Calderón, Ríos y Zavala. Fotos: E. Miranda y B. Flores |
Por
Álvaro Delgado (apro).- Margarita Zavala, Jaime Rodríguez Calderón y
Armando Ríos Piter no deben aparecer en la boleta electoral como
candidatos presidenciales. Los tres corrompieron la naciente figura
“independiente” con las trampas que hicieron para reunir las firmas
ciudadanas que la ley exige.
Aun cuando muchas de las firmas sean legítimas y suficientes para
obtener el registro que otorga el Instituto Nacional Electoral (INE),
los tres incurrieron en la vileza de tratar de hacer pasar por buenas
casi dos millones de firmas ciudadanas apócrifas.
¡Dos millones de firmas falsas! Es una sinvergüenzada que no puede
quedar impune. Si no tienen la honradez básica de renunciar a su
aspiración, que los exhibe sin calidad moral, entonces el INE no debe
otorgarles el registro. Hacerlo no sólo deja impune un comportamiento
deleznable, sino que abre el camino para otros análogos en el futuro.
De por sí los tres no tienen nada de independientes y nunca fue
creíble su respectiva prédica contra la partidocracia de la que formaron
parte toda su vida, hasta que repentinamente se les cerraron los
caminos en sus respectivos partidos.
Pero aun admitiendo que es legítimo su derecho de recurrir a esta
nueva fórmula para conquistar el poder público, es inaceptable que la
hayan corrompido con esta vileza de falsificar firmas de personas.
El que más firmas falsificó fue el gobernador con licencia de Nuevo
León, el expriista conocido con el alias de “El Bronco”: De las dos
millones 34 mil 453 firmas, el 40.5% son irregulares. Es decir, 824 mil
484.
Le sigue el senador experredista Ríos Piter, conocido con el apodo de
“El Jaguar”, que tiene entre sus promotores principales al canciller
Luis Videgaray: Del millón 765 mil 754 firmas que consiguió, el 34.3%,
es decir, 606 mil 240, son irregulares, de acuerdo con el INE.
Y Zavala Gómez del Campo, la esposa de Felipe Calderón, que renunció
al PAN por no haber podido ser su candidata presidencial, entregó al INE
más de medio millón de firmas irregulares: Un total de 511 mil 603,
equivalentes al 32.4% del millón
578 mil 783 firmas totales.
No se vale: Casi dos millones de firmas irregulares entre estos tres
aspirantes, dizque independientes, a la Presidencia de la República que
exponen todo tipo de argucias para justificar las trampas.
La mayor prueba de que los tres actuaron de manera corrupta es María
de Jesús Patricio “Marichuy”, quien observó un marginal número de firmas
irregulares, aunque no obtuvo las suficientes para llegar a la boleta.
El INE, entonces, no debe convalidar esta infamia, salvo que quiera beneficiar al PRI.
Comentarios en Twitter: @alvaro_delgado
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