Pedro Echeverría V.
1, En México un resultado electoral entre cuatro o diez partidos al
estilo de los resultados electorales en España se resuelve –así ha sido
por lo menos desde 1982- de la manera más fácil por las características
reglamentarias del sistema Presidencialista mexicano. En España, por ser
un sistema parlamentario o semipresidencial, al no lograr mayoría
parlamentaria el Partido Popular (PP), tendrá que negociar con otros
partidos para conformar una mayoría y poder integrar gobierno. Para
conseguirlo tendrán que firmarse acuerdos, otorgar concesiones y demás.
Si no lo logra integrar o unir la cantidad de 176 parlamentarios de los
300, se tendrán que realizar “otras elecciones”.
2.- Recuerdo cómo el PRI el su candidato Carlos Salinas resolvieron el
problema electoral en 1988. Había duda total en si el PRI de Salinas y
el PRD de Cuauhtémoc Cárdenas había ganado las elecciones
presidenciales; se resolvió fácil: el PRI llamó al PAN (tercer lugar en
votos) a negociar ofreciéndole poder; el PAN aceptó reconocer a Salinas y
todo se resolvió. En 2006 Felipe Calderón del PAN fue reconocido por el
PRI (tercer lugar en votos) para derrotar a López Obrador (PRD) que
reclamaba el triunfo presidencial. Aquí en México es más descarado y
brutal; en España más legaloide y burocrático.
3. El PP español, por su ideología, programa, clase social,
relaciones internacionales, es el equivalente del PAN mexicano; el
Partido Socialista Obrero Español (PSOE) es el equivalente del PRI
mexicano que nació proclamándose de centroizquierda para convertirse a
los pocos años en otra derecha, tan corrupta como el PAN. El Partido
Podemos, que nació hace apenas tres años con ideales de jóvenes
radicalizados de izquierda, ha cambiado sus planteamientos para
convertirse en un partido socialdemócrata, es decir de centro con
discurso de izquierda. Ese cambio de Podemos es muy grave, pero hay que
esperar. ¿Valdría compararlo con el partido Morena de México?
4. En España, así como en los EEUU, dos partidos se habían alternado
el gobierno. Después de la larga dictadura del asesino Francisco Franco
(1939-75), y del llamado período de transición, han gobernado González
(PSOE), Aznar (PP), Zapatero (PSOE) y Rajoy (PP). En las elecciones de
ayer domingo estuvieron además los partidos “Podemos” (de
centroizquierda) encabezado por Pablo Iglesias y “Ciudadanos” (de
derecha) dirigido por Albert Rivera que de acuerdo a los votos
obtuvieron el tercer y cuarto lugar. Debe quedar muy claro que los
cuatro partidos están por la consolidación del capitalismo y sus
diferencias son sólo de poder, de fuerza, de personas. Sin embargo, sin
esperanza alguna, hay que esperar para entender.
5. El artículo de Marcos Roitman, destacado analista de La Jornada,
me ayuda mucho a pesar que desde hace más de un año he escuchado más de
50 foros y entrevistas de Iglesias, Juan Carlos Monedero, Julio Anguita,
Pérez Reverte y muchos más. Que no se piense que España (50 millones de
habitantes) es mucho más en política y administración que México que
cuenta con 120 millones de pobladores. Además la llamada democracia de
España es de hace 40 años y la mexicana de hace un siglo. Pero hay otras
muchas cosas diferentes: España cuenta con una monarquía hereditaria,
pero tuvo una república libertaria y México es vecino con tres mil
kilómetros de frontera con EEUU y al mismo tiempo es su “patio trasero”.
6. Escribe brillantemente Roitman: “Los cuatro (partidos) están de
acuerdo en lo fundamental y gozan del beneplácito de los empresarios, la
banca y las instituciones europeas, más allá de los discursos
estridentes. Podemos (los novísimos jóvenes de izquierda) ha pasado de
promover el sí a la renta básica, el impago de la deuda, la salida de
euro, la nacionalización de las compañías eléctricas, las
telecomunicaciones, la banca , los transportes, el sector sanitario, a
un no sin paliativos, la jubilación a los 60, el no a la OTAN, el
rechazo al trabajo temporal y una política internacional independiente”,
acomodándose a presiones de electores. “Ahora ellos mismos han pasado a
definirse como nuevos socialdemócratas y continuadores de González y
Zapatero del PSOE”.
7. En México tampoco hemos visto la experiencia de gobierno
presidencial de López Obrador y su partido “Morena” por ello hago un
esfuerzo para compararlo con “Podemos” de Iglesias y Monedero; aunque
éstos apenas llevan tres años en política nacional y López Obrador por
lo menos 25, desde que se fundó en 1989 el PRD. La pregunta es: ¿Cómo
después de afirmar y reafirmar en discursos y debates posiciones de
izquierda reivindicando a la juventud rebelde y apoyando demandas de la
mayoría de la población contra “la casta” explotadora, opresora,
enriquecida, para obtener la votación, se ven obligados a dar un giro
traidor al centro y la derecha? ¿Está condenada la izquierda electoral a
convertirse en socialdemócrata?
8. He considerado a Anguita, así como a Monedero, como de los más
grandes polemistas socialdemócratas. Parece que entre lo que se llamó un
tiempo “la izquierda” la gran tendencia mundial es la socialdemocracia
de centro-izquierda cargándose para el centro. Hace unos días el
presidente Nacional de PRD se autocalificó también socialdemócrata. Rosa
Luxembugo en su lucha contra la socialdemocracia a finales del XIX
escribió un libro fundamental: “Reforma o Revolución”. Los
socialdemócratas buscan reformar el capitalismo para hacerlo más viable;
los revolucionarios buscar enterrar el capitalismo para hacerlo una
sociedad igualitaria. Los primeros han ocupado gobiernos en varios
países y ocasiones; los revolucionarios hemos sido siempre
aplastados…hasta ahora. (21/XII/15)
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