano con 12 legisladores plurinominales que representan
60% de su bancada, el PT con 10 congresistas de representación (71% de
su fracción) contra cuatro de mayoría, o el caso más gráfico, el de
Nueva Alianza que de sus 10 legisladores actuales todos llegaron por la
vía plurinominal.
¿A quién entonces afecta la reducción de 100 diputaciones de
representación y a quién beneficia? La respuesta parece más que obvia y
es parte de los cálculos que hacen en el PRI a la luz de las encuestas
internas que hablan de una caída en la intención del voto priista rumbo
a 2015, derivado de la mala marcha de la economía y el crecimiento
deficiente en lo que va de la administración del presidente Peña Nieto.
El partido oficial sabe que su fuerza está en ganar distritos de
mayoría y por eso busca disminuir la representación plurinominal y
apostarle al voto directo que le puede aportar su maquinaria electoral
en los estados, que sigue siendo, con mucho, más poderosa y efectiva
que la de cualquier partido de oposición. Ese es el verdadero truco
escondido tras la propuesta del PRI para reducir el Congreso: que,
envuelto en el celofán de una demanda ampliamente popular por el
desprestigio de los congresistas, viene oculto el dulce envenenado para
fragmentar a la oposición y facilitar una mayoría priista en la próxima
legislatura federal.
NOTAS INDISCRETAS… El gabinete de seguridad en pleno se trasladó
ayer a Tamaulipas para evaluar el avance de la Estrategia Conjunta de
Seguridad en ese estado. Y a decir del secretario de Gobernación,
Miguel Osorio Chong, “han bajado algunos índices delictivos” en la
entidad gobernada por el priista Egidio Torre Cantú, a quien el
funcionario federal le reconoció “su absoluta colaboración y respaldo”
en las acciones de seguridad.
Junto a Osorio estuvieron el secretario de la Defensa, Salvador
Cienfuegos; de Marina, Vidal Soberón; el comisionado de Seguridad,
Monte Alejandro Rubido y hasta el director del Cisen, Eugenio Imaz. Es
la segunda vez en menos de un mes que Osorio va a Tamaulipas para decir
que han disminuido los delitos, pero también es la segunda vez que no
da un solo dato o cifra que documente esa disminución.
La única cifra que manejó ayer el titular de Gobernación fue que
aumentaron las denuncias anónimas de los tamaulipecos, las cuales
sumaron ocho mil 900, siendo el tercer estado con mayores denuncias
ciudadanas en el país. “Las cosas están mejorando pero no se debe bajar
la guardia”, dijo Osorio Chong. Y no faltó quien se preguntara en
Tamaulipas ¿y las cifras apá?… Serpiente doble. Caída libre.
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