Las familias de los desaparecidos “quieren salir adelante, van a terapia, quieren recuperar su vida”.
(Foto: Karina Maciel)
Al hacer el libro Huérfanos del narco “me
encontré con historias de desolación, como la mirada del niño de la
portada, me encontré con una niñez muy dolida, abandonada, en medio de
un ambiente de terapia, de llanto, a solas, a oscuras bajo la cobija. De
dedos que ya no alcanzan para contar los días porque el papá no llega.
Fue muy difícil para mí entrevistar a los niños y a las madres, viudas o
no”, indicó el autor y periodista de Río 12, Javier Valdez.
En entrevista para Aristegui CNN,
señaló que “no son hijos de narcotraficantes, la mayoría son hijos de
policías, de periodistas, obreros, empresarios, comerciantes, de varias regiones del país”.
Son historias muy fuertes, “es la intimidad del dolor provocado por la guerra estúpida contra el narcotráfico”.
Todo nació “porque asistí a una mesa redonda invitado por Javier
Sicilia hace unos meses, ahí estuvo María Herrera Magdaleno, una señora
que tiene ocho hijos, cuatro desaparecidos, nos reclamó porque
nos uníamos a la invisibilidad con que el gobierno trata a los
desaparecidos y sus familias…. A partir de ahí pensé que había que
escribir otras historias”.
Entonces, “busqué regiones violentas, como Monterrey, Ciudad Juárez,
incluso la Ciudad de México, el Estado de México, regiones de Michoacán y
Guerrero, por supuesto Ayotzinapa, tenía que incluir Ayotzinapa.
Y la historia de las rastreadoras en el Fuerte en Sinaloa, son mujeres
que han buscado por su cuenta a los desaparecidos y han encontrado por
su cuenta unas diez fosas clandestinas con unos treinta cadáveres”.
Fue así “como tejí el libro, son historias tratadas con otra pausa, otro ritmo, son más profundas, una prosa más detenida”.
Contó que “el caso ‘con las manos cerradas’ me impactó mucho, aunque
otras historias compiten en ese ánimo, como Iñaki o la de María Herrera o
la de Julio César de Ayotzinapa. Pero la de ‘manos cerradas’ es un bebé que nació con las manos cerradas, es decir, él tiene meses y apenas empieza a abrirlas, nació enojado. Durante el embarazo su padre fue desaparecido”.
Su madre –continuó el periodista- duró semanas sin salir de casa, en un estado casi demencial, sin comer, sin dormir, sin salir, sin bañarse, sin cambiarse, sin darle de comer a sus hijos.
Valdez dio el dato que “de diez desaparecidos en el sexenio de Enrique Peña Nieto, uno es menor de edad, estamos hablando de cerca de 30 mil desaparecidos en los años recientes”.
Lamentó que al tema de las desapariciones “no le hemos dado la importancia,
ni hemos medido la tragedia, ni mi libro, ni los mejores textos cuentan
lo que está pasando en este país, pero ¡por favor!, estamos hablando de
los niños huérfanos de este país, de la pérdida de un mañana”.
Por lo que “con un sentido humano fui metiéndome, no es la historia
de este lado de la casa, es del otro lado de la casa. Es meterme al
colchón, a un lado de ese niño que llora. Fue muy importante el aspecto humano, contar despojos, ruinas humanas en medio de la muerte, no hay rendición en ellos. Son historias de esperanza”.
También relató otra historia, la de la hija del ‘Choco’, “ella no habla del tema, va a terapia. El ‘Choco fue ultimado a balazos cuando se preparaba para salir
de su casa en Ciudad Juárez, estamos hablando de un reportero de la
sección policiaca del Diario de Juárez. Un reportero, digno que era
referencia para medios de otros países. La niña estaba junto a él, llega
el homicida le dispara de frente y luego de lado, diez balazos al
pecho, ella estuvo ahí. De hecho su primera actitud fu de sentirse
culpable, de no haber podido haber hecho nada por su padre”.
Fuga del ‘Chapo’ y el cártel de Sinaloa
Sobre la fuga de Joaquín el ‘Chapo’ Guzmán dijo que “el cártel de
Sinaloa está intacto, más fuerte, Joaquín Guzmán siguió dirigiéndolo
desde la cárcel, es un eufemismo de encierro, porque él estuvo ahí sin estar. Tenía privilegios, seguí mandando, tenía una condición muy especial”.
“Está expresión del ‘más buscado’, es muy buena para encabezados de medios y discursos gubernamentales, pero ¿quién lo andaba buscando? El tipo se paseó por el país y por donde quiso”, aseveró.
Y agregó: “nadie lo estaba buscando y ahora es una búsqueda de
papel. ¿Dónde no hay operativos?, en Sinaloa no hay operativos, no lo
están buscando, sería una obviedad que estuviera ahí. Está muy seguro,
tiene comunidades que lo protegen, el gobierno está con ellos, por
supuesto. La policía está con ellos, parte del Ejército y la Marina,
está con ellos también. No hay una condición de búsqueda”.
No creo que “él esté huyendo, él está escondido en México. Tiene una
gran capacidad de movilizarse, una audacia que impresiona y mucho poder económico para corromper a unos y otros”.
En el cártel “no se habla de Joaquín Guzmán Loera, prohibido hablar de él, bajo perfil”.
“Estamos hablando de una región controladísima, un santuario
de esta organización criminal. Culiacán y en general Sinaloa, ellos
tienen el control de las policías, tienen gente, no los persiguen a
ellos, sino a sus enemigos”, acusó
Agregó que “tienen el monopolio del crimen, autorizan o tienen un automóvil, autorizan el robo de combustible, drogas, cocaína, ellos lo controlan”.
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