Responsabiliza de su seguridad al GDF y autoridades federales
Jacqueline Santana López –joven activista que en noviembre de 2014 fue encarcelada de manera injusta y liberada casi ocho meses después– denunció que ella, su novio, Bryan Reyes (también preso durante ese lapso), y la hermana de éste, Wendy Reyes, son acosados, perseguidos y hostigados.
De acuerdo con un comunicado difundido por la Red Nacional de Defensoras de Derechos Humanos en México, los jóvenes (que fueron encarcelados presuntamente por su labor como activistas) declararon que tras su liberación el pasado 10 de julio se han percatado de que –al igual que familiares y personas cercanas– son vigilados afuera de sus casas y perseguidos, además de que sus teléfonos han sido intervenidos, y son hostigados en redes sociales.
Si bien no especificaron la identidad de los presuntos agresores, responsabilizaron de su seguridad y de la de las personas cercanas al jefe de Gobierno del DF, Miguel Ángel Mancera, y a las autoridades federales.
Y es que –según relataron– los días 18 y 22 de agosto se percataron de la presencia de 10 hombres desconocidos afuera de su domicilio, quienes “merodeaban” con equipo de comunicación y hacían señas y gesticulaciones corporales (“obvias de la vigilancia al departamento”), y que además portaban maletines negros.
Jacqueline, Wendy y Bryan solicitaron ayuda a sus redes de apoyo y salieron del domicilio.
Además, tras un “encuentro musical” en el centro cultural Chanti Ollin, en la delegación Cuauhtémoc, el pasado 21 de agosto personas cercanas a las y el activista (también músico) observaron que “personas extrañas” les tomaban fotografías y videos.
Asimismo la tarde del 22 de agosto, mientras esperaban a una persona en el Metro Sevilla, los jóvenes notaron la presencia de seis “sujetos extraños”, quienes los vigilaron dentro y fuera de la estación y los siguieron.
A otros hechos similares se suma que los días 18 y 19 de agosto, Wendy Reyes –quien durante el encarcelamiento de su hermano participó activamente en su defensa– recibió un citatorio para presentarse a comparecer (aunque en el comunicado no se precisó que instancia envió el documento).
Desde entonces, se informó, Wendy ha sido “perseguida, acosada y espiada”, al igual que otras personas cercanas y familiares que apoyaron a Jacqueline y Bryan.
Cabe recordar que antes de su detención injustificada el 15 de noviembre de 2014 (cinco días antes de la “Acción Global por Ayotzinapa”, protesta en la capital del país en la que participarían los jóvenes), Jacqueline y Bryan se percataron de que eran vigilados por personas vestidas de civil.
Ese 15 de noviembre, varios civiles (que después se identificaron como policías federales encubiertos) subieron a la fuerza a ambos activistas a dos vehículos, y luego los presentaron ante el Ministerio Público de la delegación Venustiano Carranza, acusados por el supuesto robo de 500 pesos a una mujer policía.
or: la Redacción,Cimacnoticias | México, DF.-
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