OPINIÓN
Desde la Luna de Valencia
Por: Teresa Mollá Castels*
Después
del éxito de la pasada huelga feminista del 8 de marzo, toca aterrizar
de nuevo en lo cotidiano. Y en ese aterrizaje, al menos yo, me he
encontrado con mucha mezquindad.
No quiero ser pesimista, no es mi estilo, pero escuchando y
analizando no ya solo los resultados de la huelga histórica, sino el día
a día de la política, observo el grado de parálisis legislativa al que
se ha llegado.
La falta de aprobación de presupuestos generales va mucho más allá de
la aprobación de las cuentas del Estado. Conlleva la paralización de la
puesta en marcha de proyectos y acuerdos previos. Y entre esos acuerdos
está el Pacto de Estado contra la Violencia de Género aprobado el
pasado otoño.
Y no pasa nada porque ese Pacto de Estado no se ponga en marcha. Ni
siquiera en los aspectos en los que no se necesita de la aprobación de
los presupuestos generales. Y no pasa nada porque, al menos la impresión
que a mí me da, es que no existe voluntad política de ponerlo en marcha
por parte de la gente que nos gobierna. Esa gente mediocre que es capaz
de hacer chantaje emocional con un tema tan delicado como lo son los
asesinatos de las mujeres y las niñas para intentar que otros partidos
les apoyen las cuentas.
Por supuesto el resto de partidos buscan también su particular rédito
político a un teórico SÍ a esas cuentas. Pero entre esos réditos no se
encuentra como objetivo prioritario la puesta en marcha de medidas que
prevengan esos asesinatos de mujeres.
Y ahí me surge una duda que hoy quiero compartir ¿Tendrá alguna cosa
que ver con que todos los dirigentes de los partidos políticos sean
hombres y por tanto no acaben de empatizar con lo que realmente supone
la sangría de mujeres y niñas asesinadas por el patriarcado, del cual
ellos forman parte?
No quiero, ni de lejos, criminalizar a todos los hombres. Faltaría
más. Sencillamente veo cómo, salvando excepciones de dirigentes de
algunas instituciones, el tema de la igualdad entre mujeres y hombres es
un tema atrayente dentro de la agenda política, pero no lo es de igual
manera el de la prevención de las violencias machistas. Y se ha de
entender que el máximo grado de desigualdad entre mujeres y hombres es
el asesinato de mujeres. No se puede trabajar la igualdad sin trabajar,
también y de forma indisoluble, la prevención de las violencias
machistas de todo tipo.
Y esas violencias no solo son las físicas, las hay también
institucionalizadas que es lo que han de aprender a corregir la gente
que ostenta cargos públicos de cualquier índole
El pírrico pacto de Estado, fue la consecuencia de la lucha de mucha
gente por visibilizar lo que nos pasa a las mujeres por ser mujeres y
concretamente el hecho de poner sobre la agenda política de todos los
partidos la necesidad de poner fin a esos asesinatos así como a
cualquier tipo de violencia. Pero la mediocridad de nuestros gobernantes
vuelve a demostrarse cuando no ponen en marcha algunas de las medidas
pactadas y que no necesitan de los presupuestos generales.
Otra vez las vidas de mujeres y criaturas pasa por tener precio
partidista para obtener beneficios de gobierno o de cualquier índole.
Otra vez se "diluye" el problema porque además las víctimas han perdido
su propia voz. Las asesinadas porque ya no están y las que quedan porque
se convierten en muertas vivientes por todo el dolor y sufrimiento
acumulado.
Y mientras sigue la función esperpéntica del intercambio de cromos
entre gentes que no tienen ni idea de lo que sus decisiones o, lo que es
peor, su falta de decisiones les puede costar a muchas mujeres y niñas.
Les puede costar directamente la vida.
Y con la excusa de la falta de presupuestos, cualquier exigencia de
medidas para la sensibilización, la prevención y la actuación quedan en
agua de borrajas o, directamente en un chantaje para mantenerse en el
gobierno.
Es un gobierno paralizado y al cual la vida de las mujeres, e incluso
sus muertes no les resulta dolorosa por muchos lazos morados que se
pusieran el pasado 8 de marzo. Un gobierno mediocre por no llamarlo
directamente nefasto para la vida de tantas mujeres y criaturas.
Las feministas y la gente de bien a quien nos duelen tanto estos
asesinatos no vamos a cejar en nuestra lucha por defender la memoria y
las voces de quienes no están y de las que, aun estando, han perdido su
voz.
* Corresponsal, España. Comunicadora de Ontinyent.
CIMACFoto: César Martínez López
Cimacnoticias | Ontinyent, Esp.-
No hay comentarios.:
Publicar un comentario