Leonardo García Tsao
Ganadora del premio a mejor película en la sección Un Certain Regard, del festival de Cannes de este año, Después de Lucía
es el segundo largometraje del realizador mexicano Michel Franco y
marca su progreso expresivo en una depuración del estilo distanciado
que ya había mostrado en su desigual Daniel y Ana (2009).
Después de Lucía narra el difícil proceso de adaptación de
una adolescente, Alejandra (Tessa Ia), cuando ella y su perturbado
padre Roberto (Hernán Mendoza) se mudan de Puerto Vallarta al Distrito
Federal tras la muerte de Lucía, la madre, en un accidente
automovilístico. La chica se adapta a su nueva escuela y hace amigos
pero, durante un fin de semana de disipación, un escarceo erótico con
José (Gonzalo Vega Sisto) es grabado a escondidas por este con su
teléfono celular. El video se difunde de manera viral, como ahora se
dice, y pronto Ale pasa a ser la paria de su preparatoria.La adolescente se convierte así en una víctima de ese fenómeno llamado bullying, a falta de una traducción exacta del término. Sus compañeros y ex amigas se la pasan ideando nuevas formas para humillarla y vejarla, en una progresión del insulto circulado por Internet al abuso físico. Aunque Ale opone resistencia en un principio, no querer alterar más a su padre –quien en todo momento parece una olla express a punto de explotar– la lleva a una pasiva resignación a su martirio. Una excursión escolar a la playa conduce ya a actos criminales y Ale decide huir.
Con un guión de su propia autoría, Franco resuelve su relato sin asomos de morbo explotativo. Así como mantuvo su distancia sobre un caso de fijación incestuosa en Daniel y Ana, la puesta en cámara mantiene su función expositora respetando la dignidad herida de su protagonista. El ritmo narrativo es deliberadamente pausado mientras la acumulación de hechos deriva en un inevitable acto de venganza. Franco no intenta explicar la sicología de sus personajes, ni mucho menos hacer explícitas sus emociones (en ese sentido, funciona bien el hecho de que la película carezca de música). Así, sin trucos, Después de Lucía va creciendo en tensión dramática, misma que no encuentra su descarga en el terrible acto final de Roberto.
Tessa Ia durante un acto de promoción de la cinta que protagonizaFoto Ap
Pero la película no sólo retrata el bullying, sino lo sitúa en un contexto más amplio de violencia y hostilidad nacional que se han vuelto cotidianas. De esa manera, la resolución final parece la única probable en un país donde acudir a la ley o a la autoridad carece de sentido.
Después de Lucía: D y G: Michel Franco/ F. en C: Chuy Chávez/ Ed: Antonio Bribiesca/ Con: Tessa Ia, Hernán Mendoza, Gonzalo Vega Sisto, Tamara Yazbek Bernal, Paloma Cervantes, Juan Carlos Barranco/ P: Pop Films, Lemon Films, Filmadora Nacional, Stromboli Films/ México, 2012.
Twitter: @walyder
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