La Secretaría de Desarrollo Urbano cumplió la promesa de construir 38
viviendas en la comunidad de Arriaga Chiapas para los damnificados del
huracán Bárbara, ocurrido en 2013, pero los inmuebles ni siquiera fueron
habitados debido a su mala construcción: tienen las trabes expuestas,
aplanados inconclusos, losas fisuradas, baños sin fijación a la pared y
carecen de red de alcantarillado y alumbrado, entre otras deficiencias.
Además, se pagó un sobrecosto de 2 millones 933 mil pesos por el predio
en el que se construyeron las casas. Mientras que el terreno llamado
“Las Isabeles” tenía un valor de 107 mil pesos, la delegación estatal de
la Sedatu erogó 3 millones 40 mil pesos. Lo cual constituye un daño al
erario, según determinó la Auditoría Superior de la Federación.
El proyecto de “Construcción de viviendas en la Pesquería La gloria,
municipio de Arriaga en el estado de Chiapas”, que tuvo un presupuesto
de 9 millones 245 mil pesos del Fondo de Desastres Naturales (Fonden),
fue revisado en la auditoría 383-DE a petición de los habitantes de la
comunidad, quienes denunciaron deficiencias en la construcción de las
casas que les entregaron en diciembre de 2016 y consideraban que la zona
en la que se hicieron las obras era de riesgo.
La desconfianza era tal que hasta mayo de 2017, de las 38 viviendas
entregadas por la Sedatu, sólo 12 fueron ocupadas. Los damnificados
afectados por el huracán prefirieron solventar sus necesidades de
vivienda de cualquier forma antes que habitar esas casas.
La Auditoría acudió a la zona y al revisar el proceso de obra e
inspeccionar físicamente las viviendas les dio la razón: “se comprobó la
ejecución de trabajos de mala calidad, lo que confirma la falta de
supervisión, vigilancia y control, no obstante que se pagó la totalidad
del contrato adjudicado a una empresa de supervisión externa”.
Y efectivamente la zona de construcción era de riesgo debido a que el
terreno donde se construyeron las viviendas “está constituido por arena
de mar, material inestable y erosionable en presencia de agua”, según
se lee en la auditoría que forma parte de la Cuenta Pública 2016.
Casas inhabitables
Las casas, según comprobó la auditoría, tiene “instalaciones
eléctricas e hidrosanitarias expuestas, aplanados inconclusos y de mala
calidad, salitre en pisos, acero expuesto en trabes y castillos, falta
de emboquillados en puertas y ventanas, muros y trabes desplomadas,
losas de azotea fisuradas”.
Además, la Sedatu entregó las “viviendas sin tinacos, con lavabos en
baños sin la fijación adecuada a la pared, sanitarios sin operar por la
falta de conexión a la red de alcantarillado, con las puertas metálicas
con desprendimiento de pintura, igual que en las paredes exteriores”.
Supuestamente, la dependencia pagó 445 mil pesos a una empresa para
supervisara que la construcción cumplía con las especificaciones
técnicas y ocuparan los materiales de buena calidad, pero no lo hizo y
no fue sancionada por ello.
Personal de la delegación estatal de la Sedatu en Chiapas y de la
Auditoría Superior de la Federación realizaron recorridos de
verificación física entre el 1 y 3 de marzo y del 11 al 12 de mayo de
2017 entre para verificar las 53 acciones de introducción de servicios
que se debían hacer después de los daños provocados por el huracán
Bárbara.
Comprobaron todas las deficiencias en las casas entregadas por la
dependencia “no cuentan con los servicios urbanos básicos, existen
encharcamientos por lluvia y agua residual por las depresiones
existentes en las áreas comunes; el terreno donde se construyeron las
viviendas está constituido por arena de mar, material inestable y
erosionable en presencia de agua; y no existe alumbrado público”.
Por tanto, la Auditoría pidió al Órgano Interno de Control en la
Sedatu que investigue y, en su caso, inicie el procedimiento
administrativo correspondiente “por los actos u omisiones de los
servidores públicos que en su gestión omitieron supervisar, vigilar y
controlar en los aspectos técnicos y de calidad las viviendas”.
También solicitó la promoción de responsabilidades debido al
sobrecosto del terreno donde se construyeron las viviendas porque se
trata de un daño al erario y ocurrido luego de que mediante un convenio
de pago anticipado de tierras celebrado el 30 de marzo de 2015, la
delegación de Sedatu en Chiapas autorizó el pago del terreno denominado
“Las Isabeles” ubicado en el municipio de Arriaga, Chiapas, si quiera
consignarse en escritura pública ni ante notario público, ni inscribirse
debidamente en el Registro Público de la Propiedad y del Comercio.
Aún así, la Sedatu erogó 3 millones 40 mil pesos por ese predio que
antes había sido comprado en 9 de marzo de 2014 por el vendedor por 107
mil pesos, según consta en la escritura pública. Por tanto, la Auditoría
solicitó a la dependencia que informe y justifique a través de
documentos oficiales “que la compraventa se llevó a cabo sin vicios de
consentimiento, dolo, error, mala fe o enriquecimiento ilegítimo que
pudieran causar detrimento a alguna de las partes”.
La Auditoría también solicitó a la Sedatu que realice las
reparaciones pertinentes a las 38 casas para que los damnificados
recuperen sus viviendas, a cuatro años de haberlas perdido en el huracán
Bárbara.
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