En este proceso electoral
los candidatos carecen de propuestas, asegura
En materia de justicia penal
no se debería dar marcha atrás, sólo ver qué no está funcionando
El ministro José Ramón Cossío Díaz, en entrevista con La Jornada
Los grandes temas del país, particularmente los de
derecho, no están siendo discutidos por los candidatos, “y por ejemplo
el sistema federal mexicano, esta forma de relación entre la Federación,
los estados, los municipios y los distintos poderes, está quebrado,
aseguró José Ramón Cossío Díaz, ministro de la Suprema Corte de Justicia
de la Nación (SCJN).
“Creo que el sistema federal de hoy es muy abigarrado, contradictorio
y no hemos observado con detenimiento que llevamos un ciclo en el que
la Federación, a cuento de leyes federales, se ha estado quedando con
casi todas las atribuciones legislativas.
Ahí valdría la pena que los candidatos nos dijeran cuál es su consideración del Estado federal, indicó.
En entrevista con La Jornada, el integrante del máximo
tribunal del país, hizo también un análisis sobre el nuevo sistema de
justicia penal, y sostuvo que se debería hacer un alto y un diagnóstico
para ver qué es lo que realmente no está funcionando.
Cossío Díaz estudió derecho en la Universidad de Colima y
posteriormente obtuvo la maestría en derecho constitucional y ciencia
política en el Centro de Estudios Constitucionales de Madrid; se graduó
como maestro en derecho por la Universidad Nacional Autónoma de México
(UNAM), y es integrante de importantes organizaciones académicas y de
profesionales del derecho.
Además, fue uno de los ministros designados por el Senado tras la
reforma constitucional de diciembre de 1994, que facultó a ese órgano
legislativo para nombrar a los integrantes de la SCJN a propuesta de
ternas presentadas por el Ejecutivo federal, y el próximo 30 de
noviembre concluirá su encargo.
–Usted ha señalado que los candidatos deben concentrase en los grandes problemas del país –se le recordó.
–Efectivamente, a lo que debería llevar una campaña política es a
comparar propuestas. Uno debiera, como electores racionales, diferenciar
las propuestas y votar por aquella persona que sea más adecuada, sean
de derecha o de izquierda. Si no hay esa oferta, si sólo hay
descalificación, agravios e insultos, no se vota por ideas, sino
simplemente se sufraga. Así uno no tiene la oportunidad de exigir a los
vencedores que cumplan con algo.
Al preguntarle cuál es la agenda que cree que deben tener quienes aspiren a cargos de elección popular, indicó:
La relación entre la Federación, los estados, los municipios y los distintos poderes está quebrada. En segundo lugar, el ministro consideró que los candidatos deben pronunciarse acerca de “cuál es su concepción de la división de poderes. La idea tradicional, ya sabemos, Ejecutivo, Legislativo y Judicial, pero han ido apareciendo un montón de nuevos órganos, y dentro de éstos, distintas posibilidades: centros, comités, comisiones, que me parece han enrarecido muchísimo la administración pública, federal y local. En consecuencia, me parece que es muy difícil gobernar; entonces, ¿qué vamos a hacer con el sistema de división de poderes?
El “tercer problema, que ya sabemos es central, digo una obviedad, es
todo este asunto de la corrupción: qué van hacer… Vamos a tener un
fiscal general, pero qué tan autónomo puede ser éste. Vamos a tener
fiscales anticorrupción, y qué posición tienen, éste me parece un asunto
central; qué vamos a hacer con estas comisiones que se han generado, es
decir, ahí es la parte que a uno le gustaría escuchar, porque así se
podrían generar réplicas, contestaciones y debate”.
–¿Qué se puede esperar del Poder Judicial en estos comicios, porque cada vez más la política se está judicializando?
–El trabajo extraordinariamente importante lo tendrá que hacer el
Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF),
particularmente su sala superior, porque vendrán seguramente
impugnaciones. Recordemos que habrá elecciones federales y en 30
estados, varias gubernaturas, o sea, es tan grande este proceso que
seguramente habrá impugnaciones, y me parece normal, tampoco hay que
asustarse por eso.
A nosotros (en la Suprema Corte de Justicia de la Nación) nos puede tocar indirectamente una cuestión, que es la protección de los derechos humanos que de una u otra forma estén vinculados con la parte estrictamente electoral: libertad de tránsito, libertad de expresión, libertad de reunión, de asociación... Si hubiera violaciones a esos derechos, entonces sí nos tocaría intervenir o conceder nuestros amparos.
–¿Usted consideraría oportuno, a lo mejor hacia elecciones futuras, la segunda vuelta para comicios presidenciales?
–Me preocupa la segunda vuelta, porque le veo el inconveniente de que
al final puede tener una condición como muy plebiscitaria, es decir, ya
quedaron estos dos y esta segunda vuelta es prácticamente otorgarle un
simbolismo muy grande a quien ocupe el cargo público. Como está
organizado nuestro sistema en una elección directa, como la conocemos
todos, no le veo problema.
–Cambiando de tema, hay muchas críticas a los resultados del nuevo sistema de justicia penal, ¿cuál es su opinión?
–Tenemos problemas importantes. Cuando llegó se decía que sólo era
una reforma de justicia, pero me parece que hubo una mala percepción,
porque al decir justicia, las personas pensaron que era una
reforma de jueces, como si lo único que hubiera que transformar era a los jueces. Esto no es así, porque para que el proceso penal opere correctamente se tiene que empezar con los policías, luego seguir con los agentes del Ministerio Público, los peritos, los defensores públicos, los defensores privados y finalmente los jueces.
“No deberíamos dar marcha atrás; debemos seguir en esta linea, pero
sí deberíamos hacer un alto y hacer un diagnóstico sobre lo que
realmente no está funcionando en el sistema de impartición de justicia.
“Pensamos que el sistema falla porque los policías roban, porque lo
jueces son corruptos, entonces lo único que estamos haciendo es echarnos
la culpa entre todos, y la gente sí la está pasando mal por los niveles
de delincuencia que se están presentando, pero no todos los
delincuentes están siendo sancionados porque no existen las competencias
técnicas para presentar acusaciones y lograr castigos.
Si no se tiene una solidez en las investigaciones, en la forma de integrar todos estos procesos, y si no se tiene una gran solidez en la audiencia, en la parte de la acusación, yo como juez tengo que partir de la presunción de inocencia. Consecuentemente, si como fiscal no se logra acreditar, más allá de toda duda, la responsabilidad de esta persona, como juez lo que tengo que hacer es absolver, concluyó.
Foto Carlos Ramos Mamahua
Gustavo Castillo García
Periódico La Jornada
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