Pedro Echeverría V.
1. Mañana 28 presentará su libro Adolfo Sánchez Rebolledo: La izquierda que viví: el
instante y la palabra. No conozco el texto, pero sí al autor de la obra
y a sus anunciados presentadores (Roberto Escudero, Alejando Encinas y
José Woldenberg) que han vivido en la misma izquierda de la que
seguramente habla Adolfo: la izquierda oficial registrada: PCM, PMT,
PST, MAP, PSUM, PRD, Morena. Roberto fue presidente de los estudiantes
de la Facultad de Filosofía para luego ser sustituido en 1968 por
González de Alba; Encinas y Woldenberg son dirigentes que aún dominan
en la opinión pública.
2. Adolfo (Fito, como le llaman sus amigos) es un intelectual
que se ha dedicado mucho al periodismo en diarios y revistas. Pienso
que nació en México a los pocos años de llegar su padre del exilio
español. Recibí algunas clases de su padre, Sánchez Vázquez en la
facultad de Filosofía y anecdóticamente recuerdo haberle vendido en mi
tiradero su libro: Filosofía de la praxis, que ese mismo día (en 1966 o
1967) salió de Grijalvo y él no estaba enterado. Fito no se dejó
sombrear por el prestigio del destacado profesor de filosofía y desde
muy joven ingresó a la militancia en el PCM, mismo que abandonó a los
pocos años.
3. Ha sido fiel a su grupo de compañeros con los que ha
construido la revista Punto Crítico, los Cuadernos Políticos, con los
que organizó el grupo que rodeó a Rafael Galván del STERM. Pero el
perfil definitivo parece habérselo dado el Movimiento de Acción Popular
encabezado por Rolando Cordera- que le permitió a muchos de sus
militantes ser los diputados del PSUM que apoyaron el lópezportillismo
y la llamada estatización de la banca en 1982. Del PSUM pasó en 1987 el
grupo al PMS y de allí a la fundación del PRD en 1989. Dos años después
Fito Sánchez, Pablo Pascual y José Woldenberg renunciaron al PRD.
4. Acerca de la izquierda mexicana se han escrito muchos libros,
cientos de ensayos y miles de artículos; se ha destacado como
preocupación central que parece ya un lugar común- la búsqueda de la
unidad y que si esta se diera pondría en jaque el poder de la
burguesía. Se ha subrayado que en muchos países la izquierda ha logrado
unirse y como resultado ha logrado gobiernos progresistas; es
interesante, pero no se ha dicho lo sucedido en esos países al pasar
algunos años. La realidad es que esto de la unidad no es nada fácil en
país alguno, mucho menos en el México de la revolución burguesa.
5. En los años sesenta, sobre todo a raíz de la polémica
chino-soviética, se habló mucho de dos grandes males en la izquierda:
el sectarismo y el oportunismo. Se decía que los dos países socialistas
(China y la URSS) deberían unirse contra el imperio yanqui invasor y
asesino en Vietnam. China acusaba a la URSS de oportunista por estar
aliado con los EEUU y la URSS acusaba a China de posiciones sectarias,
muy radicales, que impedían la paz. La destrucción de Vietnam por los
yanquis fue casi total, pero en 1975 fueron expulsados; la
confrontación URSS-China terminó en 1978 al morir Mao dos años antes.
6. El oportunismo y el sectarismo siempre salen a relucir en
asambleas, congresos y todo tipo de reuniones en México y en el mundo.
Las organizaciones de derecha y de centro lo manejan como quieren y
conviene a sus intereses particulares; en la izquierda depende de la
posición que se tenga frente al enemigo principal que es el capitalismo
por un lado, y la lucha de los trabajadores por otro; si con el
programa, los objetivos y la práctica política se lucha contra la clase
dominante o simplemente se trata de modernizar el aparato de dominación
de la burguesía. Si sólo se busca construir otro aparato de poder
capitalista o se ponen las bases para destruirlo.
7. México hoy cuentacon la posición política de centro-izquierda
oficial registrada o socialdemócrata, conformada por el PRD y Morena en
cuyo programa sólo existe la lucha electoral pacifista y parlamentaria.
El hecho de estar registrados como partidos les permite obtener
subsidios de millones de pesos del gobierno, cargos como legisladores y
de funcionarios electos, así como tiempos de propaganda en radio y
televisión. Paralelo a ello existe una izquierda radicalizada que
participa en las luchas sociales de profesores, electricistas,
trabajadores de la salud, mineros, petroleros, campesinos.
8. Esta izquierda radical está más identificada con el zapatismo
del EZLN y las batallas de la CNTE, los colonos, los campesinos; sin
embargo no tiene presencia institucional ni tampoco la busca porque los
programas y los objetivos de sus batallas demuestran ser esencialmente
anticapitalistas. Es muy difícil historiar acerca de los grupos grandes
o pequeños que han existido en el país y de las miles de batallas y
enfrentamientos que han tenido con el poder. ¿Cuántas veces esas
batallas en las calles, las plazas, en el campo han obligado a los
gobiernos y clase empresarial a dar pasos atrás en sus medidas? Creo
que el libro de Adolfo debe ser muy interesante, pero ¿cuándo haremos
el de la izquierda anticapitalista? (27/VIII/14)
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