Las impulsoras del proyecto son Fabiola Bailón, historiadora e investigadora del Instituto de Investigaciones Históricas de la UNAM, y Verónica Caporal, perita antropóloga de la Fiscalía Especial para los delitos de Violencia contra las Mujeres y Trata de Personas (Fevimtra), de la Procuraduría General de la República.
Ambas son coautoras del libro “Diagnóstico del ciclo vital de mujeres en situación de prostitución y su relación con el proxenetismo”, el cual fue publicado recientemente y deriva de una investigación cualitativa y entrevistas a mujeres en situación de prostitución en diferentes lugares de México.
La importancia del proyecto de documentación, comentaron las especialistas durante la presentación, es que las feministas intervengan en las discusiones sobre las medidas que los gobiernos toman de manera coyuntural para “supuestamente” erradicar la trata de personas.
Bailón Vázquez recordó que así se hizo en el pasado y en otros países; puso como ejemplo que en Inglaterra 124 mujeres firmaron en 1970 un manifiesto en el que solicitaron al Parlamento británico abolir el reglamento que obligaba a las mujeres a registrarse, realizarse chequeos médicos, pagar un impuesto, y que las perseguía y criminalizaba si no contaban con documentos legales.
Es importante que las feministas se involucren en México en estas discusiones que están derivando en marcos normativos, designación de presupuestos y otras medidas coyunturales, pero primero es necesario que tengan como base la investigación de campo, la documentación histórica y los análisis de otros temas que intervengan en la materia, remarcaron.
La antropóloga feminista Marcela Lagarde, quien celebró el proyecto y los esfuerzos de las investigadoras, enfatizó la importancia de que todas las acciones y propuestas para prevenir y combatir la trata en México consideren que las mujeres no son mercancías, sino personas con una subjetividad muy específica que debe ser visibilizada.
La abogada Andrea Medina Rosas, quien participó en la investigación del caso “Campo Algodonero” (sobre el asesinato de mujeres en Ciudad Juárez), indicó que es importante que los gobiernos no sólo castiguen la trata de personas, sino que construyan condiciones para que las mujeres no caigan en estas redes delincuenciales.
Es necesario, observó, que más feministas coloquen en el centro de la discusión las situaciones y las vulnerabilidades que envuelven a las mujeres en estos contextos de violencia.
EXPLOTACIÓN SEXUAL NO ES VOLUNTARIA
Las expertas se pronunciaron en contra de considerar que la explotación sexual puede ser “voluntaria”, sobre todo cuando el Estado no ofrece a las mujeres alternativas de desarrollo y empoderamiento.
Como parte del diagnóstico, Verónica Caporal comentó que durante el trabajo de campo encontró casos en los que las mujeres aceptaron que estaban involucradas en una dinámica de explotación sexual “por gusto”.
No obstante, luego de presentarles tarjetas con distintas profesiones como médica, antropóloga o abogadas, y una más que decía “prostituta”, las víctimas reconocieron que sus decisiones no eran totalmente libres.
Al respecto, las especialistas criticaron que el Distrito Federal haya entregado en meses pasados tarjetas o permisos para “regular” a mujeres en situación de prostitución –esto a pesar de que Patricia Mercado, titular de la Secretaría del Trabajo y Fomento al Empleo, trabajó con mujeres feministas durante mucho tiempo, señalaron–, ya que esta es una medida “paliativa” que no busca erradicar la explotación sexual ni la trata, además de que no visibiliza que la explotación sexual tiene que ver con la desigualdad de género que impide el desarrollo de las mujeres, advirtieron.
Agregaron que incluso para asumir una postura política en esta discusión es necesario analizar el concepto de explotación y el de trabajo, de esto nace la urgencia de generar investigaciones desde la experiencia feminista y con enfoque de género.
Por: Angélica Jocelyn Soto Espinosa
CIMACFoto: César Martínez López
Cimacnoticias | México, DF.-
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