A mi exalumno “Macario” (Memo Dorantes), luchador social fallecido
1. El Congreso de Guatemala retiró la inmunidad y luego fue
encarcelado Otto Pérez Molina. Brinqué de alegría al ver al pueblo en
las calles, pero luego leo a Julio Astillero: “Cierto es que en
Guatemala las protestas populares contra el general genocida Otto Pérez
Molina fueron aprovechadas por la embajada estadunidense, abiertamente
injerencista, para castigar a un gobierno corrupto (que seguiría
contando con el apoyo gringo si no hubiera coqueteado con una
diversificación favorable a Rusia) y para garantizar la continuidad del
régimen en lo esencial (habiendo extirpado la anomalía geopolítica
intentada por Pérez Molina), mediante el proceso electoral de este
domingo, del que saldrá otro presidente absolutamente aceptable para
Washington y para los grupos dominantes” ¡Así será siempre que EEUU
siga dominando!
2. México tiene hoy más de 120 millones de habitantes; Guatemala es
el hermano mayor de Centroamérica con 14 millones; Honduras con 7.8, El
Salvador con 7.3, Nicaragua con 6.5, Costa Rica con 4.7 y Panamá con
3.4 La realidad es que estos pequeños países (con el forcejeo de
Nicaragua) por su extensión, número de habitantes y condiciones
económicas, son fácilmente controlados y saqueados por el gobierno de
los EEUU. Pero en cada uno de esos países se han desarrollado
movimientos de protesta y de oposición (guerrillas, luchas en las
calles) que han dignificado a esos pueblos. Llevan esos países más de
un siglo sufriendo de diferente manera, la aplastante bota imperial que
junto con un puñado de multimillonarios y caciques criollos han
profundizado la explotación y la miseria.
3. Algunos multimillonarios mexicanos desde hace más de 50 años
hacen muy buenos negocios en Guatemala y Centroamérica porque obtienen
mejores ganancias invirtiendo en los negocios de la región. Ellos saben
que el capital no tiene patria y pueden invertirlo donde les dé la gana
y sacarlo cuando quieran sin importarles un comino los trabajadores. En
las marchas de protestas de los pueblos han sacado a relucir mantas y
pancartas donde condenan la explotación del imperialismo de los EEUU,
pero también del “imperialismo mexicano”. Y ahora con la llamada
“globalización” –que no es otra cosa que el imperialismo disfrazado con
otro nombre- la intervención de los “capitales anónimos” las
nacionalidades explotadoras desaparecen. ¿Puede olvidarse que en 1822
el imperio mexicano de Iturbide logró que Centroamérica sea parte de
México?
4. La embajada de los EEUU en México compite en poder con la
Presidencia de la República. Ésta se encarga principalmente de los
asuntos menudos internos y la embajada yanqui de la política
internacional; aunque como en 1913, también se encargó la embajada del
derrocamiento y asesinato del presidente Madero, así como de poner al
gobierno sucesor entregado a Victoriano Huerta. Tal como sucedió en
Honduras en 2009 el derrocamiento contra el presidente Zelaya, así como
con el obispo presidente Lugo en Paraguay en 2012. ¿Puede olvidarse las
intervenciones armadas yanquis en Panamá, República Dominicana, Puerto
Rico, Cuba, Guatemala 1956, México en muchas ocasiones? Así que el
derrocamiento del presidente guatemalteco, por más ladrón y asesino, no
es otra cosa que una vil intervención yanqui.
5. En México, después del derrocamiento de Madero, los siguientes
gobiernos se han portado maravillosamente bien con el imperio. Les
vendemos el 80 por ciento de nuestra producción –esencialmente de
materias primas- al precio que ellos imponen y les compramos el 80 por
ciento de productos manufacturados, también al precio que ellos
determinan; además nuestros policías y fuerzas militares son
entrenados, ideologizados y armados en los EEUU; los medios de
información controlados y nuestra ideología es no solo occidentalizada
sino que tiene como modelo la de los EEUU. ¿Para qué quieren un golpe
de Estado en México si desde hace un siglo somos su “patio trasero”,
mismo que usan como les venga en gana?
6. En México –el segundo país más grande de América Latina, después
de Brasil- saben los yanquis que un golpe de Estado nunca ha sido
necesario porque podría salirles más que contraproducente porque al
pueblo se le caería la venda de los ojos (¿podría ser la chispa para
una nueva revolución?); pero si acaso se pusieran mal gobiernos como el
de Fox, Calderón y Peña Nieto, quizá haya pensado en cambiarlos, pero
les ha bastado presionarlos llamándoles la atención o amenazándolos con
la relación comercial, el despido de trabajadores migrantes o con no
otorgar más préstamos. La embajada de los EEUU cuenta con unos 20 mil
vigilantes del FBI, la DEA, la CIA y otras agencias policiacas que
saben más de lo que sucede en México que los mismo funcionarios.
7. ¿Le interesa al pueblo de México que sea derrocado Peña Nieto
como Pérez Molina en Guatemala para que suba al poder un político más
manejable como Beltrones, Videgaray o Chong? Obviamente que ni al
pueblo ni a los luchadores sociales porque las condiciones de
conciencia y organización han demostrado madurez. Algún revolucionario
dijo que para que haya una revolución verdadera es necesario que
objetivamente las clases dominantes no puedan seguir gobernando y que
subjetivamente la conciencia del pueblo ya no permita que lo sigan
dominando. Si bien no hay un termómetro para medir, es obvio que los
medios de información han buscado idiotizar a la población con novelas,
deportes y nota roja. Las luchas han avanzado poco. (4/IX/15)
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